El arzobispo de Buenos Aires, cardenal
Jorge Bergoglio, denunció que un sacerdote que trabaja en villas de esta ciudad
"fue amenazado" después de haber firmado un documento en el que se advierte que
la droga "está despenalizada de hecho" en esos asentamientos.
"Estas amenazas no son 'chaucha y palito', porque no sabemos
en qué pueden terminar", sostuvo el purpurado porteño, quien estimó que las
intimidaciones a uno de los integrantes del Movimiento de Sacerdotes para las
Villas de Emergencia provienen de los narcotraficantes, a quienes identificó
como "poderosos mercaderes de las tinieblas".
Sobre la denuncia que el primado de la Iglesia Católica hizo
frente a la Plaza de Mayo, en las escalinatas de la catedral metropolitana, el
ministro de Justicia, Aníbal Fernández, dijo —sin ponerse colorado— que no le
asombra el hecho y afirmó: "Nos van a seguir amenazando, a los curas y a los
funcionarios" (de no creer).
"Nos van a seguir amenazando, no sólo a los curas, sino a
todos los funcionarios que estamos trabajando en ese tema (¿despenalizar es
trabajar?), sólo que nosotros no lo hacemos público", consideró Fernández.
Fuentes eclesiásticas confirmaron a Agencia DyN que se
produjo una "amenaza de muerte" contra uno de los sacerdotes, cuyo nombre se
prefirió no revelar, y aclararon que, junto a un obispo auxiliar, radicaron la
denuncia en la comisaría correspondiente.
"Le dijeron 'tu vida corre peligro, callate'", precisaron las
fuentes sobre el tono de la amenaza.
Esta es la tercera vez en tres semanas que la Iglesia
advierte sobre el narcotráfico y el consumo de drogas.
El 4 de abril, los sacerdotes que trabajan en las villas
denunciaron que la droga "está despenalizada de hecho" en esos asentamientos
urbanos, sin que las autoridades hagan nada por adolescentes y jóvenes que
tienen "veneno en sus manos".
Una semana después, en la misa crismal, Bergoglio instó a los
sacerdotes a ungir de bondad un territorio donde "la marihuana, el paco y la
cerveza" se adueñó de los jóvenes.
Ahora, en la homilía de la tradicional Misa Anual por la
Educación, el arzobispo dijo que "no tienen idea de lo grave de la propuesta
tenebrosa de las drogas, esa corrupción que se reparte incluso en la esquina de
las escuelas".
"Estas tinieblas son tan poderosas que ayer uno de los
sacerdotes firmantes de ese comunicado fue amenazado, y sabemos que estas
amenazas no son 'chaucha y palito'; no sabemos en qué van a terminar. Pero vos
hablás, denunciás una tiniebla, que es ofrecida por los mercaderes de las
tinieblas en las puertas mismas de los lugares donde están los chicos, y te
viene la amenaza", aseveró.
"La droga es un gravísimo problema. Esto no es una
cuestión de estos sacerdotes, sino de todos. Es cuestión mía y de todos los
obispos auxiliares que apoyamos esa declaración. Tenemos que defender la cría,
perdón por la palabra, porque a veces este mundo de las tinieblas nos hace
olvidar de ese instinto de defender la cría", sostuvo Bergoglio ante miles de
estudiantes, docentes y padres de colegios de Buenos Aires.
Al finalizar la misa hubo un acto cívico-interreligioso del
que participó el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, el ministro de
Educación, Mariano Nadarowski, y otros funcionarios y legisladores de la Ciudad.
Facundo Cháves Rodríguez