Esta es una pregunta que seguramente nos hacemos todos
los que luchamos día a día por aprender y tener así un mejor desempeño en
nuestras actividades. Es algo que aprendimos desde chicos, es la única vía por
la cual se alcanza mejorar nuestra calidad de vida.
Cuando analizamos la gestión presidencial de los Kirchner, frecuentemente nos preguntamos: ¿en qué pensarán Néstor y Cristina al
dejar de apoyar a los sectores productivos del país, como el agro y la industria
y se dedican a señalar a los que tienen algo, diciéndoles que se lo deben a
alguien y pertenecen a la mal llamada “oligarquía”?
Los Kirchner saben perfectamente por qué hay tanta
pobreza en el país, pero se aprovechan de la ignorancia del pueblo para
manipularlo con un discurso barato, retórico, y populista, con muchas palabras
que jamás se cumplen, como por ejemplo, “la justa distribución de la
riqueza”, acusando a los grandes capitales, los terratenientes y,
fundamentalmente, a los “oligarcas”, cuando omiten, precisamente, que ellos son
exactamente eso.
Vivimos en un mundo de estadísticas, y en una población
de 40 millones de habitantes, sólo algunas decenas cumplen con las
características del perfil de un “oligarca”, que han robado, que tienen mucho
dinero, mansiones, choferes, etc. Y casualmente, la mayoría, pertenece a la
clase política, que es la otra clase social a la que pertenecen los Kirchner.
El resto de esa nueva clase social llamada por ellos
mismos oligarquía se ha ganado cada centavo con esfuerzo y constancia,
trabajando de sol a sol.
Tienen 4X4 porque es lo que se necesita para entrar a
los campos, y después de todo, ¿es un pecado disfrutar de aquello que uno se ha
ganado con esfuerzo y constancia?
¿Por qué señalar como ladrón a alguien que
tiene una camioneta cuando ha trabajado para comprarla? ¿qué habría que decir,
entonces, de los funcionarios y sindicalistas que andan en autos alemanes y con
custodia pagados por el pueblo?
¿Por qué en lugar de hablar despectivamente de quienes
han logrado algo en la vida, no se preocupan por abrir los ojos del soberano y
educarlo?
El objetivo del gobierno de cualquier país es mejorar su
calidad de vida, especialmente, la de los más humildes, entonces, ¿adónde
quieren llevar a este país?, ¿A que, en lugar de ser una sociedad constituida y productiva, seamos una sociedad de resentidos que le echan la culpa
al desempleo para no producir un peso y lanzarse a las calles a robar y matar?
En este país hay muchísimas rutas que construir, campos
que cultivar, industrias que poner en marcha, y sería mucho mejor que en lugar
de sentarse detrás de un escritorio con aire acondicionado, trabajen como lo
hemos hecho la mayoría de nosotros, ¿o no es para eso que cobran sus suculentas
dietas?
Trabajen en lugar de perder el tiempo, criticando cómo
los demás se ganan la vida. Trabajen, y enfrenten las situación
responsablemente, no esperando sentados o vociferando discurso baratos que nunca
van a cumplir.
En la vida
real, las cosas no caen del cielo, hay que conseguirlas con esfuerzo y así, tal
vez, su gobierno le pueda repartir al pueblo la riqueza que tanto le promete.
Pablo Dócimo