La seguridad de la Argentina está en
crisis. Los ciudadanos se quejan de los mal accionar policiales, los barrios
alejados de la ciudad parecen zona de nadie y cada vez se hace mas necesario el
contratar una empresa de seguridad privada. A su vez, cuando alguien es detenido
la burocracia lleva a que pase meses completos en la comisaría debido a la
sobrepoblación de las cárceles.
Perdón, nos equivocamos de allanamiento
“Esta gente de la DDI entró en mi casa por la fuerza, maltrataron a mi esposa,
revolvieron todo, buscaban armas de fuego, no sé qué buscaban, pero al no
encontrar nada se fueron dejando a mi esposa mal”. Contaba el Pastor Gabriel
Maldonado.
Esta historia, aunque parezca lo contrario, no relata un robo, sino un
allanamiento equívoco realizado por la Dirección Departamental de
Investigaciones de Bahía Blanca el pasado viernes 1 de junio. Mientras Maldonado
se encontraba en Buenos Aires, requisaron su casa, ubicada en la calle Chaco
402, cuando en realidad buscaban a alguien de diferente nombre, dirección y
aspecto.
Junto con el procedimiento erróneo, se efectuó otro en forma paralela que
finalizó con la detención de Jorge Alberto Chiavetta (22), de Río Atuel al 1900,
quien se presume que estaría relacionado con los robos efectuados a una farmacia
local, durante la semana.
“Lo tremendo de esto es que a esta policía, que entra así, la mandan a la calle;
es la misma policía que hace zonas liberadas, la misma que hace poquito fue
acusada y condenada por violación a menores y por coimas, es la misma policía
que se mete con la gente común, como nosotros, gente de bien y hace lo que se le
da la gana”. Contaba Maldonado mientras en su voz se notaba una mezcla de
tristeza y bronca.
El lugar requisado por error funciona desde hace 8 años como iglesia y comedor
comunitario, bajo el nombre de "Templo de Restauración".
Si bien la DDI y la fiscalía admitieron su error, prometiéndole al señor Maldonado
que se tomarían medidas disciplinarias en contra de las personas involucradas,
el afectado aclaró que no quiere eso porque implica dejar gente en la calle,
sólo pide que se limpie su nombre y que la situación se aclare públicamente.
La historia de Maldonado es moneda corriente en el país. Acusan al excesivo
trabajo que hay y el poco personal.
Ante la gran ola de inseguridad que está afectando al país en los últimos años
—hay un robo cada tres minutos, según informaron desde el Ministerio de
Seguridad— se vio la necesidad de tomar otras medidas.
El 6 de junio de 2004 la Legislatura Provincial aprobó la creación de la
“Policía comunal”. Esta nueva fuerza estará formada por policías de carrera o
civiles sin antecedentes penales, mayores de 35 años de edad, y será aplicado
APRA lugares con menos de 700.000 habitantes.
Según afirman quienes están a favor de la comunal ésta es la mejor opción para
implementar mayor seguridad, ya que nadie cuidará mejor bienestar, que los
mismos ciudadanos.
A su vez, en forma casi inmediata la nueva modalidad recibió críticas,
denominándolo como chantaje y acto de salvajismo, ya que el por entonces
Ministro de Seguridad León Arslanian prometió grandes beneficios para aquellas
intendencias que decidan unirse al proyecto. Sin embargo, la seguridad sigue
igual.
nosotros no, ellos si
Nicolás, un niño de 11 años de edad, volvía de estudiar ingles y visitar a su
abuela cuando fue sorprendido por dos delincuentes de aproximadamente 18 años de
edad.
Éstos, lo obligaron a recorrer diez cuadras en bicicleta, amenazándolo con un
revólver. Una vez que llegaron a un descampado en la calle Terrada al 3300, lo
ataron y dejaron tirado, llevándose el vehículo y su ropa.
Una vez que Nicolás pudo liberarse intentó regresar a su domicilio, para cuando
un vecino de la zona vio el estado en el que se encontraba (semidesnudo y
llorando) y decidió llamar a los padres del menor.
Cuando Rodrigo, el padre del niño asaltado, se dirigió a realizar la denuncia de
lo que había sucedido, en la comisaría le respondieron que “ellos estaban para
el traslado de detenidos y que debía llamar al 911”contó.
