Vázquez ocupó cargos en la cuestionada Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) desde la gestión Menem. La relación con Néstor Lorenzo, el denominado “Yabrán de los medicamentos”. Al sindicalista de Obras Sanitarias -cercano a Moyano- lo vinculan como el origen de una estructura de empresas para ganar millones con los reintegros de las obras sociales. Los nombres del armado que están volviendo con Bellagio y el ministro Manzur.
“El Yabrán de la mafia de los medicamentos no es Néstor Lorenzo. Ese es un testaferro. El verdadero Yabrán es Néstor Vázquez”. La frase corresponde a un ex funcionario del Ministerio de Salud que conoce al detalle el circuito que hoy explotó mediáticamente, luego del triple crimen de General Rodríguez y el impulso que le dieron a la causa las denuncias de Graciela Ocaña y la investigación del juez Norberto Oyarbide.
Vázquez ocupó cargos en la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) desde la gestión de Carlos Menem. La misma Ocaña contó que a ella le llegó "un expediente donde se nos solicita constituir un fideicomiso a favor de la Asociación Bancaria y los beneficiarios eran dos empresas, San Javier e Intermedicina, propiedad o vinculadas a Néstor Vázquez, un ex funcionario de la Superintendencia de Servicios de Salud".
Fuentes del Ministerio confirmaron a este medio que como funcionario o asesor, siempre mantuvo su línea de influencia hacia la cúpula de esa cuestionada entidad, que por estas horas se mantiene expectante mientras, a los gritos, le requieren que intervenga la Obra Social Bancaria Argentina (OSBA) –ver “El Policlínico Bancario y las pruebas del horror”-. Desde esa época mantiene contactos con las obras sociales. Pero las mismas fuentes señalan que Vázquez tenía un padrino de peso: José Luis Lingeri.
El hoy titular del sindicato de Obras Sanitarias es, según fuentes consultadas, el ideólogo de la estructura de empresas proveedoras de obras sociales que se beneficiaron con el circuito de reintegros a través de la Administración de Programas Especiales (APE). Esta oficina reparte los subsidios que reciben las obras sociales sindicales para compensar algunas erogaciones por prestaciones de alta complejidad y, a su vez, cubre el déficit que puedan tener algunas de esas entidades.
En los noventa, otro organismo se encargaba de esos fondos. Era la antecesora de la SSS, la Administración Nacional del Seguro de Salud (Anssal). Su presidente, era José Luís Lingeri. Los informantes explican que este fue el germen que dio lugar a la trama de negocios a la que, ávidos de poder y dinero, empresarios del sector y testaferros interesados decidieron sacarle más jugo aún. Así aparecieron los medicamentos adulterados.
Lingeri es, paradójicamente, un dirigente de perfil muy bajo pero de los que hoy maneja más dinero en todo el país. La administración kirchnerista, luego de la estatización de Aguas Argentinas dejó en sus manos nada menos que la administración de AySA, una de las ex privatizadas más grandes del país. Esto confirma, pese al silencio que suele rodear su accionar, su cercanía con la Casa Rosada.
Empresas y retornos
Como sea, la estructura empresaria vinculada a las obras sociales que viene de la época de Lingeri y Vázquez, coincide con la sugestiva aparición empresas dedicadas al diagnóstico por imágenes o de ambulancias.
También hay otras: la investigación que llevan adelante muchos periodistas sobre el triple crimen de General Rodríguez y sus vínculos con la campaña de Cristina Kirchner, como Christian Sanz, sostiene que Vázquez era socio de Lorenzo en muchas de sus firmas, como la hoy apuntada Droguería San Javier.
Vázquez repartía su tiempo con el cargo que le había dado Carlos Menem, nada menos que el de gerente de Prestaciones de la SSS, que ya presidía el mismo Lingeri.
En aquellos años comenzó a hablarse de irregularidades en la compra por parte de las obras sociales de insumos –como medicamentos o prótesis-, cápitas de alta complejidad y tratamientos oncológicos a un paquete de droguerías y empresas en las que se repetía el nombre de Vázquez: San Javier, Solpa S.A. y Drog Eglys.
