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La encuestocracia

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POLÍTICA Y ENCUESTAS DIBUJADAS
POLÍTICA Y ENCUESTAS DIBUJADAS

 

 

La Nelly es todo un personaje, no sólo porque se trata de un cartoon excelente publicado en la contratapa de Clarín, creado por Sergio Langer y Rubén Mira, sino por la temática bien inserta en el concepto de ficción política, o política ficcionalizada según se prefiera. Esta típica ama de casa, proveniente de cualquier barrio capitalino o bien del conurbano bonaerense, se quedó dormida en el Leteo menemista del 1 a 1, y añora retornar a él. Hastiada de su existencia vacía de contenido, se mete en mil y una aventuras donde, cómo no podría ser de otra forma, siempre sale mal parada.

En una de esas historias, al ser estafada por un chino, dueño de un autoservicio, roba el lechón de la rifa y es atrapada por la policía. En prisión su fe comienza a flaquear, y cree caer en un delirio místico ya que alucina oír voces celestiales y percibir una luz divina. Pero esta aparición no es otra que la de San Pontaquarto, el santo patrono de los arrepentidos y los fabricantes de valijas. Superado el pasmo inicial, Nelly puede escapar de la celda, va a parar a un túnel donde al final del mismo se topa con la mismísima María Julia en su encierro vip. Fiel a su estilo de escorpión, la mentada ex superfuncionaria la vende a sus antiguos captores, y cae nuevamente en cana. Logra zafar ayudada por expertos, sólo para encontrarse con nuevas peripecias que no parecen tener final. En una de ellas, se reencuentra con Klaus, el bonista austriaco que se instaló en su casa a cambio de cobrar en especie sus bonos de la deuda eterna. Viendo el filón, Nelly pretende casarse con éste, para así compartir esa inversión de riesgo convertida en papeles. Klaus no come vidrio, se espanta ante semejante propuesta; y luego de una persecución enconada, terminan en el espacio sideral. El es rescatado a último momento por Anne Krueger a bordo de un taxi espacial, mientras que Nelly escapa de ser pulverizada por un misil-plan de ajuste gracias a la protección de……una cacerola de diciembre de 2001.

Superado el trance, Nelly recala en un extraño planeta donde nada es lo que parece. A poco de andar, se topa con extraño seres dotados de dos cabezas. Seres que, sin embargo, le resultan sospechosamente familiares. Uno de ellos posee las cabezas de Néstor Kirchner y de Eduardo Duhalde, se llama Eduardo Néstor Duhalner y es una contradicción ambulante. Alega que vive en campaña permanente para las elecciones presidenciales del 2007, que se celebrarán en esa fecha en el planeta de las antinomias. Planeta similar a la tierra, pero destruido luego de estallar la interna justicialista. Este raro engendro, es mantenido a raya por otro bicéfalo, que nada menos es conformado por las testas de “Chiche” Duhalde y de Cristina Fernández de K. Más adelante, aparece ante la presencia de la cada vez más sorprendida Nelly, otro con las cabezas de los ministros De Vido y Aníbal Fernández.

Estos la quieren convencer de permanecer en este raro planeta, cuestión que a Nelly le hace pedir a gritos despertar de tamaña pesadilla.

El monstruo de las cuatro cabezas

Pero le faltaba a Nelly encontrarse con algo más terrible, una entidad (para llamarla de alguna forma) conformada por cuatro cabezas. “Estamos diseñando la campaña electoral para Eduardo Néstor 2007, y necesitamos su opinión”, dicen los raros. “¿Y ustedes quiénes son?¿Agulla-Vasetti, Mora y Araujo?", pregunta cada vez más desconcertada. La respuesta la deja atónita: “No, Cuatro Cabezas”. “Usted está ejerciendo un derecho cívico –continúa la rara criatura-, esta encuesta es una fiesta de la democracia”. “¿Y las urnas dónde están?”, inquiere con toda lógica Nelly. “Bien guardadas, señora, esto es una democracia participativa, ampliada y mejorada”. Como no da pie con bola, la terráquea quiere ir al fondo de la cuestión, y sigue preguntando: “Ah,¿entonces acá el pueblo realmente gobierna a través de sus representantes?”. La subsiguiente respuesta, tiene la contundencia de un palazo: “¡Mucho mejor!. Acá el pueblo gobierna y delibera, pero sólo a través de sus encuestadores”. Cualquier semejanza con la realidad, por lo visto no siempre sólo es mera coincidencia.