Ironizó al respecto diciendo “Menos mal que no iba con una persona herida,
porque sino me decían que no trasladaban heridos sino detenidos. Ah, y que al
911 debía llamar yo…”
El 911 es el teléfono oficial de emergencias utilizado en el país. En él se
atienden emergencias ambientales, médicas, policiales o de defensa civil.
Si bien el 911 no siempre responde correctamente a los llamados, tiene que ver
también que muchos jóvenes pasan su tiempo realizando falsas alarmas, por lo que
las personas que llamen a la línea de emergencias, para hacer bromas o denunciar
falsos delitos, podrán ser castigadas con multas de hasta 40 mil pesos y
arrestos de hasta 60 días.
25, pero no al mismo tiempo
Cuando en la ciudad de Bahía Blanca, al igual que en cualquier punto del país,
hay partidos de fútbol, la seguridad debe ser reforzada.
En la tercera semana del mes de mayo, en la cancha local de Villa Mitre hubo
varios disturbios que los efectivos policiales no pudieron controlar.
Los vecinos y concurrentes al partido sabatino declararon que sólo había 4
agentes policiales para controlar a más de 500 personas.
Mas tarde, cuando se le preguntó al Capitán de policía, principal responsable
del operativo donde se encontraban los efectivos destinados al procedimiento
simplemente respondió “si, es verdad, tenía que haber 25 policías en el lugar,
pero nunca dijeron que debían estar los 25 al mismo tiempo”.
Con estas tres historias podemos tener un panorama general de lo que sucede con
la policía, pero no sólo ellos cometen errores, también bomberos, fiscales y
vigiladores privados.
Solamente durante el 2002 y 2004 se realizaron ocho “purgas” (exoneración
policial) en las cuales de despidieron más de 1004 efectivos, de los cuales
sólo 40 eran oficiales.
Se les dio el retiro obligatorio 72 jefes de alto cargo, debido a que en sus
expedientes habían causas penales, mientras que varios efectivos policiales de
menor categoría fueron pasados a disponibilidad.
apaguen el fuego, pero sin agua
Es muy habitual que en la Argentina los bomberos no tengan agua, ya sea por
cortes, fallas en las redes problemas con los coche bombas o… distracción.
El 12 de mayo del corriente año se incendió una vivienda ubicada en la esquina
de Maipú y Necochea y como es de suponer fueron llamados los bomberos.
Luego de diez minutos, a pesar de la cercanía —el cuartel se encuentra a sólo 15
cuadras— llegó un coche bomba y los bomberos comenzaron a trabajar en el lugar,
cuando se dieron cuenta que olvidaron llenar el camión y debieron volver por
agua.
El Sistema Nacional de Bomberos, en lo que respecta a su estructura Operativa y
de Capacitación, está organizado en 19 Federaciones Provinciales y 5
Delegaciones de otras tantas provincias que representan 660 Cuerpos de Bomberos,
integrados por 40.000 efectivos y 10 escuelas de Capacitación, con sus centros
regionales. ¿Cómo puede ser que les falte su mayor herramienta, el agua?
¡No salgamos! afuera golpean
En una casa del Barrio San Miguel, cercano a Punta Alta —Provincia de Buenos
Aires— debía permanecer custodia permanente debido a algunas amenazas que habían
recibido los propietarios de la vivienda.
El 14 de noviembre a las 3 AM el custodio les preguntó a los dueños de la finca
si lo que se sentían fuera eran golpes. Cuando se dieron cuenta que realmente
alguien estaba golpeando la ventana de muy malas maneras, el custodio sugirió
que todos permanezcan en el interior, ya que de ese modo estarían a salvo.
El dueño de la casa insistió en salir, por lo que el vigilador no tuvo más
remedio que acompañarlo. Al recorrer el frente de la vivienda sin ver nada,
pensaron que posiblemente haya sido el viento ya que era una noche tormentosa.
Al otro día con el cambio de turno descubrieron algo que dejó a todos
sorprendidos: los ruidos de la noche anterior habían sido provocados por una
persona, que a su vez, se había escondido en la parte trasera del vehículo
perteneciente a la empresa de seguridad, dejando como única prueba las pisadas
de barro.
¿Amor a los animales?
