Ficha técnica:
Título original: The reader
Título para Latinoamérica: El lector o Una pasión secreta
Dirección: Stephen Daldry.
Género: Drama.
Intérpretes: Kate Winslet (Hanna Schmitz), Ralph Fiennes (Michael Berg adulto),
David Kross (Michael Berg de joven), Lena Olin (Rose Mather/Ilana Mather), Bruno
Ganz (profesor Rohl).
Guión: David Hare; basado en la novela “El lector” de Bernhard Schlink.
Producción: Anthony Minghella, Sydney Pollack, Donna Gigliotti y Redmond Morris.
Música: Nico Muhly. - Duración: 124 mts.
Fotografía: Chris Menges y Roger Deakins.
Montaje: Claire Simpson.
Diseño de producción: Brigitte Broch.
Vestuario: Ann Roth. – Países: EE.UU. y Alemania.
Año: 2008.
Inspirada en la novela homónima, El lector (Der
Vorleser) de Bernhard Schlink, el film se presenta como ariete superador de
otras mediaciones dramáticas. Polarizado en momentos históricos disímiles, ronda
por momentos aires de excelencia estética.
La primera parte, narra las aventuras de Michael Berg (David
Kross), un joven estudiante berlinés, y su relación sentimental con Hanna
Schmitz (Kate Winslet), inspectora de tren. La bella mujer enamorará
profundamente al visitante masculino. Ella, quien dobla en edad a su amante,
llevará con su dulzura a vivir una bella historia de amor y compañerismo. Es
más, que el tan ansiado “sueño del pibe”. La relación mellará el lirismo y la
poesía de alto vuelo.
La segunda, proyecta a los protagonistas ya adultos, veinte
años después, en situación muy distinta, cuasi de confrontación
ética-ideológica. La trama da un giro inesperado, saliendo a la luz, los
tenebrosos hechos del Holocausto de la Segunda Guerra Mundial.
A partir de este nuevo enfoque, la relación de los
protagónicos —Michael Berg adulto, y Hanna Schmitz—, entrarán en pugna criterios
de validación y legitimación de sus actos. Son los tiempos donde el film
visitará los sitios más emotivos de la historia. El culmen del relato
dramático sin fisuras en su horizonte, conformará la excelencia de esta pieza de
arte audiovisual. Momentos en que entra a jugar la silueta talentosa de Kate
Winslet. Distinguida con el premio Oscar, en la categoría mejor actriz
protagónica (2009). Dicha premiación, explora en la notable evolución de aquella
bellísima mujer, que asomará como partenaire de Leonardo Di Caprio en Titanic
(1997). Winslet interactúa como nadie durante el rodaje, potenciando la
actuación de sus compañeros. Todos trabajan a partir de su luz, de su estrella,
sus destellos son inconfundibles. No por nada, algunos críticos, la mencionan
como la sucesora de Meryl Streep, entre otras cosas por su versatilidad verbal y
gestual.
El director Stephen Daldry, utiliza sendos dispositivos bien
articulados entre sí: el flashback y la voz over. El flashback —en
inglés: escena retrospectiva—para explicar el pasado y su justificación en el
presente. Al tiempo que la voz over (del protagonista Ralph Fiennes), cono
narrador omnisciente, que describe lo que pasó, tratando ingentemente de hurgar
una explicación lógica al accionar de su amada en el exterminio nazi. Ambos
dispositivos precedentes atrapan al espectador y frenan la dispersión sensorial.
Un logro del director por cierto.
En cuanto al guión cinematográfico, el éxito es subsidiario a
los intensos diálogos de Hanna Schmitz interpelada por el tribunal que la juzga:
en tiempos del régimen nazi, era agente penitenciaria en un campo de
concentración. Hanna está acusada de participar en el asesinato de 300
mujeres judías durante “el Exterminio” y rechaza defenderse a sí misma.
Michael Berg gradualmente se va dando cuenta de que Hanna, el amor de su vida y
de su juventud, guarda un gran secreto que considera aún más vergonzoso que el
asesinato. Que la ruboriza y será su espada de Damocles. Sí, hay espacio para la
redención, lograda a través de “la lectura” (de ahí su nombre: The reader /
El lector). La lectura retrospectiva, por parte de los protagonistas, fijará
la catarsis psicológica de los mismos.
Los montajes alternos de esas tomas, yuxtapuestos a la visión
bucólica de ese mundo feliz en el pasado, es de una profundidad asombrosa. Como
así también, el tratamiento estético en pantalla, en cuanto a la violación
sistemática de los derechos humanos —durante la administración de Hitler— es
abordado con adultez sin sensacionalismo mediático.
Conclusión: una película que abre y cierra sentimientos
profundos, similitudes y antagonismos morales. Más allá de la locura y la
sinrazón: una experiencia fílmica que alecciona, conmueve y amerita el recuerdo
permanente.
Gustavo Contarelli
Puntaje del film: 5 Tribunas (imperdible)
Puntaje actor protagónico: Kate Winslet (Hanna Schmitz) 5 Tribunas
(¡imponente!)
Referencias:
5 Tribunas: excelente/imperdible
4 Tribunas: muy buena
3 Tribunas: correcta - buena
2 Tribunas: regular
1 Tribuna: mala/pésima