La consecuencia del prolongado conflicto
del gobierno nacional con el campo, hoy agravado por la sequía y la crisis
internacional, quedó expuesta de la peor manera en la agresión sufrida por los
hermanos Agustín y Alejandro Rossi: la violencia, como herramienta válida para
dirimir las diferencias.
Poco importa el o los destinatarios de cualquier hecho
violento. La raíz, es la división promovida por el matrimonio Kirchner, con
cierta complicidad de algunos dirigentes agropecuarios. Pero el resultado puede
ser desfavorable para el oficialismo.
Cerca de los Kirchner, comienzan a comprobar en carne
propia el rechazo que muchos dirigentes oficialistas despiertan en algunas
localidades del interior agropecuario.
Por caso, dicen que Rossi ya ha sido el epicentro de
pequeños "cacerolazos" cuando ha ido a su provincia, Santa Fe.
Fue el propio Reutemann quien sinceró la situación ante
Kirchner, al indicarle que "no se puede hablar" de kirchnerismo o del Frente
para la Victoria en el interior de la provincia. Incluso, le vaticinó el
rechazo a Rossi de la "gente del campo", posible candidato a diputado nacional
en las próximas elecciones.
En el entorno del ex presidente hay dos posiciones. Una cree
que la agresión sufrida por Rossi le sumará respaldos de quienes dudaban en
apoyar al PJ santafesino o mantener una posición neutra. Otros opinan que el
episodio en Laguna Paiva marcó el final del proyecto "Rossi candidato".
"Esto fue un alerta. Si no lo leemos correctamente puede
trasladarse a otras provincias", reflexionó un dirigente que concurre
periódicamente a Olivos y a la Casa Rosada.
Ese mismo kirchnerista lanzó una pregunta que inquietó a
mas de un funcionario del gobierno: "¿Y si en la campaña electoral nos corren a
huevazos de algunas ciudades del interior?" En ese contexto, la oposición
intenta ganar terreno en el escenario político a partir de acercamientos de cara
a las próximas elecciones.
Felipe Solá y Mauricio Macri intercambiaron elogios, e
intentan conformar un espacio en la provincia de Buenos Aires que también
contenga a Francisco de Narvaez. Los gestos se multiplican, aunque todavía no
hay nada escrito. Hasta el propio Eduardo Duhalde, quien habla a menudo con Solá
y De Narvaez y los incentiva a juntarse, salió a respaldar ese acuerdo que aún
carece de borrador alguno.
Quien se vio obligado inmediatamente a despegarse de Solá fue
el ex jefe de Gabinete Alberto Fernández. En las últimas horas trascendió algún
encuentro de Fernández con Solá, cuando el ex funcionario venía siendo noticia
por haberse reunido con Kirchner y, supuestamente, haberse sumado al armado del
kirchnerismo.
Ante esto, Fernández salió a aclarar que no compartía el
hecho de hacer públicas las críticas que podría tener hacia el matrimonio
Kirchner. Lo dijo, luego de que Solá reclamó cambios de políticas nacionales
y respondió con un contundente "no", acerca de su posible regreso al
kirchnerismo.
Hay quienes sostienen que Alberto Fernández podría ubicarse,
después del 2009, más cerca del armado de los líderes peronistas emergentes que
del matrimonio Kirchner. Son los mismos que consideran que el mejor escenario es
que el oficialismo sufra una derrota en la compulsa electoral, pero no a manos
de la oposición sino del propio PJ.
Walter Schmidt