"Fue mi última elección, nunca voy a ser presidente de la Argentina”, le confirmó a los periodistas de Clarín Santiago Fioriti y Horacio Aizpeolea, todavía verborrágicaen por el fragor de las elecciones presidenciales de octubre de 2007.
Un día después de las polémicas jornadas electorales que auguraban un balotaje entre el Frente para la Victoria y la Coalición Cívica, Clarín entrevistó a Carrió en su departamento de la Avenida Santa Fe, donde además de confirmar que se enojó cuando le plantearon ser candidata a presidenta para las elecciones de 2011 —“Fue mi última elección”, expresó— dijo estar dispuesta a hablar con Mauricio Macri, algo que luego se consideró impensado, pero que cuatro años después volvió a resonar.
También descartó una alianza con Binner: “Ya estamos viejos”, dijo y deslizó que quería un presidente sub 45.
La entrevista:
“-Es cierto que el domingo se enojó cuando le pidieron que piense en presentarse en 2011...
-Me enojé porque no voy a ser candidata.
-¿No dilapida su capital político?
-Yo nunca voy a ser presidente de la Argentina. Esta fue mi última elección. Nunca busqué el poder para mí. Gobernar es conducir un proceso.
-Pero la gente votó a Carrió...
-(Interrumpe) Se verá, se verá... yo no lo voy a buscar. Tendría que darse una situación excepcional. Hay personas que están en la vida para abrir caminos y otros para administrar los caminos abiertos. Yo tengo autoridad sin poder. Soy una líder opositora mucho más peligrosa sin cargos.
-¿Podría ser un socialista su candidato? ¿Binner?
-Hay que abrirles camino a los jóvenes, si no todo es 60, 70, ya estamos viejos. Ayudaré para que haya un presidente sub 45.
-¿Qué le faltó para el ballottage?
-Con un poco más de dinero entrábamos al ballottage. La mejor elección en términos históricos la hicimos en el conurbano. A las 12 del mediodía, nuestra primera encuesta nos daba un 28%. Y ahí empezó el operativo de saqueo. Cristina estaba en un 40,5.
-¿Se hizo la denuncia?
-Sí, pero no invalida la totalidad de la elección.
-¿Qué interpretación hace de las elecciones?
-La nueva presidente tiene una legitimidad segmentada. Tiene el 70% de las clases medias de los centros urbanos en su contra. Y nosotros quedamos con un liderazgo claro en esos sectores y también en el campo. Las clases medias y altas tienen que ser la fuerza de rescate de los sectores más pobres dominados por el clientelismo y la miseria.
-En la campaña habló mucho de la pobreza, pero esos votos fueron a Cristina.
-¡Igual los tenemos, eh! En todas las clases sociales. Un 30% de la población está sometida con los planes sociales del Estado y muchos de esos votos fueron a la candidata oficial. Si el voto hubiese sido libre...
-¿Ganaba?
-Lo que digo es que nosotros no perdimos. En ocho meses armamos una nueva fuerza.
-¿Una autocrítica?
-Queda un tema que no sé cómo vamos a resolver. Es la impenetrabilidad de mi discurso en el voto del norte. Mi liderazgo es de centros urbanos y capas medias.
-Como líder de la principal fuerza de oposición, ¿por qué no le pide una audiencia a Cristina?
-No puedo porque me voy al mar hasta abril. Creo que la Argentina se ha caracterizado por las fotos y nosotros no hacemos política con fotos.
-¿No pierde iniciativa política?
-No la vamos a perder, no se preocupen.
-¿Espera un gobierno diferente?
-Sería una injusticia juzgar antes de tiempo. Recién el 10 de diciembre sabremos bien qué va a hacer la nueva presidente.
-¿Por qué no llamó a Cristina para felicitarla por el resultado?
-La felicité públicamente. Otra cosa hubiese sido sobreactuado y falso.
-¿Qué siente al ver que López Murphy apenas superó el 1%?
-Yo le dije que a mí me hubiera gustado que sea senador. Es una persona honesta. No hubiera querido para él lo que ocurrió.
-Dijo que su discurso no prendió en el noroeste. ¿Ocurrió lo mismo en el sur porteño?
-Allí vive la parte de la sociedad más sometida al clientelismo político.
-¿No incidió que las presentaciones de campaña de la CC se hicieron en la zona norte?
-Yo voy a Lugano pero no hago una ostentación de ese contacto. Esas cosas de saltar y abrazar a un chico pobre me parecen un uso no ético de la política.
-¿Estaría dispuesta a sentarse a hablar con Macri?
-Sí, pero nunca armaría una lista con él. Tengo una excelente relación con Gabriela Michetti.
-Una agencia de noticias extranjera la definió como `liberal-cristiana´. ¿Acepta ese rótulo?
-Sí. Hace diez años no era cristiana, era una liberal de izquierda. No es lo mismo que ser una liberal-católica. No cambié mis convicciones, sino mis creencias.
-En la elección en Capital hubo un corte a su favor de gente que votó legisladores conservadores. ¿Usted se derechizó?
-Hubo cortes de todo tipo. La Coalición Cívica es amplia, con un eje central: la República, la ética y la distribución del ingreso. Según los criterios que imperan, los Fernández son progresistas.
-¿No suena contradictorio decir que se va al mar un día después de lograr ser la segunda fuerza?
-¿Pero no tengo derecho a descansar? Mis hijos tienen tres meses para estar conmigo y eso yo lo voy a disfrutar, no está en negociación. Salvo que haya alguna situación en el país en la que yo tenga que estar. Yo estuve en Cromañón, en cada crisis y en cada problema. No me voy ni a Calafate ni a ningún lugar, estoy acá. No se preocupen,” concluyó la ahora candidata.
Equipo de Política de Tribuna de Periodistas