"Los cambios políticos
trascendentes siempre fueron precedidos por una crisis económica", argumentó un
histórico dirigente político, hoy en la oposición, al sostener la necesidad de
acelerar el rearmado en el antikirchnerismo.
El anuncio del Partido Socialista y de la Unión Cívica Radical, de que de aquí
en mas intentarán armar, desde lo programático, un frente electoral para el 2009
y el 2011, reorganizó el mapa de la oposición.
Sin embargo, dirigentes de distintos partidos coincidieron en que las
consecuencias de la crisis internacional "que inevitablemente afecta y afectará
aún más" la economía doméstica, harán que la gente empiece a mirar alternativas
al kirchnerismo.
Socialistas y radicales dejaron en claro, a los cuatro vientos, que "no queremos
cometer los errores de la Alianza" UCR-Frepaso que llevó al poder a Fernando de
la Rúa, y por eso "vamos a ir despacio, estableciendo primero un programa y, al
final, candidaturas".
En ese sentido admiten que, "por eso", dejaron afuera de ese primer paso a Elisa
Carrió y la Coalición Cívica. "Con Lilita teníamos que discutir liderazgos y
candidaturas. Pero nosotros queremos propuestas y al final nombres", confesó uno
de los hombres que cerró el acuerdo.
Quedó claro que ese armado aceleró los tiempos del macrismo. La aparición del
propio Mauricio Macri, en un acto con unos pocos dirigentes peronistas de
relativo peso específico, bajo el cartel "Mauricio Presidente", apuntó a
posicionar el espacio como "la otra" alternativa, pero de centroderecha.
Hasta hace poco, Macri hacía un culto de su gestión en la Ciudad y nada quería
saber con mitín algunos. Pero el acuerdo PS-UCR y la crisis, despabiló al jefe
comunal. En ese razonamiento, dicen, Gabriela Michetti "deberá ser candidata en
la Capital".
"Estamos recorriendo las provincias y sumando gente, pero todavía nos falta
bastante", admitió un dirigente del PRO quien no oculta la "necesidad" de ese
sector de tender un puente con el peronismo, sobretodo bonaerense.
Por eso, reflexionan, la supuesta ruptura de la coalición entre Jorge Macri y
Francisco de Narvaez en territorio bonaerense, "no es más que la construcción
por separado de algo que después va a confluir, pero habrá que ver quien está
mejor en las encuestas".
No obstante De Narvaez tiene una doble opción: podría presentarse solo, a la
cabeza de un espacio del justicialismo disidente en 2009, y buscar erigirse en
una suerte de "renovación" peronista. No fue casual, en ese sentido, verlo en el
acto de lanzamiento del chubutense Mario Das Neves, en su carrera presidencial.
De uno y otro lado piensan lo mismo, respecto de la coyuntura económica y el
gobierno nacional. "Esperamos que cambien el rumbo porque la recesión está a la
vuelta de la esquina".
En otro país, quizás por estas horas el oficialismo y la oposición estarían
sentados en una misma mesa, intentando consensuar medidas para mitigar los
efectos de la crisis. En la Argentina, el gobierno nacional decide y un sector
de la oposición rechaza. Casi, sistemáticamente.
Walter Schmidt