Desde el preciso momento en que ocurrió,
el secuestro del joven Leonardo Bergara arrojó más dudas que certezas. Estas
crecieron luego de que se descubriera que había policías implicados en su
desaparición. La realidad es que todo lleva a pensar más en un mensaje mafioso
que en un secuestro extorsivo, sobre todo después que la familia del evaporado
empresario bajara las pretensiones de los secuestradores de manera tan
elocuente.
¿Qué podrá decir el ministro de Justicia, Aníbal Fernández
-ex intendente de Quilmes-, al respecto? ¿Podrá explicar cómo hizo su gran
fortuna Bergara en tan poco tiempo?
En la misma línea de sospechas opinó el gobernador
bonaerense, Daniel Scioli, quien anteayer sostuvo que creía que había "algo
extraño" en torno a ese secuestro, del que hoy se cumplen 33 días. Hace una
horas, el gobernador fue más optimista. y aseguró que era "inminente el
desenlace" del caso del secuestro de Bergara, por lo cual, señaló, "estamos ante
la máxima expectativa", aunque pasado el mediodía no se había producido ninguna
novedad al respecto.
"Por prudencia y por haber vivido este tema en carne
propia, no quiero adelantar mucho más", añadió Scioli, pero luego todos los
teléfonos de los funcionarios bonaerenses del área de seguridad se cerraron y
las profusas versiones periodísticas sobre el hecho no fueron confirmadas.
Pasada la una de la tarde no se sabía tampoco si Scioli
permanecía en su despacho o si, como indicaron especies tampoco corroboradas
oficialmente, había partido hacia algún lugar de la provincia no precisado.
Los rumores periodísticos daban cuenta del presunto pago de
un rescate que se habría concretado hoy a las 4 de la mañana en Pinamar.
El hermano de la víctima del secuestro, Gustavo Bergara,
habría sido el encargado de entregar el dinero -se hablaba de 200 mil dólares
más joyas- pero eso tampoco se confirmó.
Desde las declaraciones de Scioli se montaron guardias
periodísticas tanto en la ciudad balnearia como en Ranelagh, frente a la casa de
Leonardo Bergara, donde no se había producido ningún movimiento.
Tampoco hubo nada en la DDI de Quilmes donde también
numerosos periodistas aguardaban novedades.
El gobernador, en diálogo con radio Rivadavia, reveló que
"estuve prácticamente sin dormir toda la noche porque me tenían informado, como
me gusta estar a mí en todos los temas de mi gobierno, por el propio ministro
(de Seguridad, Carlos) Stornelli, sobre las alternativas de cómo van las cosas".
Ante la insistencia periodística, se limitó a afirmar que las
cosas "van bien" en relación al esclarecimiento del hecho, por el que hay varios
policías detenidos.
Aseguró que "estamos ante la máxima expectativa" porque se
estima que "es inminente el desenlace" del hecho, aunque no aclaró si ya había
sido localizado al joven secuestrado y eventualmente, si había recuperado su
libertad.
"Esperemos que esté todo bien" pero "por características (del
hecho) exigen mucho cuidado de parte de todos, y en eso estamos".
Bergara, de 37 años, dueño con su hermano de una empresa de
componentes electrónicos y radicado en la localidad de Ranelagh, partido de
Berazategui, fue secuestrado el 22 de diciembre último cuando salía de su
vivienda junto a su esposa. Su meteórico crecimiento, especialmente en la zona
de Quilmes, siempre despertó sospechas policiales.
Pero el dato insólito es que los secuestradores reclamaron primero un millón de dólares de
rescate y luego bajaron sus pretensiones y la última cifra que trascendió
sería de 220 mil dólares. Algo que no tiene parangón y que alimenta las
sospechas de un "vuelto" o ajuste de cuentas.
En el marco de las pesquisas fueron detenidos varios policías
retirados y en actividad, pero finalmente quedaron presos y procesados sólo dos
de ellos (el oficial Víctor Vega, de la Policía Distrital de Berazategui, y el
teniente Diego Maximiliano Costa, de la comisaría primera de Quilmes), mientras
habría tres prófugos.
Uno de los ex policías que es buscado intensamente fue
identificado como José Pardini, en cuya casa se secuestró un auto.
fuentes de la investigación aseguran que se está a horas de
resolver el caso, ¿se mostrará la verdad o se usará de chivos expiatorios a los
perejiles de siempre?
Ana Grillo
Fuente DyN