Por caso, hace meses desde este sitio se ha comentado sobre la insólita designación por parte del kirchnerismo del ex pizzero, Artemio López (ver foto que ilustra este artículo), devenido en encuestador a través de su empresa Consultora Equis. López, tal cual denunció Tribuna de periodistas oportunamente, solía cobrar no menos de 48.000 pesos por mes para "inflar" la imagen positiva del Gobierno de cara a las elecciones de octubre de 2005.

Esta semana, otro consultor -Roberto "Tito" Bacman de la encuestadora CEOP- ha dado nuevamente la "nota" en ese mismo sentido, al publicar en el oficialista diario Clarín el resultado de una encuesta que, en un hipotético escenario electoral porteño el año entrante, da al "superpoderoso" Alberto Fernández como vencedor frente a Mauricio Macri.

Es interesante destacar el detalle de que Bacman trabaja para la secretaría de Medios, la cual depende, no casualmente, de la jefatura de Gabinete que conduce Fernández, eventual vencedor de sus mediciones. Al mismo tiempo, tal cual destaca el colega Darío Gallo en su blog, "un sondeo serio debería contemplar primero la innegable realidad: la mayoría de la gente confunde a Alberto con Aníbal Fernández. Entonces, ¿cómo es posible que Alberto Fernández le gane a Macri cuando aún nadie lo identifica? Sólo puede responderse porque el encuestador cobra de Alberto Fernández.

Dice Clarín que Macri 'según algunos sondeos, tiene pocas chances de ganar en segunda vuelta'. Queda claro que el 'según algunos sondeos tiene poca chances de ganar', tendría que haber tenido en cuenta de quién cobra Bacman. Las encuestas podrían haberse presentado así: 'según el encuestador que cobra de Alberto Fernández, Mauricio Macri perdería en segunda vuelta... ¡con Alberto Fernández!".

 

Conformando la realidad paralela

Aunque la realidad actual diste mucho de ser una caricatura, algunas como la descripta anteriormente sirven de mucho para ilustrar la misma. Desde este sitio, en bastantes ocasiones se evidenció cómo en los últimos 20 años de democracia, muchos gobiernos apelaron a la engañosa trama de las encuestas dibujadas, para conformar mediante el fraude rentado cuando el descontento podría ser problemático. El eyectado Fernando De la Rúa contó con un poderoso aparato marketinero, aceitado permanentemente por su hijo Antonito y por la aludida Cuatro Cabezas, pero su tarea se convirtió en un salvavidas de plomo y el resultado final aún es lamentado. Pero como en Argentina siempre se tropieza con la misma piedra, el kirchnerismo apeló, y sigue echando mano, a esta invención de una suprarrealidad que a la larga le costará caro.  

Pues según la periodista e investigadora Sandra Crucianelli, la democracia encuestadora es algo más que otra falacia mediática: “Muchísimos autores han vertido sus críticas al método de encuesta en un sinnúmero de documentos. Entre estas críticas podemos distinguir aquéllas que se dirigen a las características del propio método (los problemas epistemológicos), y aquellas que apuntan al mal empleo del método de encuesta o de las técnicas, como las entrevistas y cuestionarios, que comúnmente lo acompañan, así como de los instrumentos, tales como escalas, preguntas proyectivas, etc. En este trabajo seleccionamos las críticas que cuestionan el método de encuesta por sus propias características.

1.- El método de encuesta es individualista. Con este método se observa al individuo fuera de su contexto social. Se pierde de vista cómo actúa y reacciona en su grupo. Tal vez este método es un reflejo de una sociedad individualista, y contiene, en su manera de tratar a la gente, implicaciones ideológicas (De Schutter, 1974, p. 7).

Es característica de la encuesta tradicional mostrar como relevante al individuo, y tomar a éste como la unidad social, de tal manera que las respuestas que el individuo da a los cuestionarios o entrevistas que se le presentan, en lugar de tomarse como cuestiones a las que ha respondido una persona o grupo de personas, se universalizan de tal modo que el individuo es arrancado de su contexto social, y se le hace aparecer en la muestra como una sociedad constituida por una sola persona que debe ser comparada con otra sociedad de una sola persona también. "En sociedades muy heterogéneas, este tipo de muestras pierde toda significación" (Galtung, J. Tomo 1, 1968, p. 195). "Un proceso de investigación que saca la información de individuos aislados el uno del otro y que reúne esto en un único juego de cifras, lo hace a costa de reducir la complejidad y riqueza " de la experiencia humana. Las respuestas sociales a los problemas dadas por grupos de gentes, no son necesariamente iguales al total de las respuestas individuales de las personas que actúan solas" (Hall y Gilette, 1978, p. 5).

