Si de absurdos se trata, nada más oportuno que recurrir a los comentarios de funcionarios y personajes afines al oficialismo.
Es altamente probable que los disparates que caracterizan los discursos de esta clase política no tengan parangón.
Entre la inverosimilitud y la pavada, transcurren todos y cada unos de sus dichos, sin excepción, toda vez que salen públicamente a explicar o aclarar lo que sea.
La última perlita la habría dejado el senador del FPV Daniel Filmus, al afirmar hace pocas horas que “La economía la maneja Cristina”, dejando en posición de cero a la izquierda al ministro de Economía, Amado Boudou. Aunque luego del “crol” de derecha intentara acomodarle la solapa agregando que el inútil funcionario (según se deduce de sus supuestos dichos, ¿no? Si la economía la maneja la Presidente de la Nación, ¿qué utilidad tiene el ministro de Economía?), ha tomado dos medidas acertadas: la asignación universal por hijo y la estatización de las AFJP.
Más allá de la lógica rivalidad imperante entre quienes buscan alcanzar la Jefatura de Gobierno Porteño, las palabras del senador parecen intentar dos cosas: por un lado quedar bien con su jefa para que levante el pulgar a su favor, la que según él habría afirmado “Va a tomar la decisión de quién está en mejores condiciones”, para competir por el cargo, claro está.
Por otro, ayudar a empeorar la imagen del ministro. Tarea bastante difícil por cierto.
Asimismo Filmus, al responder acerca de quién consideraba él, había sido el mejor ministro de Economía, habría expresado:
“Todos han sido buenos ministros de Economía, pero creo que la economía es tan importante que la manejó en su momento Néstor y ahora Cristina”.
Esta última aseveración resulta muy esclarecedora para comprender el estado actual de todas las cosas.
Por último, el senador habría dicho: “(…) de ninguna manera estamos dispuestos a que alguna situación de la ciudad haga peligrar el proyecto nacional. Esa es la prioridad”.
¿Qué proyecto nacional senador Filmus? ¿Les quedó algo más para saquear de lo que no nos hayamos enterado todavía?
Nidia G. Osimani