Esta es la manera en que el Poder Judicial, desde siempre, determina qué niño vive y qué niño no, en la Argentina.
Sea el pretexto que se quiera argumentar, para justificarlo o manifestar lo contrario, el resultado final certifica nuestra afirmación.
Algunos le llaman “burocracia” a esta inacción, cuando en realidad se trata de una especie de omnipotencia, enquistada en la Justicia argentina, a la cual, ningún “partícipe necesario” por más funcionario que sea, quiere denunciar ni resignar.
Estos delitos, perturban la conciencia, de un modo tal, que por sí mismos y ante su divulgación, tienen que provocar el escándalo, única explosión, que al menos por un tiempo, rompe la naturalidad de estas conductas anti jurídicas.
Esta denuncia fue efectuada por los amiguitos del barrio de los niños víctimas al 102-El Teléfono del Niño de Tucumán, cuando lo tutelaba la Fundación Adoptar. Ellos nos relataron todo lo que usted observará.
Es importante apreciar la conducta procesal de estas autoridades judiciales de Tucumán, desde que reciben la denuncia. Observen cómo la Defensora de Menores, luego de tomar conocimiento de los hechos, nos “ordena” que presentemos pruebas, las que luego de presentárselas, nos las devuelven, sin siquiera considerar.
Estos hechos y similares, suceden a diario y no tienen espacio en los diarios, nadie lo sabe, pasan desapercibidos y estos mismos funcionarios, son los que condenan a la gente todos los días, de algún delito que les llega a la revisión de su supuesto, leal saber y entender.
Para que tenga una cómoda visión y escucha del material, prenda los parlantes, ponga a cargar unos segundos el video, y lea con atención lo que le muestra paulatinamente el video.
Julio César Ruiz
Fundación Adoptar