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Ante tanto estúpido libro de autoayuda

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¿EXISTE LA FILOSOFÍA DEL ALMA?
¿EXISTE LA FILOSOFÍA DEL ALMA?

Ante todo debo aclarar que

 

Ante todo debo aclarar que, para mí como naturalista, la filosofía es una pseudociencia. A continuación veremos por qué pienso así.

Según el concepto filosófico general acerca del alma, su noción “se halla condicionada por el reconocimiento de que cierto conjunto de operaciones o sucesos, precisamente los denominados ´psíquicos’ o ´espirituales` son las manifestaciones de un principio autónomo, irreductible por su originalidad a otras realidades, si bien está en relación con ellas. El hecho de que el alma sea incorpórea o que tenga la misma constitución de las cosas corpóreas, es un problema de menor importancia, ya que la solución materialista está a menudo igualmente fundada, lo mismo que su opuesta, en el reconocimiento de alma como sustancia. A esta fundamental significación del alma se la considera, la mayoría de las veces, como ‘sustancia’, entendiéndose precisamente con este término una realidad por si misma, o sea, que existe independientemente de las demás”. (Según el Diccionario de filosofía, de Nicola Abbagnano; Fondo de Cultura Económica, México, Págs. 33 y 34).

Aquí, en esta mi presente nota, podrán apreciar los lectores, el contraste que existe, por ejemplo, entre la filosofía budista, la del pensador alemán Hegel, las filosofías del alma y mi propia posición al respecto.

Según el budismo (pobre Buda, quien no sabía ni una jota de física cuántica): “El espíritu se halla separado del acontecer material por un abismo profundo e imposible de cruzar. Por principio, está enfrentado a él en eterna pureza, como algo extraño en lo que no puede participar. ¿Qué pasa entonces con el ser vivo, en el cual, según parece, lo material y lo espiritual se ha fundido en una unidad indisoluble? El filósofo sanjya dice: “esta unidad es sólo aparente. Igual que el cristal claro e incoloro aparece rojo en cuanto se sostiene una flor roja detrás de él, así también el purusa eterno (un principio puramente espiritual, no activo, pero animado y dotado de conciencia) cuando se realizan modificaciones en el cuerpo aparentemente unido con él, aparece como actuando, sufriendo, etc. En lo que llamamos alma por oposición al cuerpo, se pueden distinguir, según la doctrina sanjya, dos componentes fundamentales diferentes, a saber: el eterno e inalterable purusa y los múltiples procesos físicos, imágenes, pensamientos, sentimientos, que no pertenecen al purusa, sino a la pracriti, al mundo material. Pero entonces, ¿por qué, tenemos que seguir preguntándonos, entran los purusas, en sí eternos y puramente espirituales, en una relación aparente y engañosa con el mundo de la pracrti? Nos encontramos aquí con uno de los núcleos más íntimos de la doctrina, el cual, en este caso como en prácticamente todos los sistemas hindúes, se mueve alrededor de los conceptos de sufrimiento transmigración y redención (moksha)”. Hasta aquí el historiador de la filosofía Hans Joachim Storig con su comentario en el libro Historia universal de la filosofía, Tecnos, Madrid, 1997, pág. 95).

En Hegel, por su parte, en sus famosas tesis, síntesis y antítesis, estas cuestiones no quedan restringidas, sino “superadas, conservadas y anuladas”, “en un maravilloso sentido triple: primero anuladas en el sentido de “eliminadas”; segundo, superadas en el sentido de “alzadas” a un plano superior en el cual ambas ya no aparecen como contrarios que se excluyen.

Ahora bien, ¿qué puedo decir yo después de haber leído diversas filosofías confrontadas con la actual ciencia experimental? Simplemente que me he dado cuenta de que “eso del alma” es puro cuento para niños.

En efecto, para la ciencia experimental de nuestros días (estamos en el mes de marzo del “año del Señor” 2009), eso que los antiguos y muchos de la actualidad llamaron y llaman alma, es en realidad un proceso físico-químico-biológico-psíquico, que nada tiene que ver, en absoluto con alguna especie de “sustancia espiritual, simple e inmortal que informa al cuerpo humano y con él constituye una unidad esencial”. (Según reza su somera definición en el Diccionario Enciclopédico).

¿A qué viene esta negatividad acerca del concepto tan caro para los espiritualistas, de alma como sustancia inmortal que informa al cuerpo humano, a modo de ente inmaterial, puro espíritu? Simplemente a que hoy conocemos que nuestro cerebro y el de todo el resto de los animales, funciona como estructura no compuesta por partículas materiales, sino formas de energía; no como burdos átomos con sus subpartículas: electrones, protones y neutrones, sino como una especie de plasma elástico que llena un espacio: nuestro cerebro; algo comparable a la electricidad, al magnetismo; es decir, a las ondas electromagnéticas, a un almacenamiento de datos en un disquete o CD, a la memoria de una computadora, todo miniaturizado al grado superlativo en nuestro seso; todo un mundo de experiencias, recuerdos, deseos, pasiones, pensamientos, grabado, integrado a una trama energética, atómica, subatómica más allá aún de los “recientemente” detectados quarks mediante los aceleradores de partículas, que, dicho sea de paso, tampoco tiene por qué consistir en las últimas partículas y que ni siquiera son los últimos componentes de lo que siempre se ha denominado como materia, sino formas de energía empaquetada, lejos, muy lejos, años luz de distancia del supuesto espíritu que habita en nuestro cerebro o impregna el mundo.

Creo que en este artículo me he alejado años luz de aquello que ha creído la humanidad de siempre: los espíritus, lo espiritual, cual fantasmas que perturban nuestros sueños y... a nuestra razón, y sólo nos queda caratular a la ciencia del espíritu como una pseudciencia más “del montón” que será reemplazada en el futuro por la física de partículas y ondas, auténtica CIENCIA (con mayúsculas).

 

2 comentarios Dejá tu comentario

  1. ¿EXISTE EL ALMA DE LA CIENCIA? Partamos de CERO. Bien, conocemos la Teoría del Big Bang, ahora pues. ¿Cuál es el desencadenante para que comenzara dicho proceso de creación, en el cual, si partimos desde cero, no existe todavía lugar para albergarlo ya que supuestamente no existe? ¿Dónde, qué o quién da el primer “impulso”? (No se puede “ESCRIBIR” en la “NADA”). Mi FÉ me da la respuesta. ¿Tu CIENCIA te la da? (Con mayúsculas). Ezequiel Crespo ANTE TANTO ESTÚPIDO LIBRO DE AUTOAYUDA (Ladislao Vadas) ¿EXISTE LA FILOSOFÍA DEL ALMA?

  2. Haber, tú dices que el ''alma'' no existe, y po otra parte, sostienes que la física cuántica reemplazara las ocncepciones del alma de buda, hegel y abbagnano, ¿sabias que los primeros físicos, incluidos el propio Einstein creia en la energía divina y eran ''espirituales'' mas que materialistas? ¿No crees que te estás contradiciendo? Me da la impresión de que eres de los escépticos que dicen '''Si no lo veo no existe'' pues bien porque es está obsoleto ahora hay que CREER PARA VE y como tu no crees en nada de lo inmaterial ¿para qué discutir entonces? Te recomiendo que practiques la meditación y experimentes tú mismo para ver qué tanto razón tienes. Buda decía eso ''No creeas lo que digo, ¡experimenta!'' Suerte amigo.

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