No sólo con Menem tuvo cargos Vázquez. Según información acercada por fuentes de la salud a La Política Online, estuvo cerca de la cúpula de la SSS desde aquellos años hasta estos días. De hecho, en 2005 era uno de los candidatos a quedarse con el control de la Superintendencia. En ese momento pudo más el poder del entonces jefe de Gabinete, Alberto Fernández, e impuso a un delfín suyo, Héctor Capaccioli. Sí, el mismo señalado en la causa del tráfico de efedrina.
“No importa el gobierno que esté, yo siempre voy a estar”, dicen que se vanagloria Vázquez. Hasta aquí, nadie pudo detenerlo.
Bellagio y el equipo de Vázquez
“Vamos a demostrar que además de Lorenzo, acá hay otros dos cabecillas implicados: Vázquez y (Juan José) Zanola”, aclararon a este medio desde el entorno de Ocaña. La misma fuente confirmó que, en su paso por el Ministerio de Salud, pudieron comprobar que allí el nombre de Néstor Vázquez tiene peso propio. Pero también, que no trabaja solo.
A la redacción de La Política Online acercaron información que también señala al actual titular de la SSS, Ricardo Bellagio, como parte del entramado de Vázquez. Tanto, que desde la oficina en que lo nombró Cristina Kirchner estaría rearmando el paquete de funcionarios vinculados a Vázquez, muchos de los cuáles había “limpiado” Ocaña cuando asumió la cartera de Salud.
La lista empieza por Jorge Pedro Bustos, quien fue designado por Néstor Kirchner como gerente general de la SSS y, tras menos de un año, fue echado por Ocaña. Lo apuntan como el abogado de Capaccioli y como “el número 3”, detrás de Vázquez y el mismo Bellagio, en este “regreso” de los desplazados por Ocaña. Es conocida también la relación de Bustos con Lingeri.
Bustos renunció a su cargo junto con el mismo Bellagio. Sus renuncias fueron aceptadas por Cristina Kirchner el 7 de octubre pasado mediante el decreto 1618/08. La misma lista de salidas contenía el nombre de Oscar Cochlar, Gerente de Gestión Estratégica, a quien Ocaña también luchó para sacar.
Al regresar como superintendente, Bellagio se reunió con el ministro de Salud, Juan Manzur, y la indicó que quería llenar las gerencias y subgerencias que aún tiene vacías con estos dos funcionarios. El ministro ya firmó el decreto de nombramiento y ambos se encuentran a la firma de Cristina para ser confirmados. Así, de a poco, estos funcionarios vinculados a Vázquez empiezan a regresar a la cúpula del poder en la Superintendencia.
La lista no termina ahí. Bellagio también impulsa el retorno de Silvia Albino –sub gerente de Asuntos Jurídicos- y de Jorge Quintana, quien viene siendo designado por decreto presidencial –sin interrupciones- desde la gestión De la Rúa, para el cargo de Gerente de Informática. Desde allí maneja nada menos que la base de datos de millones de afiliados.
Estos dos, más Jorge Leguiza –en otra gerencia- completan la lista de 5 funcionarios que fuentes del Ministerio de Salud apuntan como el viejo esquema de poder en la Superitendencia que Bellagio estaría tratando de reeditar. “Ellos, con Vázquez desde afuera, son los encargados de que el engranaje con los prestadores de las obras sociales funcione”, cerró un preocupado informante.
Todos los nombres fueron apuntados por Sanz en uno de sus artículos de Tribuna de Periodistas. La Política Online se comunicó con el área de prensa del Ministerio de Salud, quienes pidieron el envío por mail de la lista de nombres designados para chequear si, fehacientemente, Manzur había firmado esos decretos. Información que, claro está, deberían poder constatar casi de inmediato. Por su parte, un funcionario de alto rango de la SSS también atendió brevemente a este medio y, cuando se le mencionaron estos nombres, apenas respondió “seguí por esa línea que vas bien”.
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