Desde que se inició este nuevo —e infructífero— viaje de Cristina Fernández de Kirchner a Cuba y Venezuela, ha ocupado un sitio preponderante en los medios la posibilidad de que fuera recibida, o no, por Fidel.

    Se especuló hasta último momento, hasta que al final se dio: Cristina estuvo con Fidel.

    En principio, se especuló respecto a la falsedad de la noticia, ya que no se conocían imágenes del encuentro; algo realmente curioso porque, hasta ahora, siempre se habían difundido fotos que retrataran al viejo líder cubano con quienes visitaban la isla, especialmente cuando era visitado por su hijo putativo y mejor alumno, Hugo Chávez.

    Hasta que finalmente y, curiosamente después de más de un día y medio de haberse producido el tan ansiado encuentro Cristina-Fidel, apareció una foto.

    La primera impresión es que se trata de una foto trucada. En primer lugar, llama poderosamente la atención que se diera a conocer después de tanto tiempo, casi 36 horas más tarde, y que la foto hubiera sido llevada personalmente por el vice ministro cubano hasta Venezuela. Algo realmente inédito.

    Luego, cuando se empieza a ver la foto con detenimiento, se puede observar que el Fidel de la fotografía con la señora Fernández de Kirchner no tiene manchas en la mano y la otra está muy bien oculta ¿Será por eso que nuestra Presidente se la tapó tan cálidamente?

    A pesar de estar vestido de oscuro, luce más fornido que en las últimas fotografías, con buen semblante, cuando es de público conocimiento que su estado de salud es extremadamente delicado. Tal es así que apenas 20 días atrás, con motivo de celebrarse el cincuentenario de la revolución cubana, y cuando todo el mundo esperaba aunque sea una imagen de Castro, no apareció. Es algo muy llamativo, porque por lo que se puede apreciar en la foto no estaría tan mal como para no aparecer, aunque más no fuera por televisión unos minutos.

    Otro detalle que llama la atención es la trayectoria entre los brazos de Fidel y de Cristina; no son reales. Por la diferencia de estatura de ambos la trayectoria de la mano de Fidel debería estar a la altura de la mano derecha de Cristina. Parece una mano ortopédica.

    Aparte es inaceptable que no haya siquiera esbozado una sonrisa de cortesía ante la presidente de la Argentina. ¿Acaso Fidel pudo haber discriminado a la presidente de la Argentina? A Lula lo recibió sonriente y le permitió tomar fotografías.

    Francamente, la foto deja muchas dudas más, todas muy bien aclaradas por el excelente trabajo realizado por el Director Ejecutivo de Tribuna de Periodistas, Christian Sanz. (1)

    Pero más allá de lo grosero y burdo de la foto trucada entre el dictador y la supuesta abogada, esto deja otra lectura y algunos datos que invitan a la reflexión.

    ¿Cuál fue el fin del viaje? ¿qué beneficio nos reportó? ¿será una nueva mentira K, del tenor de las que hemos puntualizado en este sitio? Por caso, baste ver el artículo donde se hizo referencia a viejas falacias kirchneristas, donde hablábamos acerca de la deuda que todavía mantiene Cuba con Argentina desde el año 1974 (2).

    De eso, aparentemente, no se habló; sí se supo que la deuda contraída por Cuba con la Argentina durante el gobierno de Héctor Cámpora hoy asciende a 12 mil millones de dólares y que en su visita realizada en febrero de 2004, el Canciller de Cuba, Felipe Pérez Roque, se comprometió a que la nación caribeña comenzaría a saldar la deuda por medio de medicamentos y asistencia médica para personas de escasos recursos. Obviamente, nada de eso ocurrió.

    Por supuesto, no debemos dejar de mencionar que el principal objetivo de Cristina era hablar del caso Hilda Molina y tratar de sacarla de Cuba, pero eso no ocurrió y demuestra, una vez más, la debilidad de nuestro gobierno, que además se prestó a una operación de prensa perpetrada por los cubanos y utilizar a Cristina para mostrarle al mundo que el dictador está vivito y coleando.

    En definitiva, da la misma sensación de siempre: que Cristina viaja para hacer turismo, con el agravante de que, esta vez más que nunca, estuvo en el lugar equivocado en el momento equivocado, se le ocurrió visitar nada menos que a Chávez y a Fidel en el preciso momento en que Barack Obama asumía la Presidencia de los EEUU.

    ¿Se habrán puesto de acuerdo, estos tres personajes del grupo de la “Triple C” —Chávez Castro, Cristina— para llamar la atención justo en ese momento?

Pablo Dócimo

(1) Ver https://periodicotribuna.com.ar/Articulo.asp?Articulo=4841

(2) Ver https://periodicotribuna.com.ar/articulo.asp?Articulo=4758