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Es increíble cómo algunas cuestiones que
parecían enterradas en el pasado aún siguen estando vigentes en la actualidad.
Uno de esos "anacronismos" está relacionado al nazismo, una práctica que parecía
lejana y vetusta, pero que aún goza de buena salud en algunos lugares. Un
caso elocuente es el de Damián Strata, quien en febrero del 2005 fue atacado brutalmente por una patota nazi en
la ciudad de Montevideo, Uruguay. Se trata de un joven que se desempeñaba en el rubro
gastronómico estudiante de informática y vocalista de un grupo de rock Split 7.
Es dable mencionar que
dicho grupo es autor de temas antinazis.
Al ser reconocido por sus agresores en la calle, sufrió
graves heridas que lo dejaron al borde de la muerte, tuvo que ser hospitalizado
recibió atención en el departamento de Neurología del Hospital de Clínicas, le
amputaron un dedo con una navaja, sufrió fractura de cráneo y los golpes le
generaron un coágulo, por lo cual estuvo a punto de quedar paralítico. Asimismo, una fractura en el oído
derecho le ocasionó pérdida auditiva.
Al parecer, antes del ataque había recibido una advertencia
por lo que, previamente al hecho, se conocía a los nazis que tenían el perfil y la
intención de llevar adelante acciones de estas características. En Uruguay se
cuenta con abundante información proveniente de "las páginas de la intolerancia",
de los resultados obtenidos por los procesamientos judiciales y de la larga
experiencia de grupos de similar orientación que desde hace muchas décadas han
poblado nuestra historia. Se sabe qué piensan, cómo se visten, dónde se reúnen,
qué vinculaciones tienen con sectores de las Fuerzas Armadas y hasta los apoyos que
reciben del exterior. Por lo antes mencionado, es muy ardua la tarea pero resulta
posible aplicar los frenos legales para dirimir pacíficamente los conflictos que
se plantean.
Ahora bien, en toda regla hay excepciones: si bien fueron
procesadas con prisión cuatro personas —la novia de uno de ellos aunque sin
prisión sufrió un oportuno procesamiento— por los hechos antes señalados, no era raro que se encontrara entre
los responsables a un integrante de la Marina, Néstor La Paz, quien aún
se encuentra prófugo de la Justicia. Otro implicado, Pablo Lavraga, quien
estaría viviendo en Buenos Aires, es buscado
por INTERPOL y
todo parece indicar que la colaboración de la Policía Federal Argentina no ha
sido lo suficientemente activa, ya que se conoce de su paradero y fuerte
conexión con sus pares argentinos nucleados en la organización Legión Negra
entre otros.
Nada más anacrónico que el nazismo. Una pena que siga vivito
y coleando entre nosotros.
Ana Grillo
(Con la colaboración de Érika Toyos)
Estos grupos no son realmente nacionalsocialistas, sino skins de ultraderecha. En Europa los antifascistas son tan violentos o mas que los militantes de ultraderecha.
El mundo está conmovido por una espiral de numerosos episodios de grave violencia practicados por los fanáticos grupos neonazis. Es cierto que la realidad actual no se compara a la que tuvo el mundo en los años 30 y 40 del siglo pasado, pero en América existen antisociales que impulsan y organizan una violencia sanguinaria. Ahora no existe la crisis económica y política que precedió al gran desastre de la Segunda Guerra Mundial, pero también hay quienes aprovechan la crisis social y la carencia de planes de desarrollo democrático y solidario, para fomentar la violencia del racismo, odio al extranjero, al judío o a cualquiera cuya identidad cultural no sea compatible con el objeto de su odio. Hoy no se siente un real peligro neofascista y menos una república neonazi, pero los hechos demuestran a un grupo de antisociales ambicionando poder. Tengamos presente la existencia en América Latina de una juventud minoritaria que carece de modelos de identidad solidaria y democrática, entregándose fanáticamente, en el caso del Perú, al violento liderazgo de los nazis Víctor Baca Minetti y Ricardo de Spirito Balbuena, a la tenebrosa simbología, analgesia moral, conmoción social en determinados sectores e incluso la pasividad cómplice ante situaciones de flagrante injusticia como ha sucedido en algunas recientes agresiones y asesinatos. Vemos desconcertados la ausencia de reacción comprometida con la ayuda a la víctima, o la existencia de gentes tatuadas con la esvástica que hacen publicaciones con alarmantes consignas, ideas fijas y simbología nazi; desadaptados que adoctrinan a jóvenes de trece a quince años y grupos que marcan un territorio del odio a base de golpes con bates de beisbol, puntapiés y la norma dominante que obliga la obediencia ciega al cabecilla. Sin embargo, lo más grave del problema es la indiferencia de las autoridades ante este grave riesgo y su incapacidad para hacerle frente, así como la ineptitud de quienes alientan en sus prácticas y discursos el descrédito de las instituciones democráticas. Hoy día la lucha por la libertad, la igualdad y la fraternidad tiene un importante espacio en la Constitución y en el Código Penal, pero todavía falta que cada uno de nosotros ocupe su lugar para evitar usuarios del odio, violencia e intolerancia. Es necesario prevenir mediante la educación de una real convivencia de solidaridad cívica, al lado de políticas integradoras y socializadoras, haciendo el trabajo en equipo para revertir esta inquietante realidad. http://cronicas-de-spectator.blogspot.com/2012/03/la-sombre-del-yunque-en-espana.html http://diepresse.com/home/panorama/welt/731374/NeonaziMorde_Weitere-Festnahme-in-der-Schweiz http://asalto-neonazi-a-mexico.blogspot.com/2008/10/las-dos-cabezas-de-la-hidra.html http://www.ajuaa.com/news/shockmental/15286-Neonazis-Rusos-decapitando-Chechenio.html http://www.robertlindsay.wordpress.com/2009/09/04/neonazis-rusos-video-de-la-decapitacion/ http://www.sangre-y-plomo.com/2011/12/terroristas-decapitan-una-chica-delante.html http://elcomercio.e3.pe/ima/0/0/0/2/5/25575.jpg http://1.bp.blogspot.com/-jIrV-HdjBfQ/T4BnD1XnauI/AAAAAAAADfY/_M2j94aNxYw/s1600/Victor%2BBaca%2BMinetti.jpg En las dos últimas páginas figura el führer peruano Víctor Baca Minetti con sus discípulos Javier Christian Aliaga Cornejo, Armel Alberto Torres Zen, Karen Montes Camero, Samir Euscategui Arnao, y René Lira Barreto; alumnos de la Pontificia Universidad Católica del Perú.