En el siempre célebre poema homérico La Odisea, Ulises al volver a su patria Ítaca, luego de veinte años de desventuras por los mares, lo hace con fachas andrajosas, cómo dicen tierra adentro “sin levantar la perdiz”. Así, llega a su palacio real, donde encuentra a los amantes que cortejaban a su mujer Penélope, ¡peleándose entre todos por cualquier cosa! Una vez cansados, él aprovecho y los mató.
Cuando alguien me dice “la gente elige estar así”: inflación altísima y dura para clases medias y pobres, crecimiento del 400% en consumo de paco y tráfico de drogas, inseguridad social, esconder a millones de pobres con cifras truchas, sin 82% a jubilados pese a haber dinero, mega corrupción y tantos etcéteras, le contesto qué:
1) El gobierno amén de esto ha tomado algunas decisiones acertadas que son de público conocimiento, y lo más importante, 2) ¿con qué se encuentra la gente cuando entra al cuarto oscuro? Es decir, ¿qué hay de nuevo, creíble, vital y refrescante en la política argentina?
Nunca hay que culpar a los electorados. En Misiones en 2006, estuvo Monseñor Piña en sus boletas, y en una de las provincias más pobres, y con más aparato oficialista K, punteros y encuestas armadas, la gente encontró otra opción. Ahora, salvo “El Alberto”, nadie “salvó las papas” y hasta él se enfrascó en una pelea hedonista con Duhalde, a lo telenovela mexicana. Alfonsín, Duhalde y Carrió representan poca opción.
Lilita debiera dejar crecer a las y los Reyes, Pérez, “Toti” Flores, Iglesias y Estenssoro, entre otros. Don Hermes Binner es aún cuasi desconocido, pero tampoco perdió tiempo para alejarse de sus aliados radicales y lilitos, en otra novela de: “me alío, no me alío”. Ante esto sólo cabía durísima derrota.
De aquel contrapeso en tercios (1/3 FVP, 1/3 Coalición cívica y aliados, 1/3 PJ disidente más PRO) del 2009, el Gobierno sólo debió, cómo Confucio, sentarse en el frente de la casa a ver pasar el cadáver del enemigo peleándose entre ellos. Si le sumamos el egoísmo de los “adversarios cuida quintas” que ni siquiera se quedaron en el país, allí tenemos el resultado previsible de tanto despropósito.
Juan Manuel Duarte
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