Despotrica contra el imperialismo, pero se muere por una foto con Barack Obama. Habla en contra del FMI y los “fondos buitres” que saquean al país pero se desvive por ser la primera en pagarles.
¿No es contradictorio el discurso de Cristina Kirchner? ¿Será que sólo le interesa conformar a la “gilada” vernácula, que la cree realmente progresista?
Antes de la foto con Obama, la Presidenta fue elogiada por la secretaria de Estado nortamericana, Hillary Clinton, quien afirmó que "la Argentina es un líder global en el área de no proliferación (de armas nucleares)", y al mismo tiempo "es un actor importante en el mercado internacional legítimo de tecnología nuclear pacífica".
¿Qué tanto puede enorgullecerse Cristina de haber sido elogiada por los mismos que ella defenestra toda vez que puede?
Lo más triste es que Cristina mendiga un cariño que EEUU no le profesa. Obama sólo le dio un frio saludo para la foto, pero se negó a recibirla para dialogar como ella tanto solicitó a través del obsecuente embajador Héctor Timerman.
Sólo el kirchnerismo puede ver un éxito en el constante ninguneo de gente tan impopular como los funcionarios norteamericanos.
Carlos Forte