Aunque el ministro del Interior, Florencio
Randazzo, condenó finalmente los ataques antisemitas perpetrados durante los
festejos por el 61 aniversario del Estado de Israel y afirmó que "merecen el
repudio del conjunto del pueblo, que quiere vivir en paz y armonía", persisten
las dudas aún acerca de los vínculos entre el grupo que cometió los desmanes —Frente de Acción Revolucionaria (FAR)— y
funcionarios del kirchnerismo.
Por un lado, ha llamado poderosamente la atención que la
Policía Federal, ubicada en el lugar de los hechos, no haya intervenido a pesar
de la elocuencia de los daños provocados.
Por otro lado, según cuenta en el día de hoy diario
Crítica de la Argentina, el FAR "admitió recibir asistencia estatal para sus
trabajos sociales. Roberto Martino —referente del Movimiento Teresa
Rodríguez (MTR), cuyos militantes permanecen detenidos— dijo que esa ayuda 'es
la misma que reciben casi todas las organizaciones piqueteras. Nos proveen
mensualmente aceite, tomates, fideos, arroz, yerba y leche en polvo'. Esa
asistencia, aclaró (por las dudas) el dirigente, 'no tiene nada que ver con lo
político'."
No sería novedosa la complicidad del kirchnerismo para con
violentos grupos pseudopiqueteros. A ese respecto, hay que recordar que la
agrupación Federación Tierra y Vivienda que responde a Luis D'elía es
sólo una fachada para hacer tareas sucias a pedido del oficialismo. Tan es así, que oportunamente el
ministro de Justicia, Aníbal Fernández, gestionó a sus seguidores —muchos de
ellos con voluminosos prontuarios penales— unos 300
permisos para portar armas.
D'elía es el mismo que convocó oportunas marchas contra el
Estado de Israel y opera a favor del antijudío régimen iraní, siempre apañado
por el gobierno argentino de los últimos seis años. A su vez, el matrimonio
Kirchner posee lazos irrestrictos con Hugo Chávez, presidente de Venezuela y
constante atosigador de los judíos de su país.
Lo antedicho, sumado a otros indicios puntuales, no deja
lugar a duda que el kirchnerismo posee una alineación ideológica más cercana a
la extrema derecha que a la izquierda que gusta pregonar.
Por
todo lo antedicho, en el marco de los hechos provocados por el incipiente FAR,
los Kirchner deberán dar las pertinentes explicaciones públicas; especialmente
los ministros Randazzo y Fernández,
actores siempre presentes en este tipo de operaciones oscuras.
Ana Grillo