En este artículo titulado Tenemos opciones publicado en este medio el 31/8/2007, quien escribe expresaba: “La sensación que tengo cuando entro al cuarto oscuro a votar es que estoy eligiendo por quién y de qué manera quiero ser estafado, engañado, desilusionado, burlado, embaucado, desesperanzado, defraudado y, por qué no, ejecutado, no directamente pero sí por la falta de seguridad cotidiana, que no es lo mismo que inseguridad”.
Hoy, luego de la votación del domingo 10 de julio, con el gran porcentaje recibido por Mauricio Macri, creo que la situación se complicará y mucho. Porque aseguro este panorama negativo, por las repercusiones de los que detentan el poder y sus correspondientes declaraciones ofensivas y absolutamente agresivas.
Estimo que el Gobierno y sus seguidores, llegarán hasta las últimas consecuencias, no para aclarar la enorme fortuna de los Kirchner, lo ocurrido con Schoklender, la de despejar dudas sobre la responsabilidad que pudiera tener la Señora Hebe de Bonafini, para explicar sobre lo ocurrido en el Inadi y sobre los tantos hechos que nos han llevado a aceptar como habitual el desenfreno corruptivo de cuanto funcionario acompaña a este modelo, muy bien descripto en todos los artículos de Tribuna, por Christian Sanz en “de eso no se habla”.
En una simple contienda, tal vez no tan simple, por el manejo que significa ser “administrador” de la Ciudad de Buenos Aires y frente a una inferior cantidad de votos recibidos, veo como inmensurable esta reacción que no justifico bajo ningún aspecto.
No hace falta que se detalle aquí las manifestaciones de los referentes, funcionarios y cuanto programa adicto al kirchnerismo se encargaron de difundir para amedrentar, supongo, a la población porteña en el próximo ballotage.
Es como decirnos “muchachos ojo que incendiamos el país”, somos nosotros y nadie más.
Por lo anteriormente dicho, resultará muy difícil sacarnos a la logia de encima, sobre todo que tienen los medios económicos, el poder policial, la DGI y el gerenciamiento del país.
Un gran pronosticador, Florencio Parravicini, que dejó más de 300 profecías, muchas de ellas cumplidas, como la TV, la caída de las Torres Gemelas antes de que fueran construidas, la llegada del hombre a la Luna, Fidel Castro y muchas más, en el año 1938, dijo: “La Argentina debe preparase ya para sufrir, tendrán unos mandones que la reducirán a un comunismo de corte fascista, la muerte correrá por sus calles y caminos”.
Pero también aseguró que en la Argentina, después de mucho sufrir surgirá el “Hombre Gris”, entiendo que este, el hombre gris, será el conjunto de argentinos, aquellos que somos grises, ya que no nos destacamos en el uso del poder, ni somos candidatos en ninguna contienda electoral, no disponemos de un patrimonio económico como para comprar voluntades, como sí lo hace el kichnerismo, ni podemos influir en el establishment, pero que en un unión llevaremos el País al gran cambio, que según sus propias palabras convertirá a la Argentina en “ el faro del mundo”.
No sé si podré tener la posibilidad de verlo, pero que será, será.
Walter A. Gazza