Cada político opositor personalmente deberá manifestar que de ser electo, llevará adelante el desafío político de lograr que los argentinos, como los que trabajan en el campo y en la agroindustria, produzcan más bienes... a valores internacionales, y si devaluará o no, para llegar a dichos valores.
Además, deberá acreditar alguna "buena gestión anterior de gobierno". Según los resultados electorales del 14 de agosto, un 75% "pareció ser peronista", luego, los frustrados futuros candidatos, advirtieron que no fue útil manifestar: "soy el más peronista de todos".
Algunos "votantes", por su edad, ni saben quién fue Perón. En la Argentina, producir bienes a valores internacionales, no será una opción, será una imperiosa necesidad y obligación para lograr salir de la crisis que "está en puerta".
Cientos de miles de ciudadanos residentes en nuestro país, se acostumbraron -en base a subvenciones- a lograr jubilaciones, planes trabajar/descansar/jefas, bienes, servicios médicos, de transportes, aguas corrientes y electricidad, y o alguna otra "calidad de vida superior".
Para sostener ficticiamente dichas actitudes electoralistas, se continúan retirando desde el ANSES millones de pesos aportados por trabajadores.
El gobierno, mediante el INDEC, desde hace años embauca a los ciudadanos tergiversando el costo de vida y distorsionando valores, cifras, costos y elementos para no revelar la verdadera inflación.
Todo fue y es un inmenso engaño magistralmente puesto en escena por doña Cristina.
Se conoce que en nuestro país, los precios relativos internacionales de los alimentos y la vestimenta, están holgadamente más caros que similares productos en el exterior. La causa, es la baja paridad cambiaria. Es tal la incongruencia del Ministro de Economía/Secretario de Comercio, que ayer, 17.8.2011, por aprietes empresarios, autorizó aumentos de precios al consumidor en: alimentos-pollos-lácteos-papeles y productos eléctricos de uso hogareño, insecticidas, artículos de limpieza, desinfectantes, etc., ocultándose la verdadera causa.
La causa real, es la imparable inflación. Concretamente, Cristina, es jefa de un gobierno extremadamente débil. Si intenta su reelección, hasta el sábado anterior a las próximas elecciones, deberá aceptar todos los aprietes y reclamos -sindicales y empresarios- que se le hicieren... veremos su muñeca política.
Osvaldo Saporiti
osaporiti@gmail.com