Menem, de licencia con goce de sueldo
El senador riojano Carlos Menem volvió a pegar el faltazo a la sesión de la Cámara alta, en esta oportunidad para debatir el proyecto del 82 por ciento móvil para las jubilaciones, y nuevamente por motivos de salud.
Según dejaron trascender fuentes parlamentarias, Menem debió ser sometido a una operación por un problema de próstata y por eso el cuerpo del Senado lo habilitó para tomarse un mes de licencia con goce de sueldo.
Sin embargo, el ex presidente hace tiempo que no concurre a las sesiones y, de hecho, se ausentó en 14 de las 17 que hubo en lo que va del año.
Con algunos de esos faltazos favoreció al oficialismo, mientras que, en una de las pocas oportunidades en que ocupó su banca, fue para abstenerse en la votación del pliego de la titular del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, con lo que le facilitó la victoria al Gobierno.
De política y radares
Estaba todo preparado para que Nilda Garré dejara inaugurado un centro de vigilancia aérea en Resistencia después de la instalación de dos enormes radares militares "donados" por España, según indicó la ministra de Defensa, aunque en realidad para la "madre patria" se trataba de tecnología de descarte.
Lo cierto es que Garré había llegado desde Buenos Aires para el acto, acompañada por jefes de la Fuerza Aérea, y en una calurosa tarde chaqueña esperaba el comienzo de una videoconferencia con la presidenta Cristina Kirchner cuando, de pronto, un tremendo susto sacudió a los organizadores del show.
"Che, se paró el radar", exclamó preocupado un oficial, con la mirada puesta en uno de los dos dispositivos que Garré tenía previsto inaugurar. "Uy, sí", le comentó otro, aunque segundos más tarde el aparato volvió a funcionar, para que les volviera el alma al cuerpo a los jefes militares.
Uno de ellos, al término del acto, comentó entre colegas que en un principio el centro de vigilancia iba a ser instalado en Corrientes, pero por "presiones políticas" se mudó al Chaco, para cobrar vida en Resistencia.
"En Corrientes sólo se necesitaban dos pisos para que pudieran funcionar bien los radares y no cuatro, como acá. Pero por presiones políticas los pusieron acá", indicó.
El juego de la silla
Luego de más de un mes sin conseguir quórum para sesiones, la oposición de la Cámara de Diputados logró superar los 129 legisladores que se necesitan para iniciar el debate. La emoción de los referentes del arco anti K se tradujo en aplausos y griterío. No obstante, a la diputada de la Coalición Cívica, Patricia Bullrich, le quedó un sabor amargo. Luego de estar entre los primeros que arribaron al recinto, Bullrich esperaba cerca de su banca para sentarse y ser la encargada de marcar el ansiado número de 129. Sin embargo, el jefe de Proyecto Sur, Fernando "Pino" Solanas, le arruinó el festejo y se quedó con el título de haber sido el 129, pese a que llegó casi sobre la hora.
Sucedió que cuando se contaban 128 en el recinto, algunos opositores le hicieron señas a Bullrich para que se ubicara. La diputada corrió a su banca, al igual que Solanas, que finalmente le ganó de mano.
Del amor al odio
El canciller Héctor Timerman y el diputado del PRO, Christian Gribaudo, se cruzaron varias veces esta semana a través de la red social Twitter, de la que ambos son usuarios habituales. Las diferencias comenzaron por el reclamo formal argentino ante la ONU por los ejercicios militares británicos en las Islas Malvinas.
"La Argentina necesita una política exterior con políticas proactivas sobre Malvinas. Héctor Timerman teléfono!!", apuntó Gribaudo. El canciller respondió: "¿Se podrá esperar algo de la oposición, Sociedad Rural y Grupo de Enlace en defensa de la soberanía?".
Luego, Timerman siguió: "Colaboro pidiendo que Macri pinche los teléfonos en las Malvinas". Sin embargo, la charla fue cambiando de tono y finalmente, aunque con una dosis de ironía, se recomendaron libros. "El Club de los Siete Secretos de Enid Blyton. Un historia de chicos detectives que hará las delicias de Mauricio y sus amigos", aconsejó el canciller y Gribaudo respondió: "Cuando termino de leer el de Nancy Drew prometo retomar mis lecturas de Blyton".
"Eso, tratá de leer un libro", agregó el canciller.
Ausente con aviso
La cena anual de recaudación de fondos del Instituto Lebensohn reunió a 400 radicales en el Salón Palais Rouge del centro porteño y, aunque no participó, el vicepresidente Julio Cobos grabó un mensaje que se proyectó durante el encuentro en pantalla gigante.
"Queridos correligionarios y amigos, no puedo estar allí con ustedes en la cena porque me encuentro en Córdoba, pero les quiero hacer llegar un saludo muy grande", señaló el vicepresidente en el arranque de su mensaje.
Todo muy lindo si no hubiera sido porque de fondo la imagen mostraba que el vice no estaba en la provincia de las sierras, sino en su despacho en el Senado de la Nación, en el barrio porteño de Congreso.
Fuente NA
Redacción Tribuna de Periodistas