Existe, en el imaginario popular de los
“pseudo progresistas” una idea que se pretende instalar, especialmente en
Latinoamérica, que el dictador venezolano Hugo Chávez, ayuda y “salva” a
distintos países.
No es ninguna novedad que uno de los principales aliados de
Chávez es Néstor Kirchner, y esto quedó demostrado en cientos de negociados
“estratégicos”, incluso en aquella payasada de la liberación de rehenes
colombianos cuando no aparecieron las famosas coordenadas.
Pero ¿qué hay de cierto?, ¿es realmente así?
La realidad es que de ninguna manera Chávez salvó de la
bancarrota a la Argentina ni mucho menos, eso es lo que los chavistas quieren
hacer creer.
Quien realmente salvó a la Argentina fue el campo, el gran
sector exportador.
El default argentino, básicamente, se debió a la
política heredada del menemismo, con un tipo de cambio 1 peso=1 dólar,
imposibilidad de exportar, déficit fiscal financiado primero con la venta
corrupta de las empresas del estado a los europeos y luego con fabulosos y
generosos préstamos que todos los bancos del mundo daban a manos llenas. Cuando
vino el colapso, Duhalde corrigió el tipo de cambio y lo puso 3 pesos=1 dólar.
Fue entonces cuando el país empezó a exportar como en las
mejores épocas, y durante 4 años creció a un ritmo del 8 al 10% anual, gracias a
las compras de China, fundamentalmente de soja. A esto debemos agregar el
favorable escenario mundial, con precios internacionales que jamás habíamos
soñado.
Si bien Chávez “contribuyó” con préstamos, estos no fueron
como para “salvar” al país, fueron todos préstamos con destino a necesidades de
caja, pequeñísimos frente a la magnitud de la deuda y de los negocios que
Argentina generó después; préstamos que ya fueron, en gran medida, devueltos,
junto con sus hiper usurarios intereses.
Pero esto también tiene un costado político, que era crear un
shock de confianza frente a la opinión pública, ¿cómo? es simple,
vociferar a los cuatro vientos que se le había pagado al FMI, ¿pero a que costo?
Altísimo, ya que el FMI cobraba un interés anual muy inferior al 4%, y a Chávez
se le paga más del 13% anual.
Por otra parte, la intención de Chávez al dar préstamos,
es condicionar políticamente a los países, dándoles aire a gobiernos que el
quisiera fueran lo sumiso que el suyo.
Por eso, decir que los préstamos de Chávez salvan a la
Argentina y/u otros países es no tener la menor idea ni de la magnitud de la
deuda ni de la magnitud de los negociados entre la Argentina y Venezuela; un
caso más que gráfico es la valija de los 800.000 dólares.
Tanto Kirchner, como Chávez, todavía hoy gozan de cierta
impunidad que tienen los dictadorzuelos latinoamericanos, pero como reza
el dicho popular, tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe, y eso
es lo que ocurrió con el valijagate.
Esa es la razón por la que ambos personajes decidieron no
mostrarse juntos, por las dudas, porque cada uno piensa lo mismo del otro: “Que
me vean con este tipo no me beneficia”.
Pablo Dócimo