Cada año cuando comienzan las clases debemos presentar planificaciones en donde todo esté debidamente explicitado y separado por tipo de contenidos, actividades, evaluaciones, materiales, etc. A la hora de presentar un proyecto hay que especificar cada momento del mismo, describirlo, decir quién o quiénes lo llevarán adelante, cómo y para qué. Unas semanas antes de comenzar las materias en la universidad tenemos más de una reunión en donde nos ponemos de acuerdo con el cronograma, los temas, las fechas de parciales, etc. y si se decide algún cambio, nuevamente se hacen reuniones, se discute y se acuerda. No existe la improvisación, los ases en las mangas ni los conejos salidos de galeras. Quienes están inmersos en el sistema saben que a veces se estudia más para dar una clase que para rendir un examen.
Sin embargo, parecería que en el mundo de la televisión eso, decididamente, no existe. Por esto es que encendemos el aparato y podemos encontrar a cualquiera conduciendo programas televisivos. Entre ellos, la ex utilísima, Maru Botana.
Que yo recuerde, Doña Petrona y su secuaz Juanita, se dedicaban exclusivamente a la cocina; Cacho Fontana a conducir; Gaby, Fofó y Miliki, a hacer reír y a entretener; y Nora Perlé a cautivar con su voz.
A medida que pasó el tiempo, empezaron a nacer “chicos genios”. O al menos eso se creen, porque cocinan, hacen que conducen, creen entretener y con sus voces nada preparadas publicitan todo tipo de productos.
En este rubro se encuentra la chica en cuestión, quien empezó a ser conocida por su conducción (¿) en Todo dulce que se emite en el canal de la mujer. Como el cable llegó a mi vida hace sólo unos meses, ¿saben cómo la conocí? En PNP. Programa que, en sus comienzos, era imperdible. El cuestionable Raúl Portal la presentaba cada semana. Huelgan las explicaciones del por qué de su aparición.
Nos salvamos de Andrea Campbell, pero aún quedan muchas.
El programa “Sabor a mí” se emite por unos de los canales más importantes. Así que es de creer que atrae público. No vamos a pensar mal. Pero, yo, realmente, todavía no sé de qué se trata.
En palabras de la mismísima Maru Botana escuchamos: “Mis programas están hechos para que la gente se entretenga y pase un buen rato. Es una forma de distracción y una manera de aprender a cocinar. Yo no tengo por qué educar a alguien a través de la TV” .
Nooooo, nadie se dio cuenta.
Dice que la cocina en su programa es más que nada una excusa. Lo que todavía no sé es para qué es una excusa. ¿Será para decir cuanta pavada se le viene a la cabeza? AH!, no perdón, pavadas no, ella hace el programa “como una cosa más en mi vida. Ahí cuento todo lo mío, no me guardo nada y me divierte” Y nosotros que creíamos que había toda una producción detrás de cámara trabajando para que de eso salga una especie de programa.
Juega con muñecos, patina, se mueve hiperkinéticamente y, como todo buen conductor de TV, se ríe y grita. ¿A esto último le llamará diversión?
En una entrevista dice: “Yo no soy la conductora perfectita” y entonces uno piensa “¡Bueno, al menos lo reconoce!”, pero no sigue y dice “no uso tacos, ni polleritas ni trajecitos” Ahora está claro por qué conduce como lo hace. Obvio, si cree que de eso se trata la conducción... “no siento ninguna presión trabajando en la televisión, me divierto mucho y, para mí, el estudio de televisión es como mi casa” Lo entendimos perfectamente. No aclares más que oscurecés.
Pero parece que la pichona de utilísima hace todo igual. Supuestamente su especialización es la cocina, más precisamente, lo dulce. No voy a evaluar sus recetas. No soy especialista en ello. Sólo quiero sabe si ella sí lo es. Ante la pregunta “-¿Hizo alguna vez algún curso de cocina?, respondió: -No, yo trabajé con Francis Mallmann y en Europa. Yo nací para esto y aprendí viendo a mi mamá, que sí hizo cursos (...) Yo siempre digo que es más importante tener práctica que ir a estudiar a una universidad. ¡¡¡Y yo pidiéndole que sea buena conductora!!!! Ella tiene la suerte de nacer para las cosas, de tener todas las cosas en forma innata. Desde aquí hago un pedido a todas las universidades, escuelas de cocina, institutos y todo organismo que haga estudiar a las personas, ¡cierren ya sus puertas! ¿Por qué? Fácil, no es necesario estudiar. Con la práctica es suficiente. Todo aquel que en este momento se esté formando, en lo que sea, pare, ¡stop!, abandone y busque alguna forma de práctica. Qué ignorantes los que creemos que la formación teórica, el crecimiento intelectual y el estudio son importantes. Maru, ¿te parece que mande hoy mismo sendos telegramas de renuncia a mis trabajos?
Esas cosas son las que se permite una famosa. Es que las estrellas son las estrellas. ¿Tendrá ya su rúbrica en el Hall of fame? Nooo, porque la chica es humilde, “saludo a la gente, firmo autógrafos, soy genuina. Hago mi vida normal, no estoy del otro lado, no me doy cuenta de que soy famosa y no soy muy consciente de la fama, lo vivo como algo normal y siento que la gente me saluda como a una amiga” ¿Habrá en psicología algún diagnóstico que sea “complejo de estrella”? ¿Qué habría dicho Marilyn Monroe? ¿Qué dirán Meryl Street, Robert de Niro, Mick Jaegger o Diane Keaton?
La historia del patito feo es una mis preferidas, el pobrecito se sentía feo hasta que encontró su lugar. Pero parece que algunos nunca llegaron a conocer el final, se quedaron en la bandada de patos y, lo peor, creyéndose los patos más bellos del mundo.
Tanto que la criticas, Maru empezo vendiendo tortas en su edificio y hoy tiene 5 locales el primero de los cuales abrio hace 20 anios. Y un local tenes que sostenerlo porque si el producto que ofreces es malo, no hay fama que te salve. Maru se recibio de Administracion de Empresas. Pienso que sabe muy bien lo que hace. Deja de ver la paja en el ojo ajeno.