La controvertida diputada nacional y defensora por excelencia de todas las políticas judiciales kirchneristas, Diana Conti, la cual se confiesa “seducida convictivamente” por los Kirchner; en las últimas horas ha sido víctima de sus propias declaraciones que parecen haberla llevado de estrella polítiKa a estrellada. Es que no parecen haber sido para nada felices los comentarios de “la Negra”, como gozan llamarla sus amigos, contrapuestos a la bandera de defensa de derechos humanos que parece levantar.
En una entrevista dada en el día de ayer a Alfredo Leuco y Pepe Eliaschev, además de ensalzar con profusa admiración al matrimonio Kirchner, en donde empezó con bolufrases como: "Yo creo que cuando Néstor y Cristina Kirchner compraron terrenitos en El Calafate, no tenía en mente que iba a ser presidente de la Nación", entonces Alfredo Leuco debió advertirle con cierta vergüenza: "Kirchner ya era presidente cuando compró los terrenos… ya era presidente", afirmó el periodista. Pero lo peor aún estaba por llegar cuando luego de un fuerte cruce de palabras con Eliaschev sobre el modelo stalinista, este intenta frustradamente hacerla subsanar “su defensa a uno de los peores genocidas del Siglo XX, responsable de más de 20 millones de muertos”, la diputada remató: "si, soy stalinista, defiendo a Stalin y puede decirlo que lo firma Diana Conti......"
Denuncia apología y otros delitos de acción publica.-
Excma. Cámara Federal:
Enrique A. PIRAGINI, abogado, por sí y por A.R.I.E.L. somos todos.ong (Reg. CENOC Nº 10427), constituyendo domicilio procesal en Uruguay 485, p. 3º “R02” (zona 119, 154-159-8401), a V.E. digo:
Vengo a promover esta denuncia, por apología del delito contra la actual Diputada Nacional DIANA CONTI, y por violación a la ley de Etica en
Como si no bastara con el desprecio hacia las leyes, que vienen realizando las autoridades del Ejecutivo, se suma el despropósito de una persona que se supone lucha por los derechos humanos y representa al pueblo en su calidad de Diputada, sin embargo demuestra con sus acciones su intolerancia, sumándose a ello la inoperancia de los funcionarios que deberían haber impulsado las denuncias judiciales y administrativas correspondientes.
Por si algún desprevenido no ha tomado conocimiento de esta noticia, incorporo a continuación notas aparecidas en el diario perfil.com a título ilustrativo:
Perfil.com del día 11/02/2010
“Tras sindicarse la diputada Diana Conti como “stalinista”, las voces de repudio al régimen que entre los años ‘20 y ‘50 gobernara
Consultado por Perfil.com, el intelectual, quien en principio aclaró que no opinaría sobre Conti al no haber podido escucharla, admitió que “en todo espacio de izquierda” la etapa stalinista de
Lejos de toda ambigüedad, enseguida el filósofo dejó bien en claro cuál es su postura en esos debates: primero, dijo que “el stalinismo fue una excrecencia en la historia de la izquierda”; luego, lo calificó como “un horror, que le hizo un daño terrible en todo el mundo” a los movimientos progresistas.
Justamente por ese efecto negativo que según él tuvieron en la proliferación de verdaderas corrientes liberadoras, para Forster en vez de generar apoyo o empatía las políticas totalitarias del dictador soviético debieran producir un repudio unánime por parte de “cualquiera que reivindique una política de izquierda”.
“Stalinismo equivale a burocracia, dogmatismo, ceguera, terrorismo ideológico y censura, y por eso en mi opinión sólo puede ser repudiado”, finalizó diciendo el filósofo.-
Luego de que la legisladora K lo reivindicara en TV, conviene repasar la vida del político (y genocida) ruso. Por Ricardo López Göttig (*) | 09.02.2010
Una de las definiciones más sorprendentes de este tórrido estío del Bicentenario, es la que brindó Diana Conti, diputada nacional y miembro del Consejo de
Stalin continuó y afianzó los rasgos totalitarios que se iniciaron durante la revolución bolchevique de noviembre de 1917, la que cercenó la posibilidad de que surgiera una república democrática en Rusia tras la abdicación del Zar Nicolás II en febrero de ese año. Ya con el liderazgo de Vladimir Ilich Lenin se fueron dibujando los principales rasgos de lo que habría de ser
A la muerte de Lenin, se inició una cruenta lucha por el poder dentro del partido único, que costó las vidas de los rivales de Stalin, quedando este como líder absoluto e intérprete inapelable de la doctrina marxista-leninista. Durante su dominio sin límites, los organismos de seguridad interna rivalizaron con el ejército y el partido, cada uno buscando los favores del omnímodo secretario general.
Bajo su puño de hierro, se estima que murieron unas veinte millones de personas, víctimas de sus políticas de reforma agraria, industrialización, purgas de supuestos “enemigos de clase” y “complots” contra la construcción del socialismo en
La “deskulakización” y la creación de las granjas colectivas (koljoz) fue el primer paso para concentrar la principal fuente de riquezas de Rusia para dar el salto a la industrialización pesada. A esto, le siguieron las deportaciones masivas de minorías nacionales, como los tártaros de Crimea que fueron desplazados al Asia central. Pero como los resultados de los planes quinquenales distaban mucho de acercarse a las cifras de producción establecidas arbitrariamente por Stalin, siempre se buscaron a los “enemigos de clase” responsables de “sabotajes”, por lo que se perfeccionó el sistema de campos de concentración que se había establecido ya en tiempos de Lenin, conocido como el GULAG.
En las purgas de los tiempos de Stalin se montaban grandes juicios espectaculares sin las más mínimas garantías procesales, que terminaban en fusilamientos o con trabajos forzados en la lejana Siberia. A tal punto se redujo la población de
La sombra de Stalin se proyectó hacia Europa: por su acuerdo de no agresión con el régimen de Hitler, el pacto Ribbentropp-Molotov de agosto de 1939, ambos regímenes totalitarios se repartieron varios países de Europa oriental, a saber: Polonia, Lituania, Letonia, Estonia y la región de Besarabia, que fueron invadidos en breve tiempo. Con la invasión alemana de 1941,
En 1953 murió en circunstancias extrañas y quizás se lo dejó morir por parte de los miembros de su círculo más cercano, cuando estaba a punto de comenzar una nueva purga de carácter antijudío. El legado de Stalin fue criticado incluso por los propios miembros del PC soviético, un proceso que tuvo como puntapié inicial al célebre informe presentado por Jrushchov en el XX congreso en 1956, en el que expuso los crímenes realizados contra miembros del partido comunista. Las víctimas fuera del partido no interesaban…
La memoria no puede desfallecer ante estos genocidios. Es una historia de horror, opresión y tortura. Stalin fue uno de los grandes genocidas y enemigos de la sociedad libre de la era contemporánea, y así es como debe ser recordado, para que su modelo criminal no se repita”.
(*) Doctor en Historia y Director del Consejo Académico de CADAL.
Se solicita la designación de juzgado instructor y pido asumir el rol de querellante, en aras del interés difuso ínsito en el art. 43 de
Pido se certifique mi condición de Presidente de la ong A.R.I.E.L. somos todos (Argentina Recupera Idoneidad en Libertad) a través de la página oficial del Ministerio de Desarrollo Social de
Proveer de conformidad,
Será afianzar
Enrique A. Piragini
Abogado