La primera línea empresaria del país que participó del Coloquio de IDEA no duda de que Cristina Kirchner será la candidata del oficialismo en las elecciones del 2011, y lo ve a Néstor en la competencia por la gobernación de Santa Cruz.
Sin embargo, se entusiasman con alguna chance que pueda tener Daniel Scioli, a quien, con ironía, llaman "la esperanza blanca", dejando en claro sus preferencias.
Aunque admiten que, difícilmente, los Kirchner le dejen liberada la pista presidencial para que aterrice en la Casa Rosada, y que su destino estará en la puja por la reelección a gobernador.
Scioli volvió a convertirse en un hombre de confianza en el universo empresario y hasta colocó varios de los suyos en las deliberaciones realizadas en Mar del Plata.
Su participación en la cena inaugural de este tradicional encuentro empresario, mostró cierta autonomía de vuelo con respecto a su jefe político.
Basta con recordar que hace cinco años, el ex ministro Roberto Lavagna debió renunciar a su cargo tras participar de este encuentro. Si bien, ya antes había caído en desgracia dentro del universo kirchnerista.
La presencia de Scioli animó a varios hombres de negocios a pensar en una ruptura con el oficialismo y en posible salto hacia el Peronismo Federal, en donde aún no aparecen los candidatos con verdaderas chances.
Para los empresarios y políticos que participaron del Coloquio, los tantos se comenzaron a aclarar cuando el ex presidente anunció que volverá a radicar su domicilio en Río Gallegos.
El mensaje en aquel acto se dirigió directamente a Scioli, al garantizarle así que no tendrá colectoras en la provincia y de esta forma se deberá convertir en la posible carta de triunfo en la provincia.
Otra cuestión será en cada municipio bonaerense, donde, ahí sí, necesitará de colectoras en diversos distritos para tributar a las listas del oficialismo.
Un empresario que supo conocer en detalle la función pública lamentó que la fragmentación de la oposición le brinde al kirchnerismo otra oportunidad de continuar en el Gobierno.
Es en este marco, que el voto de desempate a favor del 82 por ciento para las jubilaciones, ley vetada en tiempo récord por la Presidenta, le da a Julio Cobos un nuevo impulso para volver a soñar en su candidatura.
El vicepresidente fue durante dos años, precisamente desde la resolución 125 de retenciones agropecuarias, el referente casi indiscutido del arco opositor.
Pero luego apareció Francisco de Narváez y su victoria sobre en tierras bonaerense y luego el triunfo de Ricardo Alfonsín en las internas radicales fueron eclipsando la imagen del mendocino.
Hasta encargó relevamientos de opinión en su propia provincia, que ratificaran ese achicamiento en su imagen positiva y la suba de sus rivales inmediatos.
Es por eso que su nuevo voto desempate lo pone otra vez en carrera, y eso se notó en el Coloquio de IDEA, donde varios empresarios aplaudieron en la madrugada del jueves la nueva derrota que su voto le propinó en el Senado al kirchnerismo.
Y al mismo tiempo, por el costo político que le puede significar a Cristina el veto a una ley tan sensible para los jubilados, más en estos tiempos de deterioro rápido del poder adquisitivo como consecuencia de la inflación.
En el oficialismo se apostó por el veto "relámpago" para evitar los mayores daños posibles, ya que el correr de los días hubiera acrecentado la presión social y política a favor del 82 por ciento móvil.
Sin embargo, no será sencillo que todas las cuentas queden impagas si se tienen en cuenta las crecientes necesidades económicas del sector pasivo.
Y esto lo sabe el líder de la CGT, Hugo Moyano, quien en el masivo acto realizado en River Plate le pidió a la jefa de Estado "un esfuerzo más" por lo jubilados.
Toda una demostración de fuerza la que brindó Moyano al llenar el principal estadio del país y de esta forma convertirse en uno de los dirigentes con mayor capacidad de movilización, un valor preciado para alguien que ya no titubea en hacer volar sus sueños presidenciales.
Por lo pronto, el año que viene hará pesar este poder de convocatoria a la hora de sellar las listas del Frente para la Victoria.
Ya lo dice en cada oportunidad que puede: "La CGT deberá recuperar el 20 por ciento que históricamente le correspondió al movimiento obrero".
Mientras tanto, en una semana complicada, el Gobierno pudo esconder la derrota en el Senado porque todo el mundo centró su atención en el fatigoso rescate de los mineros chilenos, puestos por la prensa en general como ejemplos de unidad y solidaridad, valores que, al parecer, escasean de este lado de la cordillera.
Daniel Casal
NA