2.- "La aproximación de la investigación por medio de la encuesta simplifica demasiado la realidad social y por tanto es inexacta" (Hall y Gilette, 1978, p. 5).

"La encuesta pone al encuestado en un papel pasivo. Se siente examinado, inclusive por un ser extraño y será poco probable que responda igual en todos los aspectos, que en una discusión con conocidos. Ni sabe él cómo van a utilizar sus opiniones (en pro o en contra de él). Se presupone además una correspondencia entre actitud y conducta, "entre lo que hace y lo que dice" (De Schutter, 1974, p. 8).

"Sólo tiene aplicabilidad en un rango medio de posición social, pero existe tremenda posibilidad de error en la periferia social, por lo que sólo tendrá cierto grado de validez cuando se trabaje con distancias sociales muy cortas" (Galtung, J., 1968, Tomo 1, p. 190).

Podemos agregar que, por las características propias de la encuesta, se pierde el carácter único de la persona, de un proceso o de un fenómeno social, al dividirlos en una serie de características o elementos (indicadores) luego sumarlos. Lazarsfeld (1971, p. 19), un decidido defensor del método de la encuesta, advierte que es una falla fundamental de esta estrategia el que, en la información a un nivel elevado de generalización, se descuiden los detalles.

La encuesta no puede medir el proceso entre opinión y cambio social. Puede ser suficiente que haya dos personas entre cien que opinen qué es lo que sería útil modificar para que sea significativo. Pone grupos minoritarios estadísticamente en el campo de "no significante". El método de la encuesta funciona mejor en una sociedad con escaso conflicto interno, con cambios lentos y con un alto grado de correspondencia entre pensamiento, palabra y acción (si es que tal sociedad existiera). Otro factor que influye en la inexactitud de la encuesta es el hecho de que se está pidiendo la colaboración de los sujetos en un trabajo en el que ellos no han participado ni en la formulación de los objetivos, ni en el contenido.

La gente no sabe para qué se va a utilizar la información que se le pide ni a nivel personal ni a nivel grupal.

Katz y Festinger (1953, pp. 62-64), manifiestan que poder acertadamente "cuantificar respuestas manifestadas por los encuestados depende de su cooperación voluntaria". Como esta colaboración se pide generalmente ad hoc, sin que la persona se sienta comprometida, existe un riesgo más de inexactitud. También el hecho de que, muy raras veces, todas las personas seleccionadas contesten a todas las preguntas, lleva a una visión (cuantitativamente) distorsionada de la realidad.

3.- "La investigación por medio de la encuesta tiene frecuentemente un carácter alienante, dominante u opresivo'. (Hall y Gilette, 1974, p. 7).

"La encuesta está basada en una idea falsa de democracia. Así como se respondió de tal o cual manera, también existen otras muchas posibles respuestas, casi tantas como encuestados haya, o, en el mejor de los casos, se responde aquello que favorece a sus propios intereses o bien al pequeño grupo social a que pertenecen; pero casi nunca estas respuestas son representativas de toda la sociedad" (Galtung, 1968, Tomo 1, p. 193).

"La encuesta tiene como tema el interés del investigador (o de la institución para la que trabaja), que no necesariamente coincide con la preocupación de los grupos encuestados. Además, por lo general el investigador es poco sensible a elementos culturales que no conoce" (De Schutter, 1974, p. 8).

La encuesta es parcial porque nos presenta una sociedad menos conflictiva de lo que es, y sólo nos muestra una cara de esa realidad, debido a las dificultades para hacer investigaciones en ambas partes de un conflicto a un mismo tiempo.

Ya el mero hecho de tratar a las personas como objetos de una investigación, para proporcionar información sobre temas que el investigador indica, es alienante.

4.-"El método de encuesta es demasiado estático. La encuesta capta lo que en un momento dado se ha manifestado pero no asimila a corto plazo los cambios que pueden darse en la sociedad. Por lo tanto la encuesta no será útil para detectar cambios bruscos y de gran magnitud, que son muy frecuentes en las sociedades (sobre todo en Latinoamérica)" (Galtung, 1968, Tomo 1, p. 89). Hall y Gilette (1978, pp. 6-7) hacen la misma crítica indicando que esta característica lleva a mayor inexactitud en el conocimiento de una realidad, porque es su presentación de una imagen estática de la realidad, una fotografía de un grupo de personas que no tienen ni un pasado ni un futuro.

