El ministro de Economía argentino, Amado “Aimè” Boudou, resulta ser el personaje emblemático del kirchnerismo gobernante. Tiene, al igual que muchos funcionarios nacionales actuales, la extraña virtud de cultivar un perfil “progre”, “nacional y popular”, a pesar de ser hijo político espiritual de Álvaro Alsogaray, una especie de María Julia o Adelina en versión masculina.

Pero lamentablemente el mencionado ministro parece sufrir de esquizofrenia o, caso contrario, de una incontrolada adicción a la mendacidad. Cualquiera de las dos condiciones parecería inhabilitarlo para el delicado cargo que ocupa. Lamentablemente también, este diagnóstico afecta también a algunos de sus colegas, que avalan sus torpes declaraciones, rayanas en el delirio patológico.

Lo terrible de todo esto es que el mismo gobierno difunde documentación oficial que respalda esta evaluación, y hasta la misma presidente parece avalar todo este desorden que afecta a su subalterno.

1. En primer lugar, en forma oficial, el kirchnerismo gobernante ha admitido ante el mundo financiero que Eduardo Alberto Duhalde ha sido el padre y factótum de la recuperación económica de los últimos años.

Esto ha sido reconocido en forma oficial por el gobierno que preside la señora Cristina Fernández de Kirchner ante la mismísima United States Securities and Exchange Commission (la SEC, comúnmente conocida como la Bolsa de Wall Street) en el último canje de deuda pública nacional celebrado este año, para poder ingresar al mercado especulativo de capitales internacionales[1].

En dicho documento, las autoridades argentinas afirman oficialmente que desde 1999 hasta el 2001 la Argentina experimentó agudos problemas económicos que llevaron a la peor crisis económica de su historia; que durante el año 2002 la Argentina experimentó una reducción de un 10,9% en su PBI; que la actividad económica declinó ese año un 36,4% en las grandes inversiones y un 14,4% en el consumo privado, pero que “al comenzar la segunda mitad de ese año [julio de 2002] la devaluación del peso provocó un giro en el consumo doméstico”, ya que llevó a dejar de lado la compra de productos extranjeros y a orientarse hacia productos domésticos. En tal sentido, “este proceso de sustitución de importaciones reactivó la producción doméstica, lo cual causó la recuperación económica”.

Dicho en otras palabras: en su versión bifronte, el gobierno kirchnerista ha reconocido que fue en el gobierno de Eduardo Alberto Duhalde que se reactivó la producción nacional y comenzó el proceso de recuperación económica.

 2. En segundo lugar, en forma oficial también, las administraciones kirchneristas (NCK y CFK) han reconocido ante el poder financiero internacional que en nuestro país no sólo se ha ampliado la brecha entre ricos y pobres, ha aumentado el desempleo y el sub-empleo y hay escasez energética, sino que además hay una elevada inflación:

«A pesar de esta recuperación [económica desde 2003], la economía argentina todavía enfrenta desafíos significativos, incluyendo la ampliación de la brecha de la pobreza, el aumento del desempleo y el sub-empleo, elevada inflación y escasez energética»[2]

 A la oligarquía financiera depredadora y especulativa, el Gobierno argentino le dice que en nuestro país hay inflación. A los argentinos, el mismo Gobierno nos dice que en nuestro país no hay inflación. En todo caso, es lícito preguntarse por qué el Gobierno le dice la verdad a la parasitaria plutocracia financiera transnacional y apátrida, pero a los argentinos nos proporciona afirmaciones mendaces o que encubren la realidad. ¿Será que algunos de “nuestros” gobernantes o sus subalternos sufren de esquizofrenia aguda?

Conclusión

Mal que les pese a los otrora revolucionarios setentistas y hoy cómodos burgueses apoltronados en las Legislaturas o en despachos gubernamentales, por propia confesión de las máximas autoridades “progresistas” del gobierno “nacional y popular”, en la Argentina

A) Eduardo Alberto Duhalde es el padre de la recuperación económica actual, los KK sólo continuaron lo que él iniciara en el año 2002.

B) Hay una elevada inflación.

 José Arturo Quarracino
josequarracino@yahoo.com

[1] United States Securities and Exchange Commission, Form 18-K/A. Amendment Nº 3 for Foreign Governments and Political Subdivisions Thereof, Annual Report of the Republic of Argentina, Date of end of last fiscal year: December 31, 2008, pp. 10-11. En este mismo texto el kirchnerismo ha reconocido que el gobierno del Dr. Eduardo A. Duhalde fue el iniciador de la recuperación: “In 2008, Argentina’s real GDP completed a six-year growth period at an annual average rate of 8.5% [En el 2008, el PBI real de Argentina completó un período de crecimiento de seis años, a una tasa promedio anual de 8,5%]. Se puede consultar el informe en http://secwatch.com/filings/print.jsp?formid=7098309&page=.  

[2] United States Securities and Exchange Commission, Form 18-K/A. Amendment Nº 3 for Foreign Governments and Political Subdivisions Thereof, Annual Report of the Republic of Argentina, Date of end of last fiscal year: December 31, 2008, p. 11(18): «Despite this recovery, the Argentine economy still faces significant challenges, including widespread poverty, increasing unemployment and underemployment, high inflation and energy shortages». En un primer momento, publicado oficialmente en inglés en http://secwatch.com/filings/view.jsp?formid=7098309. Ahora se lo puede consultar en la página web mencionada en la nota anterior.