La ambición desmedida por el poder, llevó
a Néstor Kirchner a cometer varios errores. Uno de ellos fue el magnificar una
elección legislativa y convertirla en poco menos que un plebiscito.
Otro, fue el de mediatizar no sólo la elección, ya que Néstor
canalizó absolutamente todo, desde actos de gobierno, peleas, insultos,
denuncias, anuncios e, incluso su estrategia de sembrar el caos diciendo “si no
ganamos viene el caos” a través de los medios.
Lógicamente, dentro de esa mediatización, cumplieron un
rol muy importante las encuestadoras, los periodistas y, por supuesto, los
medios.
Como suele ocurrir, ya en el día después, todas las
miradas recaen en las encuestadoras, ya que, dentro de todo ese enjambre de
datos, son el centro donde se generan no sólo los pronósticos, también las
opiniones y las tendencias.
Cualquier persona que se dedique a la política, las
mediciones y/o a los medios, sabe que cuando alguien encarga una encuesta, la
encuestadora confecciona tres resultados según los datos relevados, que son:
A) El resultado real obtenido, B) El resultado que se le mostrará a quien haya
encargado la encuesta y C) El resultado que se difundirá.
Como se pudo apreciar, durante las semanas previas a las
elecciones, los sondeos indicaban, en su mayoría, que en la provincia de Buenos
Aires Néstor Kirchner aventajaba a su principal competidor, Francisco De
Narváez, y como quedó demostrado una vez más, los pronósticos fallidos
estuvieron a la orden del día.
Esto no hace más que demostrar que a quienes Kirchner
responsabilizaba como sus principales detractores, como por ejemplo, el Grupo
Clarín, diario La Nación, el Grupo Perfil, y varios periódicos
digitales, entre ellos los más afectados como Tribuna de periodistas,
OPI Santa Cruz y La política on line, entre otros —hackendo las
páginas e infectándolas con virus—, no hacían más que mostrar la realidad.
Realidad que no quisieron ver y trataron de tapar con medios pagos, como
Página/12, revista Veintitrés, el diario El Argentino y el
canal de noticias C5N, que más que un canal de noticias parecía el
“Trumann Show” de Néstor Kirchner, cubriendo permanentemente todos los
movimientos de Néstor y Cristina.
Incluso, hubo quienes debieron soportar embestidas judiciales
como revista Noticias y los portales Seprin y Urgente 24.
A todo esto, no podemos dejar de lado el lamentable rol que
cumplieron los medios oficiales, como Radio Nacional, la agencia de
noticias Télam y, fundamentalmente Canal 7, donde se puso en
pantalla un lamentable programa con el sólo fin de atacar a los candidatos
opositores —en especial al campo— y resaltar los logros kirchneristas, “Seis
en el siete a las ocho”, conducido por Maria Julia Oliván y los periodistas
Orlando Barone, Carla Czudnowsky, Cabito Masa Alcántara y Luciano Galante como
columnistas, producido por la productora PPT del ahora oficialita Diego
Gvirtz, quien también produce el programa que se emite por Canal 13, “TVR”,
que curiosamente, a partir de que la productora desembarcó en el canal oficial,
cambió radicalmente su línea editorial, realizando informes que sutilmente dejan
mal parados a los opositores al gobierno pero jamás hablan mal de la gestión K.
“Seis en el siete a las ocho” es, decididamente, un verdadero
y lamentable mamarracho, destacándose, especialmente, las intervenciones de
Orlando Barone, tratando permanentemente de defender lo indefendible.
No debemos olvidarnos de los operadores encubiertos, como es
el caso del empresario y conductor del programa radial Marca de Radio,
Eduardo Aliverti, quien tiene en su programa como columnista económico al
representante del kirchnerismo en la Ciudad de Buenos Aires, Carlos Heller y al
banco que este representa, Crediccop como auspiciante.
Aliverti, como en el caso de “Televisión Registrada”, vende
un discurso “progre”, por lo que su único fin es la propaganda de izquierda, y
cada tanto, hace que le pega al gobierno sólo para disimular y engañar a sus
incautos oyentes.
Pero volviendo al núcleo, las encuestadoras, sólo tres
merecen ser mencionadas pro su rol sobresaliente.
