La riqueza de lo que debería haber sido el debate por la inclusión al derecho de dos personas del mismo sexo que deciden hacer vida en común, lamentablemente tiende a naufragar cuando lo que manda es el apuro que impone la politiquería.
En este contexto, resulta imposible medir acabadamente la madurez que hoy tiene la sociedad para calibrar la profundidad de los cambios que se proponen.
La instalación de este tema tan controvertido quizás para ganar un punto a favor o para tapar cuestiones que tienen al oficialismo en el ojo de la tormenta, ha sido un condicionante más de esta divisoria de aguas donde las cosas se juegan a suerte y verdad, tal como le gusta especialmente al diputado Néstor Kirchner.
Y si bien es imposible pensar que no hay política detrás de una decisión que deberán tomar a conciencia los representantes de la sociedad, la cosa se torna más vidriosa cuando lo que manda es el oportunismo, situación que no hace más que tensar y retensar las posturas bien extremas.
La inevitable división en una cuestión tan controvertida se nota no sólo en las consignas de los más respetuosos, sino que de modo preferente se da en los conservadores de ambas veredas, imposibilitados ya de acercar posiciones, a quienes se nota cada vez más proclives al insulto fácil o a la bajeza discriminatoria.
La cosa no es menos tajante en el Senado, donde la situación puede terminar o bien en una aceptación plena de los cambios a
La necesidad política de avanzar a como fuere lugar con el proyecto tal como ha llegado de
Este es el caso de los consanguíneos o de simples amistades que hacen de la asistencia y el cuidado del prójimo también un acto de amor, como por ejemplo dos hermanos que llegan a la vejez subsistiendo cada uno con su pensión. Al fallecer uno de ellos el otro no puede ni podrá percibirla.
Y después están las adopciones, donde tampoco hay demasiada claridad sobre el proceso actual ni el que podría sobrevenir, sobre todo porque se necesita un cambio drástico en
Tan de blanco o negro viene la cosa, que a nadie se le ocurrió proponer que por ahora se avance con ciertos cambios estructurales y que se deje para más adelante otros de más difícil digestión.
Sin embargo, en vez de encararlos tal como la sociedad hoy los puede tolerar, la orden es que hay que hacerlos como manda la política de coyuntura: al todo o nada.
Hugo Grimaldi
DyN
Vamos hijos de la patria/ el día de la gloria ya llegó/ Contra nosotros la tiranía/ el estandarte sangriento elevó… (sigue… y cómo!!) [En su idioma original (fragmento): Allons enfants de la Patrie/ Le jour de gloire est arrivé!/ Contre nous de la tyrannie/ L'étendard sanglant est levé]
me permito cambiar el titulo del articulo: la politica k del todo y nada se van a llevar todo y no van a dejar nada al lado de estos buitres carlitos menem parece un carterista principiante
impecable artículo de Grimaldi!
Estimad@s foristas: Lo mas alarmante no es que la política K sea siempre una política de confrontación, división, que sea dispersiva y se use como cortina de humo para ocultar la gravedad de los problemas que nos aquejan. Lo alarmante es que la oposición baile al son de la música que toca esa política. Pero mas alarmante todavía es que se instalen debates tan duros como el que viene dando sobre el matrimonio gay, sin advertir que se está entrando en el juego que esa política propone, con sus propias reglas de enfrentamiento, división y generación de conflicto, en los que participa una buena porción de la sociedad. Hoy la Argentina parece un conjunto de títeres que se mueven siguiendo los hilos del titiritero K. Saludos a los señores periodistas y a mis amig@s foristas. Jorge A. Rodriguez
Estimado J.A.Rodriguez: La principal causa del tremendo despelote creado en torno a esta, para mí, insignificante por la minoría de personas que afectaría, es la tremenda estupidez de la mayoria de los argentinos. Como ya dije en otro foro, me gustaría ver aplicadas la energía, pasión y capacidad organizativa empleadas para organizar las marchas en pro y en contra de esta ley, en asuntos más im`portantes, como por ejemplo, la actividad de las mineras en la cordillera,´que afectan y seguirán afectando en el futuro a muchísima más gente que la que se ve afectada por esta cuestión del matrimonio gay. Realmente me asombra el tenor y la cantidad de estupideces que he visto publicadas, como opiniones sesudas, sobre un tema que, para el sentido común no debería moverle un pelo a nadie. ¿Estoy tan equivocado que parezco ser el único que piensa así?. Saludos.