Luego de la muerte por cáncer del comandante fundador de la guerrilla de la FARC, Pedro Antonio Marín, alias “Tirofijo”, en el 2008, y de Raúl Reyes, vocero de la organización muerto en un ataque aéreo perpetrado por las fuerzas de seguridad colombianas en ese mismo año, la cabeza de la organización parece haber quedado desmembrada.
En dos años, se logró hacer tambalear a la guerrilla más longeva de América Latina, por lo que el pronto deceso de Jorge Briceño Suárez, o el “Mono Jojoy", estaba predestinada. Sin embargo, dicha muerte no dejó de sorprender a una población colombiana que lo aborrecía con severidad.
Nacido en 1953, e hijo de un guerrillero liberal, vivió desde niño el ambiente de la guerra. Le decían "el mono" en tono irónico porque cuando pequeño era un niño bastante rubio y se le escondía a Jacobo Arenas, uno de los líderes históricos de las FARC, de las clases de comunismo. Cuando Arenas le gritaba "mono", el niño guerrillero contestaba risueño, "jojoy".
A los 22 años entró a las FARC y, en los últimos 20 años, fue uno de los guerreros más respetados de esa organización. Desde 1993 se convirtió en uno de los miembros del secretariado de las FARC entre un grupo elite de cinco hombres, los mejores en el campo político -militar. Además, el bloque de Jojoy también es el brazo financiero de las FARC y el que más plata administra del negocio de la coca.
Jojoy fue el triste responsable del ataque a las Delicias, donde murieron 60 militares, de la bomba en el Nogal, y de la racha de los secuestros de soldados. Ferocidad comprensible de alguien que se crió en las FARC. Jojoy era respetado y querido por sus compañeros porque no había venido de la ciudad a la guerrilla, sino que había nacido en su seno y era un campesino y combatiente como el resto de la tropa.
Creía firmemente en el triunfo militar y apoyó a Tirofijo en su plan de secuestrar personajes para canjearlos por sus combatientes en prisión. Fue el creador de las famosas cárceles de alambres de púas en medio de la selva y había quedado al mando luego del fallecimiento de Reyes y del propio Tirofijo.
Es dable recordar que durante el año pasado, el Mono Jojoy, aseguró que esa organización terrorista contribuyó a la financiación de la campaña presidencial del mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, en 2006.
"El símbolo del terror en Colombia ha caído, esto es una noticia histórica. Es el golpe más contundente que se ha dado a las FARC en su historia", expresó en el día de ayer el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos. El campamento bombardeado por un comando conjunto de las fuerzas militares, fue calificado por el ministro de Defensa Rodrigo Rivera, como el campamento "madre de todos los campamentos de las FARC". El Mono Jojoy fue el objetivo de las fuerzas militares durante años, y su muerte es, sin duda alguna, un duro golpe a esa organización.
Luego de 46 años de lucha armada, esa agrupación ha perdido sus más importantes regentes y uno de los encargados de la logística de los secuestros.
Por estas horas, familiares de policías y militares secuestrados por las FARC se declararon preocupados por su suerte y temen que se tomen represalias contra ellos por la muerte de Jojoy.
Según un informe, desde 1996 hasta diciembre de 2007 hay 2.801 personas en cautiverio, de los cuales, el 25% está en manos de las FARC.
Eliana Toro
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