Mañana domingo se dará la tercera prueba más importante para el kirchnerismo de cara a las elecciones presidenciales de este año. Luego de dos contundentes derrotas, tanto en la Ciudad de Buenos Aires como en Santa Fe, Córdoba será la última evaluación que permitirá determinar qué tan imbatible es Cristina Kirchner en el camino a los comicios de octubre.
Un dato sintomático de cómo se vivirán estas elecciones tiene que ver con que ninguno de los tres principales candidatos cordobeses se atreve a alinearse al oficialismo, algo que en otras épocas parecía impensable.
Más allá de esto último, se torna relevante conocer el pasado oculto de los que mañana competirán, algo que Tribuna sabe y gusta hacer.
De la Sota, ¿un gran jugador de Truco?
Salido de la agrupación Convergencia Peronista, fundada en 1983 junto a Carlos Grosso y José Octavio Bordón, José Manuel De la Sota es un hábil referente del justicialismo que ha sabido hacer carne el lema “roban pero hacen”.
Con una fortuna incalculable en su haber —parte de la cual reparte entre oportunos testaferros, uno de los cuales es Marcelo Macarrón—, De la Sota supo encarnar lo peor del peronismo en Córdoba a lo largo de los últimos 20 años.
Promotor —entre otros— de la tristemente célebre Renovación Peronista que intentó llevar a Antonio Cafiero a la primera magistratura en el año 89, De la Sota supo cruzar de vereda cuando los planes se aguaron y Carlos Menem venció en la interna del PJ. A partir de ese momento, su poder no ha parado de crecer y supo alinearse con todos los gobiernos que fueron dándose desde entonces a la fecha.
Sus grandes negociados están relacionados a la obra pública, tal cual ha descripto Tribuna de Periodistas en más de una oportunidad.
“La patria contratista, representada muy bien en Córdoba por la Cámara Argentina de la Construcción (con Juan Carlos Maggi a la cabeza) encontró en esta gestión provincial sus mejores socios, fieles discípulos de la cultura administrativa corrupta y soberbia que se perfeccionó en los 90”, publicó este medio en noviembre de 2007.
En esa nota se dan datos reveladores: “De la Sota nunca tuvo al frente de su Ministerio de Obras Públicas a un profesional del ramo. Primero un aventurero (Carlos Caserio), hoy un Contador (Oscar Santarelli), y esto no es casual. Al no recurrir a un profesional de prestigio, por un lado se despegó de las tramas profesionales que tienen fuertes lazos sociales (fundamentalmente de los ingenieros) y por otro atrajo para los segundos niveles, profesionales mediocres, ávidos de riquezas, inescrupulosos y de firma fácil que los Colegios Profesionales (su covacha desde el que construyen protagonismo social) le supieron proveer hasta nuestros días (Tassile, Albertalli, Lerda, etc.).”
Con ese esquema y una tendenciosa y abundante propaganda en los medios de prensa que opacara sus negocios, De la Sota hizo que el pueblo se conforma con un gobernante que “hacía aunque robaba”.
Hoy supuestamente alejado del kirchnerismo —algo que pocos creen realmente—, este exponente de la vieja política pretende aferrarse al poder con uñas y dientes.
Luis Juez, un candidato de chiste
Célebre por sus humoradas y la rapidez mental a la hora de definir situaciones política, Luis Juez ha sabido acompañar a Carlos Menem, José Manuel De la Sota y a los Kirchner.
“Rompió con todos ellos, no por diferencias políticas, sino cuando no accedieron a sus conveniencias personales. Hasta último momento buscó un frente con los radicales en las elecciones de 2007”, asegura con tino el sitio de Internet “El Socialista”.
Fue el campeón de la sumatoria de votos y luego, cuando denunció que le habían robado la elección, se negó nuevamente a impulsar la gran movilización popular que exigía que se abrieran las urnas.
Mientras fue intendente de la ciudad de Córdoba no resolvió ninguno de los graves problemas de los vecinos. Formó un partido que es una bolsa de gatos. Por eso, su bloque legislativo ya sufrió seis rupturas.
Pocos recuerdan, por caso, que en el último incremento de dietas que se (auto) otorgó la legislatura de Córdoba, sus hombres acordaron con el PJ y la UCR.
Esa naturaleza corrupta de la que no puede escapar quedó evidenciada por su propia verborragia hace unos años. En una entrevista que le dio a Jorge Fontevecchia en el diario Perfil hizo una acusación que lo terminó incriminando: denunció que cuando era fiscal anticorrupción durante el primer mandato de José Manuel de la Sota, desistió de continuar una investigación por supuesto enriquecimiento ilícito contra el entonces ministro de Obras Públicas de la provincia, Carlos Caserio, a cambio de mantener la obra social que le permitió salvar la vida de Milagros, su hija discapacitada de 6 años.
