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Volvió la inquisición: ¡A quemar brujas se ha dicho!

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PREOCUPANTE AUMENTO DE FEMICIDIOS POR INCINERACIÓN
PREOCUPANTE AUMENTO DE FEMICIDIOS POR INCINERACIÓN

"Ni un animal puede morir de esta manera, como le hicieron a ella", aseguró a un canal de noticias la madre de Mailén Aldana, la joven víctima quien estaba internada en gravísimo estado, con el 75 por ciento del cuerpo quemado, desde el martes pasado.

 

La adolescente de 17 años que hace una semana había recibido graves quemaduras tras discutir con su pareja en la localidad bonaerense de Wilde murió hoy, debido a las graves heridas recibidas durante el ataque. Había sido incinerada por su novio de 23, quien le arrojó alcohol y la prendió fuego luego de haber tenido una discusión por celos.

 

Femicidio

 

El Femenicidio (o femicidio) es un neologismo creado a través de la traducción del vocablo inglés “femicide”, el cual se refiere al homicidio de mujeres por razones de género.

El concepto es mucho más abarcativo, ya que incluso engloba aquellas acciones o conductas que muchas veces no son tenidas en cuenta, como por ejemplo la falta de atención médica o problemas sanitarios femeninos que puedan desencadenar en un aumento de la mortalidad femenina, sin embargo se ha tendido a encasillar el término “femicidio” únicamente en lo relativo a la feminización del homicidio producto de la violencia de género.

El femenicidio tiene como móvil el sometimiento de la mujer al orden establecido de subordinación. En este sentido es un crimen sustentado en el poder y el control, generalmente masculino.

Si bien el homicidio de mujeres por razones de género ha existido desde siempre, los aberrantes femicidios ocurridos en Ciudad Juárez, México, durante las últimas décadas, definitivamente marcaron un antes y un después, no solo porque sirvió como punto de partida para plantear el flagelo del homicidio por razones de género en la sociedad, sino porque sentó las bases de una legislación para penar y prevenir el femicidio.

El 16 de noviembre de 2009, la Corte Interamericana de Derechos Humanos pronunció una sentencia considerada ejemplar sobre el asesinato en 2001 de varias jóvenes mexicanas de Ciudad Juárez. El caso fue llevado hasta ese alto tribunal por el representante legal de las familias de las jóvenes frente a la indiferencia de las autoridades mexicanas. Ocho años después, la CIDH condenó por primera vez en la historia a un país, México, por considerarlo responsable de femicidio.

Este caso abrió la puerta para investigar este fenómeno tanto a nivel local como internacional y así poder llegar a develar sus causas para comprender que no se trataba de un caso aislado que sucedía en un pueblo sureño de México, sino que tenía que ver con un problema que puede surgir a partir de la violencia durante la convivencia de género. Es preciso destacar que cuando las emblemáticas muertes de mujeres comenzaron en Ciudad Juárez, se pensó que detrás de esos asesinatos estaban involucradas algún tipo de mafias; grande fue el asombro de las autoridades y la sociedad toda cuando se descubrió que el patrón era la violencia de género.

Según Marcela Lagarde, reconocida académica feminista en México, etnóloga y doctora en Antropología, y quien encabezó desde la Cámara de Diputados de ese país una amplia investigación sobre los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez, los asesinatos de estas mujeres fueron (y son) perpetrados por hombres comunes, la mayor parte de ellos conocidos de las víctimas, parientes, esposos, novios, ex esposos, padres, hermanos, vecinos, amistades familiares, o compañeros de trabajo o escuela; es decir relaciones personales en las que puede llegar a surgir este tipo de violencia.

Según un informe de investigación de la reconocida asociación civil Casa del Encuentro, sobre femicidios en la Argentina, en el año 2008 se registraron un total de 207 femicidios. En el año 2009, 231 femicidios; durante el año 2010, se registraron 260 femicidios, y durante el 2011, 237 en los primeros 10 mese del año, lo que equivalió a un 10% más en comparación con los primeros 10 meses del 2010.

De los 237 femicidios registrados hasta el 31 de octubre de 2011, 88 fueron ejecutados por el marido, pareja o novio de la víctima; y 49 por su ex pareja.

Hay que destacar que en un gran porcentaje de los casos en los que las mujeres son agredidas por sus compañeros conyugales, éstos se hallan bajo el efecto del alcohol o de cualquier droga.

Es dable subrayar que la Casa del Encuentro no cuenta con estadísticas oficiales, debido que no existen, sino que se basan en un detallado seguimiento de los casos que toman trascendencia pública procedentes de agencias de noticias y de 120 diarios de distribución nacional y provincial.

Gracias a estos datos puede conocerse que, no solo los casos de femicidio en la Argentina han ido en notable aumento, sino que la modalidad de incinerar mujeres también ha marchado en constante escala.

