El alcoholismo es una adicción, una enfermedad, una forma de olvidar, una manera de escapar del mundo real, pero por sobre todo… un arma mortal, no sólo para el alcohólico, sino también para el entorno y la familia.
El alcohol es la droga permitida del momento, está al alcance de todos y puede ser mucho más peligroso que cualquier otra sustancia.
Se considera enfermedad, debido a que presenta síntomas, se da en determinados periodos de tiempo, se puede realizar un tratamiento y de lo contrario puede provocar la muerte del adicto.
Alcoholismo es una palabra muy difícil de entender, sin embargo nadie es demasiado joven o viejo para sufrirlo, no es algo exclusivo de hombres o mujeres, debemos saber y comprender que el alcoholismo no discrimina a adolescentes, adultos, ricos, pobres, raza o nación.
Una copa, una botella, una enfermedad
El alcoholismo no se genera por una causa en común, sin embargo se pueden determinar ciertas circunstancias de la vida donde una persona está más vulnerable al alcohol: muchas veces se debe a una depresión o disconformidad con la propia vida;
una persona con algún familiar alcohólico tendrá mayor tendencia a volverse adicto.
Al igual que cualquier otra droga, da una falsa sensación de alegría y bienestar mientras dure su efecto.
Entre los factores psicológicos están la necesidad de aliviar la ansiedad, conflictos sentimentales sin resolver o baja auto estima; y entre los factores sociales están la disponibilidad del alcohol, la aceptación social del consumo de alcohol, la presión del compañero y estilos de vida estresantes.
Complicaciones de la bebida
Existen muchas complicaciones para un alcohólico, están clasificadas en tres grupos: sociales, medicas y psiquiátricas.
Las dificultades sociales pueden ocasionar, por ejemplo, el divorcio o separación, problemas legales a causa de peleas callejeras, accidentes automovilísticos, problemas financieros y hasta pérdida del empleo.
Las médicas, mucho mas graves, son patologías como la hepatitis o la cirrosis hepática, lesiones cerebrales irreversibles, pancreatitis, delirium tremens,
hemorragia gastrointestinal, síndrome de abstinencia, cirrosis.
El delirium tremens es un cuadro que se da en sujetos alcohólicos crónicos en el momento de supresión brusca de alcohol. Se caracteriza por presentar componentes neuropsiquiátricos como el temblor, alucinaciones, confusión, agitación, verborrea y signos de hiperactividad autonómica, tales como taquicardia.
No debemos beber para escaparle a los problemas, creyendo eso de “tomando me olvidare de esto”, “después me sentiré mejor”o cosas así.
Tampoco es un juego, en muchos casos creemos que el beber mucho en pocos minutos es una “hazaña” o un acto digno de reconocimiento entre un grupo de amigos sin darnos cuenta el daño que nos ocasionamos con estas
actitudes.
¿Existe un tratamiento efectivo?
El primer paso, como es sabido, es la aceptación del problema. Uno de los síntomas del alcoholismo es la negación del problema, el adicto no reconoce que está enfermo, cree que puede dominarlo y ser conciente de sus actos. La mayoría de las personas cuando inician un tratamiento lo inician por presiones familiares, pero no por convicción propia.
La clave, para la familia y amigos de la persona con una adicción, es hablar sobre el tema cuando está en estado de sobriedad y no cuando está alcoholizada, ya que sólo acarreará discusiones.
Cabe destacar que el alcoholismo, al igual que todas las adicciones, es una enfermedad de por vida. Los tratamientos sólo servirán para mejorar la calidad de vida y ser capaz de tolerar la abstinencia al alcohol pero cualquier situación fuera de lo normal puede hacer que el paciente recaiga en su adicción acarreando graves problemas.
En la segunda fase del tratamiento se procede a la desintoxicación El alcohol es escondido bajo control. Se establece una supervisión. Se recetan tranquilizantes y sedantes para aliviar y controlar los efectos de la abstinencia y no crear así, problemas más serios.
Esta fase puede durar entre 5 y 7 días, pero son imprescindibles análisis médicos en general, para detectar otros problemas de salud; en estos casos son muy comunes problemas en el hígado y la sangre.
El paciente debe seguir una dieta que incluye, generalmente, suplementos vitamínicos. Pueden aparecer complicaciones asociadas a los síntomas físicos agudos, como depresión y otros problemas que deben ser tratados.
Programas de rehabilitación
La función de los programas de rehabilitación es la de ayudar a las víctimas del alcoholismo a mantenerse en abstinencia.
Éstos constan de diversos consejos, ayuda psicológica, cuidados médicos y de enfermería, además de la debida educación sobre la enfermedad tanto para la persona con adicción al alcoholismo como para la familia.
Alcohólicos Anónimos
Alcohólicos Anónimos es un grupo de ayuda en la reconversión de alcohólicos que ofrece ayuda emocional y afectiva, bajo un modelo de abstinencia, a la gente que se está rehabilitando de la dependencia del alcohol.
Hay más de un millón de socios en todo el mundo, y se encuentran pequeños grupos en pequeñas ciudades a lo largo de toda Europa, Argentina y México.
Romina Soledad Giuffré