Ya promedia febrero, y diluvio metropolitano mediante, la pareja gobernante continúa con su sempiterno show del cual millones de argentinos son público involuntario y sufriente. Luego de la operación de la carótida a la cual fue sometido el Gran Pingüino Mayor Néstor I, mantenida celosamente en secreto hasta el extremo de no filtrar ni una foto alusiva, prosiguió la ya cansina tarea de demolición de la oposición y de lo poco que aún resiste de la prensa independiente. Desde cualquier púlpito, sea en el conurbano bonaerense o en su Santa Cruz, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner la emprende contra los políticos que están de la vereda de enfrente, los medios y el Grupo Clarín en particular. Estas diatribas son luego sostenidas y aumentadas, por la noche, por el inefable y circense 6, 7, 8, cuyos integrantes las repiten hasta el hartazgo ajeno cuidándose de no mencionar, ni de pasada siquiera, la inflación galopante, la inseguridad asesina y el desempleo endémico.

Muy por el contrario, siguen insistiendo con esa cantinela, amparándose en la supuesta gestación de un golpe inminente militar-judicial-agrario-opositor-mediático, que inexorablemente acabará con este gobierno nacional y popular, del cual emergerá, figurita repetida, Julio Cobos para completar el mandato vacante hasta diciembre de 2011.

Delirios al margen, por más que contraten legiones de cybermilitantes rentados para que en la web intenten repuntar la desastrosa imagen oficial, seguirá creciendo el descontento social al ritmo de los aumentos de precios, la truchada del plan Argentina Trabaja y la exclusión imparable.

Ajeno a este panorama, el ministro de Economía Amado Boudou declaró el martes por la noche a C5N  que ‘’el Gobierno intervendrá para evitar una suba desmedida del precio de la carne”. Además, estimó que los precios “se revertirán pronto”. En declaraciones al programa  Longorbardi en Vivo, de C5N, Boudou volvió a insistir sobre la importancia que tiene el Fondo del Bicentenario para reactivar la economía del país y, en ese sentido, advirtió: “Necesitamos bajar las tasas de interés de las inversiones”.

Para el ministro, volver a los mercados internacionales “a cualquier precio, no tiene sentido”. “No volveremos a endeudarnos a tasas muy altas, como del 14 por ciento de interés en plena crisis socioeconómica”, señaló.

Y subrayó que, en este marco, "es urgente encarar un proceso de inversión a tasa más baja, así como impulsar medidas de gran racionalidad económica". Para alcanzar esa meta, bogó para que en el Banco Central haya más coordinación con el Gobierno “que no puede ir a contramano de la economía".

“Esperamos que haya mayor coordinación entre el Banco Central, ya que no puede ir a contramano de la política económica”, indicó Boudou. E insistió en que lo que necesita la Argentina es “un fuerte proceso de inversión privada que genera empleo en todo el territorio, porque las oportunidades laborales son el mayor desafío del país".

Boudou también opinó que empresarios y sindicatos deben discutir "con racionalidad" los posibles aumentos salariales en la negociación paritaria. Además, negó que la Argentina sufra "una suba generalizada de precios" de los productos alimenticios, aunque reconoció que la carne vacuna registró "un fuerte incremento" en las últimas semanas.

"No esperen ningún salto brusco del dólar. Trabajamos para que aumente la oferta de bienes y servicios, y será importante el esfuerzo que empresarios y trabajadores realicen en la negociación paritaria”. Comentó también.

Al respecto, Boudou dijo que la discusión en el ámbito del Ministerio de Trabajo debe darse "con racionalidad". Según el funcionario, la negociación de salarios en paritarias debe ser "un trabajo de todos" los sectores involucrados, aunque evitó expresar su opinión acerca de sindicatos que pedirán un incremento superior a 25 por ciento.

Boudou señaló que la Argentina encara "un año en el que va a haber un fuerte crecimiento" económico, y expresó que el gobierno nacional avanzará hacia un "fuerte proceso de inversión en el sector privado".

"Vamos a tomar medidas que permitan el acompañamiento del sector privado. La inflación tiene que ver con cuestiones estructurales de la economía, por eso vamos a aumentar la oferta de bienes y servicios". Todo un malabarista de la dialéctica, pero absolutamente alejado de la realidad cotidiana que se trasunta en las caras de espanto de quienes advierten como aumentan los precios de los productos básicos en las góndolas.

Postales de otras épocas

Hace un par de semanas, uno de los propietarios de un autoservicio chino del barrio porteño de San Telmo discutía con un proveedor de productos lácteos:

‘’-¿Otro aumento?

-Sí, loco, qué querés que le haga...

- Nada, vos sos empleado. Pero entendé que si esto sigue así, cliente no compra, y yo no vendo’’

Sabiduría de estaño, de la mejor y en clave oriental.

Por más que esta clase parasitaria y clientelista prosiga con los denuestos hacia los nostálgicos del Proceso y los 90, década en la cual hicieron pingues negocios, la semejanza con el funesto diciembre de 2001 es cada mes más tremenda. Mientras se escriben estas líneas, nuevamente piqueteros anti K cortan el tramo sur de la avenida 9 de Julio en demanda que se acabe de una vez el manejo clientelar del citado plan laboral oficial. Como telón de fondo, se cierne el decreto presidencial que exige un permiso para todos los buques que tengan como destino el disputado archipiélago malvinense. Detrás de las bravatas y los discursos altisonantes, se yerguen amenazantes los recuerdos del helicóptero de De la Rúa y el fantasma de Galtieri.

Y la avispa caroteideana noventista menemista, sobrevuela la pingüinera revuelta trayendo novedades de los fondos santacruceños que siempre están volviendo al barrio, como Pichuco.

Fernando Paolella