En el año 2002 dos vecinos tuvieron un problema que finalizó con la muerte de la
mascota de uno de ellos, un perro mestizo.
El dueño de la infortunada mascota hizo la denuncia correspondiente en Fiscalia,
sin pensar que el fiscal, del que no trascendió el nombre, ordenaría un
allanamiento, la autopsia del canino y el arresto temporal del vecino “asesino”.
El caso rápidamente fue conocido en todo el país como ejemplar, por ser la
primera vez que se le realizaba una autopsia a un animal para determinar una
pericia forense.
Finalmente, una semana después, el secretario de la Unidad Funcional de
Instrucción número 1 reconoció que todo se había tratado de un mal entendido del
fiscal al leer la denuncia.
Si no pago, me roban
Ante la ola de inseguridad que afecta al país y el mal accionar policial, los
ciudadanos se vieron obligados a recurrir a las empresas de seguridad privadas,
quienes, por medio de un circuito cerrado protegen la vivienda o comercio no
sólo de asaltos. ¿Esto fue la mejor solución o un nuevo problema? Descúbranlo a
continuación.
Las agencias de seguridad privadas, básicamente, tienen un sistema antirrobo que
consta de sirenas, sensores de movimiento que detectan la presencia de intrusos,
cámaras de vigilancia, barreras perimetrales, cercos electrificados, señales
luminosas y un sinfín de novedosos productos. Además, protegen al usuario ante
otros acontecimientos como por ejemplo, incendios o emergencias médicas.
Por lo general cuentan con una sala de monitoreo, donde llegan las señales
emitidas por la línea telefónica o el sistema de radio desde la casa del
abonado. Esos códigos son los activados, desactivados, batería baja, cortes de
luz, de línea telefónica o disparos de zonas especificas de la casa.
Además de detectar los disparos, se puede enviar, ante una señal de peligro, el
“pánico”. Esta es una clave utilizada para detectar episodios de riesgo cuando
no es posible el disparo de la alarma. Se emite por el cliente, ya sea por medio
del pulsador inalámbrico que se le proporciona o por el teclado numérico, donde
además, se encuentran tres teclas destinadas a emergencias médicas, bomberos y
policía.
Al ingresar una activación o desactivación, un operador llama desde la sala de
monitoreo, identificándose con una clave personal alfanumérica que sólo el
cliente conoce y a la cual debe responder con otra.
Si sucediera lo denominado una “emboscada” (engaño por el cual el delincuente
logra que se desactive la alarma), esa clave ofrecida por el cliente, deberá ser
cualquier otra, de modo que se sabría que sucede algo y al finalizar la
comunicación se procede a enviar personal de vigilancia, policía y de ser
necesario, una ambulancia. Lo mismo sucede cuando existen disparos de alarma o
fallas de sistema (incomunicación entre cliente-empresa).
Existen varios tipos de empresas, por ejemplo las que tienen sede en una ciudad
metropolitana, manejando desde allí todo el país por medio de acuerdos
policiales y equipos especializados; empresas locales, con vigiladores y móviles
propios que se ocupan de la seguridad comercial y local de determinadas
regiones; distribuidoras, quienes como su nombre lo indica, se dedican a
distribuir e instalar equipos y empresas especializadas, dedicadas a productos
innovadores como Circuitos Cerrados de TV y cámaras para albercas .
Las empresas locales, se manejan con móviles propios, que, además de asistir a
los clientes en caso de emergencia, realizan recorridas periódicas para
verificar el estado de la vivienda o el comercio protegido, permaneciendo en el
lugar, en caso de una larga ausencia del titular.
Un problema habitual es la falta de apoyo de las fuerzas policiales para con las
compañías de seguridad ante una emergencia. Durante los primeros meses del 2006,
voceros de la empresa argentina “Rastros tecnología S.R.L”, confirmaron que la
policía no asistiría más a los eventos —robos, señales de pánico o individuos
sospechosos— si se lo solicitaban empleados de la firma. A su vez, los jefes
policiales pretenden que sea el cliente que llame al 911 para confirmar la
veracidad de los hechos.
Hasta el momento, esta reglamentación no se llevó a cabo totalmente, pero siguen
existiendo esas luchas interminables, donde se llegan a realizar carreras para
llegar primero la policía y desprestigiar así a las empresas, olvidando, por
ambas partes, la seguridad de los ciudadanos.