La primera es “Poliarquía”, cuya encuesta publicada por
La Nacion, que reflejaba que el candidato a diputado nacional por
Unión Pro, Francisco de Narváez, aventajaba por 3,1 puntos a Néstor Kirchner
en la intención de voto en la provincia de Buenos Aires fue la que mejor
pronosticó el resultado final y, como no podía ser de otra manera, había
despertado cierta polémica al ser duramente cuestionada por el oficialismo.
Las otras dos son la Consultora Equis, de Artemio
López y CEOP, de Roberto Bacman. Ambas consultoras, además de ser oficialistas y
equivocarse muy feo, cobran 50.000 pesos mensuales por su “trabajo”. Una
verdadera falta de respeto e insulto al sentido común.
En el caso del ex pizzero Artemio López, responsable de la
Consultora Equis, aseguró: “El oficialismo tiene una base de 30 puntos,
puede tener un techo y base parecido o ampliar el techo hasta los 38.7 que es lo
que obtuvo en 2005 y que es la perspectiva que yo veo para estas elecciones
legislativas de 2009″.
Además, según sus conclusiones finales, la boleta de
Néstor Kirchner y Daniel Scioli sacaría el 40,4% seguida por la dupla Francisco
de Narváez-Felipe Solá con 19,8%.
Pero la obsecuencia del ex pizzero no terminó aquí.
Artemio López, posee un blog,
http://www.rambletamble.blogspot.com donde el mismo 28 publicaba, en forma
camuflada, el boca de urna violando la ley electoral. Por supuesto que dicha
encuesta favorecía al oficialismo.
Los datos, tanto de la Ciudad de Buenos Aires como de
provincia, como dijimos, estaban disimulados y eran reproducidos con ocurrentes
dibujos que, por si no los vio, se los ofrecemos.
Capital Federal 13:45 hs
Provincia
13 hs
Provincia 17 hs
Capital Federal 15 hs
Capital Federal 16 hs
Capital Federal 18 hs
Como se puede apreciar, en ambas
encuestas, al principio se favorece más al oficialismo. Luego, para
disimular, la tendencia se va haciendo mas “cercana a la realidad”.
La otra encuestadora que destacamos, CEOP, le daba 38, 6 % a
K y 32, 3 % a De Narváez. No es casualidad que Bacman venga trabajando desde
hace años con el secretario de Medios, Enrique Albistur. Por tal motivo, la
facturación de “Tito” Bacman creció año a año desde que llegó el kirchnerismo al
poder hasta llegar a ser, como dijimos, de 50.000 pesos mensuales.
Pero al calvo encuestador le tocó, además, poner la cara por
el Gobierno el mismo domingo mientras nadie se animaba a decir lo que todos
sabían, que De Narváez había ganado.
Y mientras en el piso 19 del hotel Intercontinental Kirchner,
enfurecido, maldecía, insultaba a Cristina, le pegó un sopapo a Florencio
Randazzo y arrojó una botella de Chivas Regal contra una pared —que
Sergio Massa tuvo que esquivar y cuyo pedazo de vidrio impactó en Julio De Vido—,
el encuestador apareció y dijo, con cara de contradecir lo que estaba por
anunciar, que los únicos datos que tenían eran los de “boca de urna” y daban
ganador a Kirchner por tras puntos.
La pregunta es, ¿cuánto nos habrá costado a los argentinos
esta campaña innecesaria?
¿Cuánto nos habrán costado las miles de horas de
publicidad, páginas en los diarios, afiches en la vía pública y los cientos de
viajes en helicóptero?
Lo cierto es que, como decía el General, la única verdad
es la realidad, y la realidad se podía apreciar en la mismísima cara de los
candidatos cuando fueron a votar.
Néstor, quien seguramente sabía desde hacía tiempo que de la única manera de que podía ganar era a través de un fraude —que gracias a los medios y a la conciencia ciudadana se pudo evitar—, mostraba, ya a las 9 de la mañana el rostro de la derrota. De Narváez en la foto, cuando emite su voto, reflejaba el triunfo, ya a esa hora.
Pablo Dócimo
Artículos relacionados