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El discurso del Rey

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UNA SINFONÍA DE TALENTO INGLÉS PARA LA HISTORIA
UNA SINFONÍA DE TALENTO INGLÉS PARA LA HISTORIA

 

 

Ficha técnica:

Título para Latinoamérica: El Discurso del Rey

Título original: The King’s Speech

Dirección: Tom Hooper

Guión: David Seidler

Género: Drama – Apta para todo público.

Reparto: Colin Firth (Jorge VI), Geoffrey Rush (Lionel Logue), Helena Bonham Carter (Elizabeth Bowes-Lyon), Michael Gambon (Jorge V), Ramona Marquez (Princisa Margarita), GuyPearce (Eduardo VIII), Jennifer Ehle (Myrtle Logue), ThimothySpall (Winston Churchill), Freya Wilson (Princesa Isabel).
Web: http://www.eldiscursodelrey.com

Fotografía: Danny Cohen – Música: Alexandre Desplat

Producción: Tom Hooper - Edición: Tariq Anwar
País: Inglaterra - Año: 2010 - Duración: 118 minutos min.- Estreno Argentina: 10 Febrero 2011

 Adjetivar El discurso del Rey —obra maestra del director Tom Hooper— sería caer en saco roto. Superabundancia de epítetos generosos despierta este magistral cine de autor. Posee todo los requisitos que la Academia sostiene a la hora de premiaciones: la majestuosidad de la realeza, las pasiones de alcoba, la política de Estado, las excentricidades, y toda la fuerza de una narración en un mismo cuadro.

 La historia —basada en hechos reales— nos retrotrae a tiempos previos de la Segunda Guerra Mundial. El rey Jorge VI del Reino Unido (Colin Firth), que asciende al trono, tras la abdicación de su hermano Eduardo VIII (GuyPearce). Al asumir el cargo, tuvo que lidiar con su principal adversario: su limitación en el habla. Una tartamudez manifiesta a la hora de pronunciar discursos públicos. Gracias a los ingentes esfuerzos de su amada esposa, logra contactarse con un terapeuta de heterodoxa terapéutica.

 Así llegan al consultorio de Lionel Logue (Geoffrey Rush), quien a través de su tratamiento logra vencer ese difícil escollo. Pero a pronto de confrontar las sesiones, se formula una intensa y dialéctica mística entre el rey y su terapeuta. Esta relación terapeuta-paciente, será el núcleo central de la narración. El resto una excusa para deleitarnos en una excursión histórica a Europa de la segunda mitad del siglo XIX. Un film majestuoso en sus aspectos fundantes: una gran historia, un guión sólido, y las actuaciones descollantes del dueto Colin Firth - Geoffrey Rush. Juntos nos regalan una hermosa lección de dramaturgia.

 Jorge VI el rey tartamudo, y Lionel Logue (su servicial terapeuta), nos proponen momentos de exquisitez y finura configurado en humor inglés. El espectador entra a tales sesiones y disfruta de esos instantes irresistibles de ver. El humor de la mano de la fonética real, y un partenaire —mezcla de crudeza e histrionismo— es llanamente desopilante.

 Hay que contextualizar la historia para legitimar ciertos “tips“ de los protagónicos. Europa en vísperas de una contienda intestina, y el resurgir de caudillos totalitaristas (Hitler, Mussolini, Franco, Stalin) y democráticos (Churchill, De Gaulle), que poseían una dialéctica discursiva que atraía a multitudes. Estaban atravesados – pese a sus diferencias ideológicas – por una conducta similar: líderes populares que hablaban a multitudes y aleccionaban. Ante esto, Jorge VI estaba acorralado y limitado.

 
Colin Firth (Jorge VI): dramaturgia para exigentes a tiempo completo; Geoffrey Rush (Lionel Logue), un ladero de linaje en una escena apoteótica. Drama y comedia se articulan en unicato narrativo de autor.

 Colocado todos estos tips en un guión atrapante, el largometraje se vincula a una estética clásica: la sobriedad inglesa, un reparto de jerarquía, la dirección fotográfica sin fisuras (mediante inteligente juego de iluminación y planos), presentado todo un mismo cuadro. Un mérito del director por cierto poco común, casi una curiosidad en la filmografía contemporánea. Un montaje que pone en paralelo a la nobleza de un rey en apuros, y a su plebeyo terapeuta. Y como este último, acciona e influye en cuestiones de Estado llegando a ser un confidente y amigo. El discurso del Rey es el resultado de una notable producción artística cinematográfica, que se refleja en todas sus premiaciones (12 nominaciones al Oscar).

 Insisto en la mayor virtud de esta obra: la utilización de distintos dispositivos del lenguaje narrativo, encuadrado como un recurso descriptivo conceptualizado. Al tiempo que utiliza los grandes espacios físicos (la vida en palacio), como una metáfora constructora de sentido. De tal forma, vemos a los distintos actores como algo más que recitadores de un texto. El valor agregado lo da el contexto en el cual se mueven. Cada escena, como campo experimental del actor donde se desarrollan todas sus potencialidades.

 Sin lugar a dudas el film de Tom Hooper, se convertirá por derecho propio, en un clásico al cual referencial a la hora de ilustrar y cuestionar en el séptimo arte. Un legado en perspectiva que motiva a futuras producciones de su género. Estimulante e imaginativo drama, cuya moraleja nos remite a la superación individual, la amistad y el saber que los escollos se vencen con voluntarismo inteligente.

 Una curiosidad que pocos han notado: el rey Jorge VI (Alberto Federico Arturo Jorge de Windsor, llamado Bertie por su terapeuta y amigo), condecoró en 1949 con la Orden del Mérito al majestuoso librepensador Bertrán Russell (también Bertie para sus íntimos). El rey le dijo: "Usted se ha comportado de una manera poco apropiada algunas veces". Russell solamente sonrió, para luego declarar que pensó en contestarle: "Es verdad, igual que su hermano”

 Dicha escena está ausente en el guión, toda una pena. Hubiese sido un notable recurso narrativo y un merecido homenaje al maestro Bertie Russell. La ciencia como disparadora de construcción cultural, ¿verdad?

 
 

 

Gustavo Contarelli

Puntaje del film: 5Tribunas ¡imperdible!
Puntaje actor protagónico: Colin Firth (Jorge VI) 5 Tribunas ¡imponente!

Referencias:
5 Tribunas: excelente/imperdible
4 Tribunas: muy buena
3 Tribunas: correcta - buena
2 Tribunas: regular
1 Tribuna: mala/pésima

 

 

5 comentarios Dejá tu comentario

  1. Reemplazo a Eduardo VIII :el rey pronazi de Inglaterra: Eduardo abdicó no sólo por sus amores con Wallis Simpson, sino también porque le presionó el Gabinete inglés, alarmado por las simpatías pronazis del monarca

  2. Luego de leer la critica profunda (y no de esas que te quieren vender una peli como la mejor del mundo). Le voy a dar una oportunidad y apenas pueda intentare verla. Slds

  3. Luego de haber trabajado en teatro durante 29 años vi esta pelicula y digo GENIAL,el trabajo de los dos actores ES MUNDIAL,el OSCAR le doy al PROFE La escena final del discurso hace olvidar todo lo visto en cine.-1000 PUNTOS

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