Otra problemática por la cual los ciudadanos sienten desconfianza es el hecho de
que existe un sinfín de empresas ilegales. Según la Cámara Argentina de
Seguridad, el número total de empresas de seguridad que operan dentro del país
en forma legal son 250, asociadas a la mencionada cámara. Funcionan además,
otras 200, no asociadas de las cuales algunas son legales y un número
indeterminado no lo son.
Según esta misma fuente, sólo el 20% porta armas legalmente habilitados por el
organismo oficial correspondiente llamado Registro Nacional de Armas (RENAR).
En 1971, según archivos brindados por el periódico “La Nación”, en total
existían 20 empresas, donde se empleaban a 6000 personas. Actualmente, dicha
fuente menciona que hay 60000 agentes registrados de los cuales, 12.000 son
mujeres.
A su vez, es destacable el hecho de que el 57% de los vigiladores esté
trabajando en negro o en forma ilegal. Esto asciende el número de agentes de
seguridad privada a casi 150.000, y es alarmante el hecho de que la República
Argentina cuenta con sólo 120 mil policías. Entonces, ¿Quién cuida la seguridad
de la ciudadanía?
“La irregularidad laboral es reprochable en todos los casos pero más lo es en un
rubro donde el trabajador está exponiendo su vida para preservar la de los
demás”, afirmó el director nacional de Fiscalización, Guillermo Zuccotti durante
una inspección realizada en la zona norte del Gran Buenos Aires.
En una reconocida empresa mundial de seguridad y vigilancia de transportes de
caudales, existen “entregadores”, quienes, por medio de informes obtenidos en la
empresa venden los datos de aquellos abonados que manejan grandes cantidades de
dinero. Este riesgo, es el mayor temor de quienes estén por contratar un
servicio de este tipo.
Para evitar enfrentarse a esos riesgos, lo mas recomendable es averiguar todo lo
posible acerca de la prestadora del servicio, pedir referencias a otros abonados
que ya hayan probado el sistema e informarse acerca del proceder de la empresa
ante casos de emergencias, ya que las compañías de seguridad pasan a ser parte
de la vida del nuevo abonado.
Barrios privados, otra alternativa
Los barrios privados y country son conjuntos de viviendas alejados de la ciudad.
En ellos vive un grupo de personas, se realizan deportes y actividades de
diverso tipo, pero por sobre todo, aquellos que pueden vivir en esta especie de
“villa privada” —los costos son muy elevados— eligen este estilo de vida por la
seguridad que deberían ofrecer.
Sin embargo, en las últimas semanas los titulares de los periódicos argentinos
sólo hacen referencia a los repetidos asaltos a country’s.
En el Barrio Privado “La Barra Village” ubicado en Septiembre y Fausto, de la
localidad bonaerense de Escobar durante el último fin de semana se cometieron
dos asaltos con diferencia de horas.
El primer robo ocurrió en la casa 59, propiedad del matrimonio integrado por
Fabian Birckenstaedt, de 49 años, y su esposa Claudia Accurso, de 45.
Según relató el hombre, a las 6.15 hs fueron sorprendidos por dos hombres que
ingresaron por una ventana sin rejas ni trabas para luego intimidarlos con armas
de fuego.
Explicó que luego los inmovilizaron con cordones y tras robarles los 100 dólares
que había en ese momento en la vivienda, los ladrones se quedaron una media
hora, lapso en el que registraron el lugar en busca de más dinero o joyas.
El segundo asalto se produjo antes de las 7 en la casa 24 donde los ladrones
amedrentaron a Claudio Martiani, de 30 años, y a su esposa Laura Gagliardi.
En este caso sustrajeron 2.000 pesos, una cámara digital de fotografía, una
computadora portátil, los teléfonos celulares y relojes.
Agentes policiales comprobaron que el alambre tejido que da a un campo lindero
estaba cortado y explicaron que el barrio cuenta con seguridad privada, cuyo
personal realiza rondas por el predio.
Mientras la policía compite con las empresas de seguridad por llegar mas rápido,
las compañías contratan vigiladores ilegales y los barrios privados tienen todos
los lujos, menos privacidad y seguridad, los ciudadanos deben recurrir a hacer
justicia por mano propia.
Romina Soledad Giuffré