En 1999, Hebe de Bonafini, junto con las Madres de Plaza de Mayo, realizó una denuncia criminal contra Zaffaroni, junto a otros jueces nombrados en la Dictadura Militar, entre los que se encontraba también Arslanián.
Concretamente Se lo acusaba de "...asociación ilícita calificada; homicidios calificados; lesiones graves y gravísimas; violaciones; privaciones ilegales de libertad; torturas, apremios ilegales; sustracción, retención y ocultamiento de personas; violación de domicilios; delitos contra la libertad de trabajo y asociación; delitos contra a libertad de reunión; delitos contra la libertad de prensa; robos; extorsiones; estafas y defraudaciones; usurpaciones; daños; sedición traición; falsificación de documentos en general; etc.- en calidad de partícipes necesarios en los términos del art.45 del Código Penal".
El año pasado, la Corte Suprema ordenó al gobernador de Santa Cruz puesto a dedo por Nestor Kirchner, que le devolviera su puesto al Procurador Provincial Eduardo Sosa.
Sosa todavía está esperando que el gobernador aliado del kirchnerismo cumpla con lo que le ordenó la Corte Suprema.
En septiembre del año pasado, Hebe de Bonafini hizo un acto frente al Palacio de Justicia para reclamar la aplicación de la Ley de Medios e insultó sin bozal a la Corte Suprema y a sus integrantes.
Dijo textual: "Estoy harta de aguantar a estos tipos con privilegios, que nos aplastan, nos quieren dominar. Son unos turros. Si tenemos que tomar el Palacio de Tribunales, tomémoslo. Los jueces de esta Corte estan en complicidad con la dictadura. Ellos hicieron posible la tortura y la muerte. No sé por qué son Corte, son supremos y por qué carajo están en un Palacio".
En abril de este año, Ricardo Lorenzetti instó al Gobierno nacional a través del ANSES, a pagarles a los jubilados el 82% móvil que les corresponde por ley y sobre todo, a que deje de dilatar los más de 300.000 procesos judiciales que jubilados tienen contra el Estado.
Dijo textual: "Desde la Corte hemos insistido mucho en la necesidad de resolver el caso de los jubilados y el hecho de que un jubilado reciba una sentencia y tenga que tramitar un juicio, y otro juicio para cobrar es institucionalmente injusto."
Zaffaroni en sus DD. JJ. entre 1998 y 2002 tuvo serios problemas de papeles con respecto a su patrimonio. El caso llegó al Congreso, que pidió explicaciones al propio juez y a la AFIP. Unos días después, el propio Zaffaroni reconoció que:
Omitió declarar el incremento de su patrimonio en un 30%, respecto del declarado inicialmente a la AFIP, pasando de $ 484.000 a $ 628.000
Omitió declarar en su DDJJ de Ganancias del año 2001, que tenía bienes en el exterior por U$ 70.000.
Omitió declarar en su DD. JJ. de Ganancias del año 2002 (rubro 86 "Otros ingresos exentos o no gravados") la suma de $ 67.500.
Omitió declarar en sus DDJJ de Ganancias de los años 2000 y 2001 la suma de $ 43.700.
Omitió declarar en su DD. JJ. de Ganancias del año 2002 un patrimonio en el exterior de U$S 139.000.
Omitió declarar en todas las DD. JJ. de Ganancias que tiene ingresos anuales por alquileres en el extranjero por U$S 15.840 e ingresos anuales por ejercicio de la profesión por $ 14.000.
Omitió declarar en su DD. JJ. de Bienes Personales del año 2000 que tenía un depósito en el exterior por U$S 32.000.
Omitió declarar en su DD. JJ. de Bienes Personales del año un incremento patrimonial de $ 64.000.
Omitió declarar en un DDJJ de Bienes Personales del año 2001 un depósito en el exterior de U$S 40.000.
En 2009, la ONG La Alameda denunció que en al menos tres propiedades de Zaffaroni se ejercía la prostitución. Fue citado Montivero, por la Justicia, como apoderado del Juez, pero no concurrió y mandó a otra persona. O sea, que Zaffaroni no puede alegar hoy un desconocimiento de esta situación con sus propiedades.
El propio Zaffaroni reconoció, hace unos dias, o sea casi tres años después, que tiene 15 propiedades en el país y que en al menos cinco de ellas se ejercía la prostitución. No en uno o en o. En 5.
Zaffaroni dijo que no maneja las cuestiones contractuales de sus inmuebles, y que esta actividad la delegó en su apoderado, Ricardo Montivero, quien, casualmente, tiene el mismo domicilio legal que el Juez: Boyacá 926. O sea, conviven en la misma casa.
La inmobiliaria a la que Montivero, como apoderado de Zaffaroni, entregó los inmuebles del juez para ser rentados, no está habilitada como tal. O sea, es ilegal.
Estos puntos son hechos, no opiniones. Son reales, sucedieron. No se pueden modificar. Se pueden olvidar, ignorar, tapar, distorsionar, pero modificar... imposible.
Hoy, a raíz de la polémica legal y mediática en el que está involucrado Zaffaroni, el Gobierno Nacional y Hebe de Bonafini, salieron a defender al juez como si ellos respetasen su investidura y sus fallos.
Entonces, ¿a qué debemos darle más credibilidad? ¿A los dichos o a los hechos?
Bonafini sale ahora a decir que "Zaffaroni es un hombre probo, es lo mejor que tenemos en la Justicia".
Entonces... ¿a cuál Bonafini debemos creerle? ¿A la que afirma que Zaffaroni es “un turro” o a la que asegura ahora que es un hombre probo?
Si uno llega a su casa y se encuentra a su pareja con otra persona en la cama y les pregunta qué están haciendo, y la pareja dice: "nada, teníamos calor y sueño, así que nos desnudamos y nos metimos en la cama". ¿A qué le vas a dar más credibilidad? ¿A lo que te dice la pareja o a la realidad inmodificable que ven los propios ojos?
Supongamos que esa pareja lo sea desde hace 25 años y siempre haya tenido una conducta intachable, ¿eso la exime de la culpabilidad de esa macana?
La contradicción es la cualidad más universal e inherente al ser humano. Y la realidad, es la única verdad.
Que hay un tratamiento exagerado del caso Zaffaroni en los medios tampoco es falso, es bien real. Pero la comida la sirvió él, y los medios se alimentan de eso.
Si Zaffaroni hubiese tenido todos sus inmuebles en regla, o si hubiese dado algo de importancia a las denuncias de la ONG La Alameda allá por 2009, nada de esto hubiese sucedido.
Y como Juez de la Corte Suprema debe afrontar y aclarar lo antes posible esta situación. No es cualquier Juancito. Es un miembro del máximo tribunal de la Justicia Argentina.
Tiene, a mi entender, dos caminos. O renuncia o aclara esta situación cuanto antes. Que demuestre ser un juez probo y de lo mejorcito que tenemos hoy en la Justicia Argentina. Por supuesto que esta Corte es 100 veces mejor a la corte menemista, pero eso no es privilegio para excusarse de dar explicaciones inmediatas sobre este asunto.
Por empezar, ya pasaron semanas y todavía no mostró ni uno solo de los contratos que dijo que mostraría para que esta situación se aclare y su apoderado Montivero no dio la cara, no escuchamos todavía qué es lo que tiene para declarar con respecto a esto. Tampoco nadie de la inmobiliaria dio explicación alguna.
Y seguimos esperando...
Andrés Ballesteros
andresvb1@hotmail.com