En una semana donde secuestran y matan a un chico de 18
años, y matan a otras dos personas, una en Del Viso y otra en la entrada del
Country Macabi —un ingeniero que iba a pagar sueldos—, sólo por citar algunos de
los cientos de hechos violentos en los que estamos inmersos, nos encontramos con
declaraciones de la Jueza Carmen Argibay, en referencia a 60 detenidos menores
de edad a los que se les denegó la excarcelación, que realmente llaman a la
reflexión.
Según la jueza, si liberaban a los pibes chorros, estos
hubieran muerto por gatillo fácil (sic).
No obstante, la Jueza, siguió hablando y dijo en una
entrevista:
"La sociedad está queriendo cada vez más matar a todo el
mundo, en vez de incluir. Porque tenemos una sociedad que es esquizofrénica".
También culpó, como no podía ser de otra manera, a la
prensa por cubrir los aberrantes crímenes en los que se ven envueltos los
menores: "el periodismo está fomentando todo esto", señaló.
Incluso, dio algunas pautas de su curioso plan para
contener a los adolescentes delincuentes.
"De repente en una familia hay problemas con uno de los
chicos, al que los padres no pueden controlar o manejar. Pero de repente hay un
tío que sí lo puede manejar. Entonces, ¿por qué no se lo podemos entregar al
tío?", dijo, indignada.
"Yo infiero que casi todos estos pibes están marcados
por la policía. Trabajan para la policía y los protegerán hasta que el pibe abra
la boca y ahí lo matan", concluyó, categóricamente.
Evidentemente, estas frases son para reflexionar, como
la que dijera su colega, el Juez Zaffaroni, en una entrevista concedida a la
revista Rolling Stone hace unos años:
“Yo siempre trato de que el delincuente sea condenado con
la pena más liviana”.
Habría que recordarle, al Sr. Juez, que la condena no
tiene que ser ni la más leve ni la más severa, sino, simplemente, la que
corresponda. Esto es, sencillamente, no impartir justicia, o impartirla de mala
manera, o si usted prefiere, impartir justicia en favor de los delincuentes.
Pero volviendo a los dichos de la Jueza Argibay, ¿no
hubiese sido más lógico que dijera “No liberamos a los pibes chorros porque de
esta manera protegemos a los ciudadanos de bien de la muerte"?
Sería bueno, además, que la Jueza —que evidentemente no
sufre de la misma “sensación” de inseguridad que los ciudadanos comunes, ya que
debe tener custodia policial— supiera que, a lo que aspira la ciudadanía, no es que haya
más sangre de delincuentes o más muertes indiscriminadamente. El ciudadano común
sólo pide que a los menores de edad que son delincuentes y asesinos, que no son
pobres niños, sino peligrosos malvivientes y que en más de una ocasión son
reincidentes, se les aplique la ley como corresponde, solamente eso.
Luego, hablaremos cómo y de qué manera podemos trabajar
con ellos en distintos institutos para intentar ver si pueden ser reinsertados
en la sociedad pero, mientras tanto, que cumplan sus sanciones y cuidemos a los
ciudadanos de bien de esta gente sin escrúpulos.
También sería bueno que la Jueza, o mejor dicho, todos
los jueces, recuerden que lo primero que se debe hacer con un delincuente cuando
es aprehendido, es aislarlo de la sociedad para evitar que siga delinquiendo,
luego, que pague su deuda con la sociedad y por último tratar de reeducar y
reinsertar al delincuente en la sociedad, pero fundamentalmente, y como primera
medida, aislar al delincuente para que no siga, precisamente, delinquiendo.
Lógicamente, muchísimo tienen que ver nuestros funcionarios,
porque ellos sí tienen injerencia en la educación y/o
reeducación de esta gente. Nuestros funcionarios tienen y deben dar respuesta
por toda estas generaciones que no tienen un norte.
Es evidente que a muchos gobernantes no les importó
nunca, ni les está importando, considerar mejores planes de educación, ni mejores
planes de salud, ni mejores planes sociales, ni mejores planes de inclusión, ni
mejores planes de nada, entonces, que alguien le avise a la Sra. Jueza Carmen Argibay, que
antes de reclamarle al periodismo, le reclame a los funcionarios,
comenzando por el Poder Ejecutivo.
Pablo Dócimo