Hace una semana, recibí un llamado. Era un amigo de la
universidad que hace muchos años abandonó la práctica profesional para poner sus
conocimientos al servicio del comportamiento social. No pertenece a ningún
"servicio" —al menos, es lo que me indicó—.
Hace sus análisis y los
expende a una nutrida clientela de hombres de negocios, de distintos puntos del
país.
El caso es que, en pocas palabras, me refirió, que según
su diagnóstico y algunos "soplos" receptados por su gente, una nueva modalidad
de protesta social, se estaba perfeccionando.
Aunque por lo que me contó, nada tiene de innovadora esta
“nueva forma de reclamo”, a la que las organizaciones piqueteras le están dando
forma.
Según él, la nueva arma accionará como un "escudo
humano", que consiste en el despliegue de niños de corta edad, en cantidades
importantes —entre 100 y 200— al frente de próximas manifestaciones.
Sería una suerte de fuerza móvil, de fácil
desplazamiento, que se ubicaría al frente de las grandes cadenas de
hipermercados de toda la Nación, en la víspera navideña.
El efecto "paralizador" será automático, coartando así
cualquier posibilidad disuasiva por parte de una fuerza de choque, la cual
eventualmente trataría
de improvisar la colocación de fuerzas de seguridad en los puntos de conflicto, por lo que se
produciría, así, el efecto de zozobra de la inacción policial forzosa.
Si esto se cumplimenta, las grandes cadenas, quedarán a
merced de la masa que se dispondrá a tomar todos los electrodomésticos que
encuentre a su paso, junto con los vinos finos y los cortes de carne vacuna de
calidad, antes de ir por los alimentos de primera necesidad, que tomarán cuando
lo otro se agote.
Lo grave, sería que en paralelo otras organizaciones
sociales, a la "criolla" y sin necesidad de proteger sus flancos con criaturas,
tomarán idéntica iniciativa, en otros lugares.
Aparentemente, los Kirchner no están informados de esta
secuencia movilizadora.
Curiosamente, el jueves 18, en el barrio Las Flores
vecinos intentaban entrar a un supermercado chino, a sólo 5 cuadras de otro
mercado chino que ya había sido saqueado, y una división antidisturbios de la
Policía bonaerense disipó a los tiros.
El saqueo fue a un supermercado “chino” ubicado en
Potosí y Galileo Galilei, en el corazón del partido de Moreno, cuando unas 50
personas ingresaron alrededor de las 20:00.
Estas personas, llenaron los changuitos e,
inmediatamente, encararon para la puerta. Obviamente, el propietario no los pudo
parar.
Una vez fuera del local, los saqueadores se dirigieron
a varios vehículos que esperaban en la esquina.
La Policía Bonaerense, alertada a través del 911 por
los vecinos, permitió la detención de 4 personas, las cuales no tienen ningún tipo
de antecedentes, pero el dato curioso es que al verificar el domicilio de los
detenidos, los 4 están domiciliados en La Plata, a 60 kilómetros del lugar del
hecho.
Pero este, lamentablemente, no fue el único caso. Al
día siguiente, poco después de las 11:00, alrededor de 400 personas, con un gran
porcentaje de mujeres y niños que se habían trasladado en varios micros,
acamparon debajo del puente donde se cruzan la Autopista del Oeste y la ruta 23,
que une Moreno con San Miguel.
Una avanzada del grupo —alrededor de 50 encapuchados
que llevaban palos— se dirigió a un local de la cadena de supermercados Vea,
del Grupo Cencosud, a sólo 5 cuadras del cruce.
Luego de cortar la calle, exigieron a los responsables
del lugar la entrega de bolsones de mercadería.
Después de negociar, entre una comisión de los
piqueteros con el responsable de seguridad del local, les habrían prometido la
entrega de 1.000 bolsones.
De allí se dirigieron hacia el Bingo Moreno, donde,
después de pretender ingresar por la fuerza, consiguieron la promesa de 1.000
bolsones de productos para las fiestas. Según un representante del bingo, los
piqueteros se presentaron como pertenecientes al grupo Quebracho.
Luego, fueron al Shopping Nine en la esquina de
Victorica y Acceso Oeste, donde después de mantener durante 1 hora cerradas las
puertas de acceso, consiguieron 800 raciones de pollo, 800 panes dulces, 800
latas de durazno y otros alimentos. También negociaron con el supermercado
Disco, que funciona dentro del shopping, aunque no trascendió el monto del
acuerdo.
Finalmente, el turno fue de un supermercado Día, del
grupo Carrefour, ubicado sobre la ruta 23, a 300 metros del Acceso Oeste, y por
último se dirigieron a la Cooperativa de Trabajo Avícola de Moreno, una empresa
recuperada por los trabajadores, a quienes les exigieron 1.000 pollos.
El responsable del grupo, Miguel García Soler, también
apodado como 'Kuca', se adjudicó la representación del Movimiento Pueblo en
Lucha 17 de Octubre.
Cabe destacar que tanto los saqueos de 2001, como de 1989,
comenzaron en ese mismo lugar, entre Moreno y San Miguel.
Debo confesar, que en un primer momento dudé de la
información que me estaban dando, pero evidentemente, mi amigo, algo de razón
tenía, lo que nos lleva más preguntas que respuestas, por ejemplo:
¿Se estaría gestando un golpe económico similar al que
terminó con De la Rua? Recordemos que Marcelo Bonelli, entre otros, por Radio Mitre
a
fines del 2001 arengaba a la población a concurrir a Plaza de Mayo con la excusa
de "la gente tiene hambre y está atacando los supermercados chinos". Luego se
supo que los grandes habían pagado para que no los saquearan.
¿Qué había detrás? un golpe económico para poder
devaluar, pesificar y licuar deudas de los grandes grupos económicos.
A la semana de haber dado el golpe, ¿la gente dejó de
tener hambre? No, era lo que menos les importaba a los grandes grupos
económicos, escudados por el hambre de los pobres.
¿Quién paga las movilizaciones, los devaluadores?
No hay caso, el pueblo en la Argentina siempre es usado, ya sea los gobernantes de
turno o los devaluadores. Nos saquean mientras
nos entretienen con una canasta navideña de $9, un plan canje de heladera
o un plan para comprar un 0Km que no existe.
Pablo Dócimo