Con un spot difundido ayer vía Internet, Hugo Moyano pretende apostar al poder de convocatoria que lo caracteriza y prevé un acto multitudinario para el próximo viernes 1 de mayo.
Moyano sabe que el acto del Día del Trabajador será clave —a tan solo cinco meses de las elecciones presidenciales— para definir dos cosas: primero, demostrar poder a través de la convocatoria hacia aquellos sectores K que no simpatizan con el sindicalista; segundo, reivindicar su aspiración por quedarse con la candidatura a la vicepresidencia de la Nación, ya sea con su figura o con la de otro “trabajador” al que el propio Moyano de la bendición.
“Vamos a celebrar el Día Internacional del Trabajo con una convocatoria multitudinaria, vamos a demostrar la presencia de trabajadores y familias”, expresó Moyano esta vez con saco y camisa, y prefiriendo prescindir de la clásica campera de cuero sindical que lo caracteriza.
El acto —que lo tendrá como orador— “es una forma de decir queremos seguir avanzando y profundizar el modelo que nos ha permitido recuperar la dignidad”. Dicho en otras palabras, el acto del viernes no tiene como destinatario a la población trabajadora, sino a la propia Cristina Kirchner, para dejarle en claro que el sindicalismo “quiere seguir avanzando”, si bien todavía no se ha confirmado la presencia de la presidenta a ese acto luego de ser invitada por el propio Moyano.
Desde el sector de los “gordos” tiene en claro en objetivo del acto y confirmaron el faltazo. "Es un acto más para Moyano que para los trabajadores. Es una maniobra para demostrar su fuerza en la interna que mantiene con el Gobierno", juzgó Armando Cavalieri, el jefe del Sindicato de Comercio. Tampoco participarán los sindicatos de Comercio, Sanidad ni Luz y Fuerza, lo que pone en seria amenaza el objetivo de “reventar la 9 de Julio”, como pretende el líder cegetista. Es preciso recordar que desde el Gobierno de la Ciudad se ha dado a Moyano el visto bueno para realizar el acto en la intersección de la Avenida 9 de Julio y Moreno.
"Sin el apoyo de los Gordos no habrá medio millón de personas. Con toda la furia, se alcanzarán las 150.000", dijo a La Nacion un dirigente gremial que comparte el consejo directivo de la CGT con Moyano.
De esta manera, solo cuenta con el apoyo participativo del gremio de taxistas, Ferroviarios, Metalúrgicos, Uocra, Upcn, mecánicos de Smata, bancarios, docentes adheridos a la CGT, caucho, textiles, frigoríficos y personal legislativo.
El secretario de Derechos Humanos de la CGT y titular del gremio de los Empleados Judiciales, Julio Piumato, vaticinó hoy que el acto que la central obrera realizará el viernes en la 9 de Julio "será histórico". En ese sentido, el gremialista recordó que el consejo directivo de la CGT decretó un cese de actividades con el objetivo de darle cobertura gremial a los trabajadores que quieran asistir al acto, aunque aclaró que "no es un paro" — como temen algunos—. “Es que todos querrán estar en lo que será un acto histórico".
Sin embargo, Piumato consideró que el acto "no será la ocasión" para pedirle a la jefa de Estado que un miembro de la CGT la acompañe en una hipotética fórmula presidencial. "No es el sentido del acto pedirle participar", explicó el dirigente sindical. ¿Lo cumplirán?
Carlos Forte