La noticia breve, sintética y hasta exultante dice así: Semanas atrás el Enemigo Público Número 1 del MERCOSUR, Rodolfo José Lorhman Krentz (alias “el ruso”, “el polaco” o “el alemán”) cayó en manos de una Brigada Especial de la Policía de la Provincia de Buenos Aires y negoció su liberación clandestina (igual cómo había sido su apresamiento) en la suma de 150.000 dólares. Lohrman pagó su propio rescate con 90.000 dólares en billetes y 60.000 en “especies”, que se supone habría sido droga, aunque el parte de inteligencia al que tuvo acceso este periodista solo menciona el término “especies”.
La prisa de “el ruso” por liberarse de la Policía es que tenía un prioritario “viaje de negocios” a la provincia de Corrientes. El delincuente por el cuál el gobierno nacional por resolución 1803 del Ministerio del Interior con fecha septiembre del 2006 ofreció una recompensa de 200.000 pesos a quien pueda aportar datos sobre Lorhman, figura además en el listado de prioridades de INTERPOL, la DEA, la Policía del Paraguay y prácticamente todas las fuerzas de seguridad del MERCOSUR.
Dos de los secuestros mas resonantes de Lorhman fueron el del joven correntino Cristian Schaerer ocurrido el 21 de septiembre del 2003 y el de Cecilia Cubas, hija del ex Presidente del Paraguay, Raúl Cubas. Raptos extorsivos, golpes comando de gran escala y otros delitos conexos hicieron que el “ruso” Lorhman ascendiera a la pole position entre los delincuentes mas buscados por agencias nacionales y extranjeras de seguridad. En el 2007 el gobierno amplió la recompensa por su captura a la suma récord de 100.000 dólares.
Seguir con las andanzas de Lorhman sería entre escabroso y repetitivo, lo mismo que nombrar algunos de sus ex socios en ese raíd inacabable de episodios delictivos. Casualmente —o no— muchos integrantes de sus bandas murieron o fueron atrapados en diferentes circunstancias (Cristian “El Higado” Muñoz, Horacio “Lala” López y Sergio “Negro Sombra” Leiva entre otros). Y hasta se dice en ámbitos policiales que el misterioso crimen de Pablo Metica, hallado muerto en el baúl de un Mercedes Benz semanas atrás, y que se encontraba prófugo de la Justicia acusado de participar en el secuestro del padre del actor Pablo Echarri tiene vinculación con un ajuste de cuentas entre la gente —policías y criminales—, vinculados al ruso Lorhman.
La novela del Ruso y la Bonaerense
Hasta aquí el resumen del personaje y su historia clínica en el mundo del delito. Y aquí viene la trama cinematográfica —pero absolutamente verídica— de cómo sucedieron los hechos a los que aludimos al comienzo del informe.
Semanas atrás, un grupo de policías que actúan en la Brigada de Quilmes, en colaboración con 2 uniformados de San Martín, tuvieron la información que un delincuente estaba por abandonar un asentamiento de José León Suárez en el que se encontraba refugiado. No tenían su identidad, solo la descripción del auto en que abandonaría la zona. El personaje a quien iban a buscar tenía urgencia por viajar al Litoral y su salida del aguantadero parecía inminente. El plan era simple: atraparlo, cobrarle peaje por la liberación, repartirse el dinero del rescate y cada uno seguir en la suya.
Eso hicieron al identificar el auto, lo detuvieron y encontraron al prófugo —hasta ese momento no sabían de quien se trataba— escondido en el baúl. Los brigadistas de la bonaerense lo llevaron hasta el Mercado Central, donde entró a tallar lo que en el argot policial se denomina “la externa” (polis de calle que actúan de civil en el área del Mercado). Alguien descubrió entre los agentes que el delincuente era un pescado grande, no una simple mojarrita. Lo llevaron a una “hotelería” que “la externa” utiliza en el Mercado Central, dejaron ir al lugarteniente de Lorhman para que fuera a buscar el rescate. El hombre—lugarteniente volvió en menos de 12 horas con los 90.000 dólares en billetes, los 60.000 en “especies”, se los entregó a los captores y los dejaron partir.
Pero ese fue el comienzo de otra interna que hizo que esta operación no quedara entre los policías actuantes. Los jefes del operativo dijeron que habían cobrado solo 20.000 pesos, escondiéndole a sus subordinantes y socios en esta movida la identidad verdadera del apresado y la cifra pagada. Un “garganta profunda” del grupo se fue de boca y el asunto casi termina a los tiros entre los policías engañadores y los engañados. La noticia de que el Ruso Lorhman había pagado por su liberación llegó hasta el mismo despacho del Ministro de Seguridad Stornelli. Pero ya la impotencia del ex fiscal por manejar la relación con la policía y el crimen en la Provincia de Buenos Aires es tan grandilocuente, que como en otras ocasiones el Ministro y su gente cruzaron los brazos, fruncieron el ceño y siguieron con las nimiedades a las que nos tiene acostumbrado el sciolismo en pleno. Entre otras cosas, hoy la prioridad de Stornelli es pincharle los teléfonos y los correos electrónicos al “valet parking” periodístico del kirchnerismo, el ex rabino Sergio Spolzky. Parece que las revistas del gobierno tratan con cierto desprecio a Daniel Scioli y su gente, y en eso andan trabajando los popes en seguridad allende la General Paz.
Este guerra interpolicial por el “caso Lohrman” amenaza terminar con violencia si entre el grupo partícipe de la captura no se distribuyen equitativamente los verdaderos valores pagados por el delincuente para ser liberado.
Y otro capítulo mas de esta novela. ¿Qué negocio delictivo a la altura de sus antecedentes estaba por hacer Lorhman Krentz en Corrientes que estuvo tan urgido por liberarse cuando lo capturó la bonaerense..?
Un paréntesis: suponer al ruso moviéndose libremente por esa provincia siendo buscado por toda la policía del territorio, es como imaginar a Bin Laden saliendo de compras en pleno centro de Manhattan. O sea, algo imposible sin protección política y por consiguiente, también policial.
Se sabe que el ruso Lorhman tiene un sobrino trabajando en el área de comunicaciones de la Policía Bonaerense y otros familiares distribuidos en lugares estratégicos de esa fuerza de seguridad. Pero tampoco corresponde ponerlos bajo sospecha solo por portación de familiaridad con el delincuente.
Pero en la provincia de Corrientes, su tranquilidad para movilizarse por el Litoral con absoluta impunidad siempre llamó la atención de quienes siguieron sus movimientos. Siendo el criminal mas buscado del MERCOSUR... ¿jamás la SIDE pudo dar con su paradero..?
¿Qué episodio criminal de la talla de los que movilizan al Ruso sucedió en Corrientes en los últimos tiempos?
La respuesta es una sóla. La muerte —crimen disfrazado primero de suicidio— del publicista del Gobernador de esa provincia, Hernán González Moreno.
Para algún experto en Homicidios de la Policía Federal, que el Ruso Lorhman sea un protegido del gobernador correntino Arturo Colombi no suena a extravagancia periodística, y mucho menos después de la muerte de González Moreno. Y que hubiera tenido alguna responsabilidad en el crimen es algo que cabe en el mapa hipotético de varios policias expertos consultados por este portal.
Después del episodio de su negociación con la bonaerense y de la muerte de González Moreno, se cree que esta historia tendrá otras sagas imprevistas. Iremos tras ellas.
Jorge D. Boimvaser
Especial para Tribuna de periodistas