El mero hecho de que el "Survey"' sea a-histórico representa una fuerte limitación; el cambio social es un proceso continuo, un movimiento dialéctico de un polo al otro a través del tiempo. La manera como la gente responde un día bajo un conjunto de condiciones, no garantiza de ningún modo una reacción parecida en otro tiempo.

5.-La utilidad de la investigación por medio de la encuesta para las acciones subsiguientes y la toma de decisiones es dudosa. Además, los datos obtenidos de las investigaciones por medio de la encuesta representan en muchas ocasiones grandes problemas para los organismos gubernamentales y no gubernamentales en cuanto a su interpretación y su significado para el planeamiento, la orientación y la implementación de acciones concretas.

Hall y Gilette (1978, p. 9) lo expresan de la manera siguiente: "La investigación por medio de la encuesta no se relaciona fácilmente con acciones subsiguientes. Gran parte de la investigación en la Educación de Adultos está orientada hacia la acción. Puede ser un intento para determinar las necesidades educativas de una comunidad o un intento para modificar los programas existentes a través de un proceso de evaluación-investigación. En ambos casos se supone que, cuando se hacen cambios, la gente en la comunidad o los participantes en el programa de educación de adultos participan más activamente, más eficazmente o adquieren más beneficios que los que tenían antes. Los principios básicos de la planificación ponen de relieve que la probabilidad de una participación plena y efectiva en cualquier aventura educativa, política o social mejora implicando a los que aspiran a participar en el proceso de la toma de decisiones".

6.- La encuesta no es coherente con la participación. La educación de adultos, por ejemplo, requiere de una estrategia especial para lograr una motivación por parte de los sujetos de este proceso, desde el inicio del mismo. Esto quiere decir que la educación de adultos tiene que responder a sus necesidades. Tal afirmación implica que la motivación tiene que darse ya durante el proceso de la investigación misma, o sea se tendría que emplear métodos de investigación que no restrinjan el papel del adulto a dar una respuesta limitada a unas preguntas cuya relevancia para su situación, difícilmente puede adivinar (como es el caso en el método de la encuesta).

La búsqueda tendría que ser guiada por un criterio de coherencia, con la participación activa del sujeto en las decisiones sobre la investigación, desde el planteamiento de los objetivos hasta la interpretación de los datos.

Los sujetos deben tener elementos de juicio para poder participar, tanto en el planteamiento de las acciones en el proceso de educación de adultos, como en su propio aprendizaje -en base al conocimiento de las alternativas posibles- y en el conocimiento de su realidad social (económica, política, cultural). Métodos como la encuesta se oponen, en gran parte, a lo anteriormente expuesto.

“La única verdad, es la realidad”, decía alguien que muchos quisieron imitar pero fracasaron contundentemente en el intento. Si esto es así, no se explican tantos denodados intentos para, de una u otra forma, tapar ese sol con la mano cuando ya está todo inventado.

 

 

1 comentario Dejá tu comentario

  1. no entiendo....truchan las encuestas con que objetivo? yo puedo entender que nos mientan diciendo que no hay inflacion que el pais va fenomeno que crece que no hay inseguridad que bla bla bla sabemos que todo eso es MENTIRA porque la REALIDAD de todos los dias nos muestra lo contrario... ahora, què sentido tiene mostrar que una encuesta da como supuestamente favorita a Cristina cuando todos sabemos que la odiamosP Cuando vos haces la cola en el banco, en el super, en la cola para cargar la nafta, en la calle, el comun de la gente, y no solo la clase media y alta, tambien la clase baja, ya no se la banca? Si ya lo registro el Ibope que cuando ella sale en Cadena Nacional en la franja donde supuestamente tiene que haber alto rating, el mismo baja estrepitosamente porque la gente apaga la tele porque no soporta escucharla...? Què sentido tiene engañarse con que ella esta alta en las encuestas? Fortalecer un gobierno que ya no existe? Una mujer que ya no es fuerte tal vez? Si ya todos sabiamos que ella NO ERA la que gobernaba! Era èl el que lo hacia, asì que serà otro o otros los que lo hacen ahora. Ella sigue en lo mismo: dando discursitos! Sòlo que ahora màs o menos melodramàticos para la misma gilada de siempre.

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