A este respecto, y siempre basados en los informes de Casa del Encuentro, de los últimos cuatro años, las mujeres asesinadas por incineración fueron tres en el año 2008, seis en el año 2009, 11 en el año 2010 y 23 hasta octubre de 2011.

 

Caso “espejo”

 

El caso de Wanda Tadei, de 29 años, es emblemático. En febrero de 2010 la joven fue encontrada muerta por una falla multiorgánica, agonizó durante 10 días en un hecho muy confuso donde se manipulaba una botella de alcohol y en plena discusión con su pareja se prendió fuego su cuerpo. Su pareja y principal sospechoso de intentar quemarla es el baterista de la banda Callejeros. A partir de ese hecho comenzó a presentarse el fuego como modalidad y cobraron más relevancia en los medios de comunicación los casos de femicidios por incineración.

Fabiana Tuñez, coordinadora de La Casa del Encuentro, expresó que este tipo de modalidad se ha transformado en una verdadera epidemia en los últimos años, en lo que se denomina un “caso espejo” entre los agresores.

Las centrales de llamadas de emergencia que reciben pedidos de auxilio de mujeres agredidas informaron que últimamente están recibiendo más llamadas con la amenaza de "Te voy a quemar viva" o "te voy a rociar con nafta" o "te voy a prender fuego", acompañadas en muchos casos con la muletilla común: "como a Wanda". Los que reciben este tipo de llamadas aseguran que jamás escucharon este tipo de muletillas en el año 2008, por ejemplo.

Según especialistas, hay todo un simbolismo en lo que respecta quemar a alguien, ya que está lejos del azar de la emoción violenta. Se busca el alcohol u otro químico, se arroja sobre la persona y se le prende fuego ante la impávida mirada de su agresor.

Lo que lo diferencia de un golpe, puñalada o disparo —otra de las principales modalidades en la violencia de género— es que todos conocen la sensación de quemarse, ya que difícilmente alguien no haya vivido esa experiencia; distinto a un golpe de puño o balazo, por lo que el agresor pretende hacerle sentir a su víctima un sufrimiento que ya ha experimentado, pero mucho más elevado. Un sufrimiento que en caso de superarlo, deja marcas evidentes para que toda la sociedad pueda ver el escarmiento, cual inquisición.

 

Figura legal

 

A comienzos de 2011, tanto diputadas nacionales opositoras como oficialistas presentaron una iniciativa para agravar las penas en caso de asesinatos de parejas con “ensañamiento”, ante los reiterados hechos delictivos que evidencian formas de matar a mujeres eludiendo dejar rastros probatorios. Diversas propuestas legislativas intentan enfatizar el “feminicidio” en el Código Penal. Esto con el objetivo de establecer más específicamente la pena de prisión perpetua del homicidio agravado para esos casos.

Incorporar la figura del femicidio al Código Penal Argentino, en momentos en que los casos de mujeres asesinadas por sus novios, esposos o ex parejas vienen en aumento, es una manera concreta de obligar a la prevención.

Según dictamina el Código Penal argentino, quien mata a una persona, en caso de ser condenado y declarado culpable por homicidio simple, cumplirá prisión entre 8 y 25 años. El vínculo familiar con la persona asesinada es un agravante. El objetivo es añadir la figura del femicidio como un tipo penal autónomo y no como un agravante.

Si bien la modificación del Código Penal y la incorporación de este delito al mismo, acompaña una realidad que lamentablemente es palpable en nuestro país, siendo necesario e imprescindible que las leyes se creen para prevenir y sancionar un tipo de delito que va en ascenso para acompañar la coyuntura, la educación y prevención es el mejor antídoto.

Si bien se está encaminando hacia una protección legal para tipificar el delito de femicidio, la escasa prevención contra la violencia, el incremento del uso y tráfico de drogas en nuestro país, y la mínima derivación de recursos estatales para prevenir este flagelo, están íntimamente enlazadas con el aumento de este tipo de homicidios. Mientras tanto, se siguen quemando "brujas".

 

Eliana Toro
Twitter: @toroeliana

 

 

Fuentes consultadas:

http://es.wikipedia.org

http://www.pagina12.com.ar

http://www.lacasadelencuentro.com.ar

http://www.feminicidio.net

 
 

13 comentarios Dejá tu comentario

  1. POBRE HORACIO, OTRO QUE COMIO KK, COMO PODES APOYAR A UN GOBIERNO QUE YA TIENE MAS DE 30000 MUERTOS ENCIMA.Y A UNA PERSONA QUE VIVE CON LA MORTAJA PUESTA.

  2. Las mujeres viven en promedio entre 5 y 7 años más que los hombres. Quién mata a quién entonces? A sacarse la mascarita, señoras, que se suspendió el carnaval.

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