Título original: The Edge of Heaven
Título para Latinoamérica: Al otro lado
Dirección: Fatih Akin
Duración: 120 min.
Género: Drama
Reparto:Nurgül Yeşilçay (Ayten Öztürk), Hanna Schygulla (Susanne Staub),
Patrycia Ziolkowska (Lotte Staub), Baki Davrak (Nejat Aksu), Tunçel Kurtiz (Ali
Aksu), Nursel Köse (Yeter).
Guión: Fatih Akin
Producción: Fatih Akin, Andreas Thiel, Klaus Maeck, Erthan Özoğul, Funda Ödemiş
y Ali Akdeniz
Música: Shantel - Fotografía: Rainer Klausman
Montaje: Andrew Bird – Vestuario: Katrin Aschendof
País: Alemania y Turquía - Año de producción: 2007
Estreno en Argentina: 2009
La problemática de la inmigración ilegal, ha llegado a la estética
cinematográfica, para quedarse. Con un trato singular, The Edge of Heaven, pinta
el paisaje ético de esta problemática, ilustrando los contrapuntos de las
relaciones interpersonales. Un nuevo concepto de amor posmoderno.
La Vieja Europa, una vez más, despuntando la contradicción entre el desarrollo,
la opulencia y su alteridad: los prejuicios, la exclusión social y la pobreza.
Los ciudadanos nativos, contra los que llegan “al otro lado” de la
frontera. La confrontación familiar ante situaciones, que se inscriben en la
dinámica de estos tiempos de crisis. La toma de decisiones y sus consecuencias.
En síntesis: una nueva modalidad de relaciones interétnicas y familiares,
montada en magníficos juegos de planos y contraplanos.
La historia está conformada por una serie de relatos subsidiarios. Seis personas
ven sus vidas en una encrucijada decisiva,
compartida entre Alemania y Turquía. Nejat (Baki Davrak), presencia en tiempo
real, la relación amorosa (¿?) entre su padre Ali (Tunçel Kurtiz), y la hetaira
Yeter (Nursel Köse). Pronto nota que la mujer, se prostituía para enviarle
dinero a su hija Ayten (Nurgül Yeşilcay), en Turquía. Luego de un desenlace
inesperado, Nejat —un joven profesor universitario— decide irse a Estambul a
buscar a Ayten. Este relato central, será el disparador de las narraciones
secundarias.
Durante el film, el director Fatih Akin utiliza una serie de dispositivos
cinematográficos exitosos que legitiman cada escena. Hay una subalternación de
una historia a la otra. La lectura final del sentido de la obra, está jugada en
la comprensión —la conceptualización— que motoriza la idea axial del relato: la
libertad de los ciudadanos, ante el control moral-social que los estados
modernos ejercen sobre los ciudadanos. Es el panóptico posmoderno, con sus
contradicciones manifiestas. Como las personas tratan de escapar a esta nueva
forma de control, que penaliza sus vidas. Tópicos como felicidad, libertad,
desarrollo social y poder político se jaquean.
La inmigración ilegal, los prejuicios interétnicos en Europa, ha sido tratada
con singular éxito en The Visitor, de Thomas McCarthy. A diferencia de esta,
Al
otro lado potencia esta idea multiplicándola en una serie de historias que nos
plantea la inmovilidad social y el avasallamiento de las garantías personales.
La dirección —como el guión— fue realizado por la misma persona: Fatih Akin
(recibiendo importantes galardones internacionales por esto últimos).
El guión cinematográfico de Akin, no tiene fisuras. El dispositivo fílmico de la
“imagen motorizante” remite a los buenos manuales de estudio. La imagen
descriptiva mediante texturas, colores, perfumes y costumbres, ilustran al
guión. No hay “elipsis escénicas”. No se cortan los diálogos. Todo se explica
mediante planos generosos. No hay dispersión conceptual. El aquí y ahora, de una
historia, cierra y se articula a la sucedánea. En la “construcción del
verosímil” participa el espectador, otorgándole amplitud sensorial. Hay un
dinamismo guión-espectador, envolvente. Y en este punto, la virtud esencial de
la película.
Existe una desarticulación, no muy pronunciada, presente y
perceptible. Nos referimos a la dramaturgia de los protagónicos. Otro “punch” o
mayor concentración en los trabajos —el consabido “poner bien el cuerpo”—
habría efectivizado el relato. Carente de un adalid que motorice a sus
compañeros, un conocedor del “estatuto del actor”, que imprimiera velocidad y
técnica a los diálogos. De todos modos, ha sido prueba superada.
- Sin conclusión violenta en el relato, suavizada por la imagen
de la portada publicitaria de la película —Nejat, el protagonista— de espalda a la pantalla,
pero de frente al insondable mar, en acto referencial a la esperanza
en la humanidad. Fin último y supremo, que borra controles morales, prejuicio y
estupidez.
Gustavo Contarelli
Puntaje del film: 4 Tribunas
Puntaje actor protagónico: Baki Davrak (Nejat) 3 Tribunas
Referencias:
5 Tribunas: excelente/imperdible
4 Tribunas: muy buena
3 Tribunas: correcta - buena
2 Tribunas: regular
1 Tribuna: mala/pésima