“Hoy Juez se arrepiente de su revelación, se queja de que se haya destacado en el título de tapa de Perfil e intenta apaciguar las críticas que lo tildaron de oportunista. Sus detractores dicen que usó a su hija para sacar rédito político y que denunció el ‘apriete’ de De la Sota para sumar a la opinión pública en el tramo final del recuento de los votos. Las secuelas de las inéditas elecciones cordobesas no paran de sorprender”, recuerda revista Noticias.
Así contó Juez la escena a Perfil: "Me llama De la Sota a su despacho, me dice: ‘¿Vos estás loco? ¿Qué te pasa con Caserio? El lunes traéme la renuncia’. Mi mujer me preguntó con qué íbamos a pagar la internación de Milagros. Le digo: ‘Yo voy a ir a hablar con De la Sota, voy a pelear los veinte años de amistad que tengo con él, le voy a pedir que no me cesantee’. El lunes voy al despacho de De la Sota con la renuncia en la mano, y le digo: ‘Gobernador, mi renuncia. José, te pido un favor, echame vos porque yo necesito la obra social de mi hija. Vos sabés que nació mi hija, que está muy grave y se puede morir, y yo no tengo con qué pagar, no tengo patrimonio, puedo vender el estudio, pero hasta que lo venda, acá hay que pagar de contado’. Me pregunta: ‘¿Qué vas a hacer con Caserio?’. Respondí: ‘¿Qué querés que haga?’. Él me responde: ‘Nada’. Agarró la renuncia, la rompió y la tiró en el tacho de basura. Ahí me largué a llorar, la llamé a mi mujer y le dije: ‘Tenemos obra social’, pero me di cuenta de que el tipo me había encontrado el precio".
Más claro, echarle agua.
Oscar Aguad, ¿quién dijo que radical es sinónimo de “honesto”?
Nacido el 7 de mayo de 1950 en la ciudad de Córdoba, es egresado de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba, y es abogado con orientación en Derecho Penal, Económico, Tributario y Correccional, manejándose más que nada en el ámbito privado.
Se afilió a la Unión Cívica Radical siendo muy joven y en el año 1983 comenzó su actividad en el área pública. En ese mismo año en que fue nombrado Secretario General de la Municipalidad de Córdoba. Luego fue secretario de Gobierno de la Municipalidad de Córdoba y posteriormente ue Ministro de Asuntos Institucionales y Desarrollo Social de la provincia.
Aguad fue pieza fundamental del polémico gobierno de Ramón Bautista Mestre (1995) — gran compañero y amigo personal— según el propio Aguad, momento que se desempeñó como Comisionado Interventor de la Municipalidad de Corrientes, y, en el año 2001 Interventor Federal de la Provincia de Corrientes.
Tal vez sea dable recordar que en su primer día de gobierno, Mestre estableció una quita del 30% en los sueldos de los empleados estatales y jubilados, y una reducción del horario laboral del 40%, lo que provocó una manifestación masiva y una cruda represión.
En el 2001 Aguad llegó a la intervención de Corrientes de la mano de Mestre quien lo había precedido en ese cargo por orden del entonces presidente Fernando de la Rúa, para luego ocupar el cargo de ministro del Interior.
Hay que recordar que esa provincia fue intervenida como consecuencia de la muerte de dos personas en el Puente General Belgrano por parte de Gendarmería.
Durante su paso por Corrientes Aguad fue beneficiado por un crédito de 60 millones de dólares otorgado por el Banco Nación mientras estaba al frente de la Municipalidad de Corrientes, de la que se desconoce su destino hasta el día de hoy.
A fines del 2009, la Municipalidad se presentó como querellante acusando a Aguad del delito de “administración infiel” durante su ejercicio como interventor de la capital correntina argumentando que Aguad había provocado un perjuicio a las arcas comunales.
Finalmente, el ahora diputado nacional fue procesado por ese delito.
En el 2005 fue electo Diputado Nacional por la provincia de Córdoba y en 2007 fue elegido por los legisladores nacionales como Presidente del Bloque de la Unión Cívica Radical, tomando relevancia por sus proyectos de Ley para la suspensión de los efectos de la resolución 125 y la derogación de retenciones agropecuarias lo que le dio el impulso para lograr una muy buena elección en las legislativas de 2009, logrando así su reelección a la banca como diputado.
El ahora candidato busca votos para su victoria afirmando que sus rivales José Luis Juez y Juan Manuel De La Sota, son aliados tácticos del kirchnerismo. Por estas horas Aguad cuenta con el expreso apoyo del Pro, que lo considera como "el verdadero opositor" en esa provincia.