Y sí, el relato existe. A tal punto que, cada tema y cada cuestión que atañe a lo público, hay que desmenuzarla con lupa.
El relato comienza a hacer raíz hasta en los propios incrédulos.
En el expuerto de Buenos Aires —hoy privado, a manos de las firmas “Exolgán-Exologística”, monopolio menemista contra el cual la Presidenta no lucha— se realizó un acto mediante el cual no solo se anunció, sino que se concretó, un embarque de 200 toneladas de quesos argentinos de distintas variedades hacia China.
El señor Yin Hengmin, embajador de
Si bien nadie puede volverse experto de cada tema que analice —ya que sería como “desconstruir”
Nada se dijo sobre por qué se produce la exportación ni sobre cómo se llega al mercado de aquellas zonas. ¿Responde a una política activa del estado argentino? ¿Responde a una necesidad de los chinos? ¿Es una actividad que se sostendrá en el tiempo? ¿Responde a la necesidad de los grandes productores argentinos? ¿Qué pasa con la leche?
Y si, el relato existe. Lamentablemente para conocer algunas realidades, no hay que quedarse con las manifestaciones exageradamente positivas y oficialistas de medios afines, sino que hay que escuchar otras campanas, como por ejemplo, la de los productores.
La buena leche
El mercado de la leche termina siempre siendo un mercado hiperconcentrado. El productor funciona como una especie de esclavo de las grandes colectoras del producto, cuenta con la logística, el trasporte, la decisión final y destino del producto. Se hace referencia aquí a los grandes acopiadores, como
El precio “sosten” de $1,45 por litro no es obligatorio, aunque así figure. Las corporaciones clasifican y destrozan la renta lechera. La fabricación de subproductos nunca fue beneficiada por el estado, a pesar que ello figure en el discurso oficial.
Más aún, el estado está más interesado en evitar la suba de los precios y de garantizar la renta de las grandes corporaciones, que en defender al productor pequeño, sustituible, descartable. Un negocio con todos los colores del “librecambismo”, nada orientado.
¿China necesita quesos?
Los chinos se han transformado en una nueva potencia. El consumo de lácteos, en especial de origen bovino, es una “rara avis”, producto de la occidentalización y del consumo de los nuevos millonarios de China y de algunos sectores pudientes de la cada vez más creciente clase media con aspiración a un nivel de consumo occidental.
Lo que no cuenta un artículo referente al tema en el sitio lapoliticaonline.com, es que China, desde
Siempre hay que recordar qué tipo de sistema político rige en China, y no tanto sus seducciones de mercado hacia nosotros.
Tras varias muertes y enfermos por melanina, también se conocieron casos de contaminación por aflatoxina M1, y tras constatar que no se respetaban los niveles de calidad necesarios para producir productos lácteos, en 2011
Relatos y realidades
Volviendo a la información local, en el acto antedicho —en el “puerto Exolgan” dice la nota en cuestión, ya no “puerto de Buenos Aires”— el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de
Sin embargo, es necesario preguntarse a cuál Estado el ministro hace referencia… ¿al estado que quiso imponer la 125 y denunció a los productores como “oligarcas” o como “quemadores de campos que nos ahúman”, según dijo Néstor Kirchner?
¿Del estado que coloca excedentes del mercado local para ayudar a los monopolios, dado que la leche al productor chico ya se le pagó más barato que lo que se paga en el Uruguay, país sin retenciones?
¿Del estado que alienta (de palabra) a producir más, cuando todos saben que los chinos arreglarán sus cuestiones internas y dejarán de importar?
¿Del estado que pierde (por goleada) con Brasil en todos los rubros, un Brasil potencia con un rodeo de
Y sí, el relato existe…
José Terenzio