Las preguntas de los estudiantes incomodaron a Cristina Fernández, respondiendo entre la soberbia y el fastidio. Explicó de manera confusa el crecimiento exponencial de su patrimonio, se le pidió autocrítica por su gestión y se sorprendió ante la insistencia del mismo tema: ¿por qué no habla con la prensa argentina?, el mismo interrogante había sido planteado en la Universidad de Georgetown.
Como era de esperar, las redes sociales como Twitter y Facebook, explotaron con mensajes sobre sus respuestas y la falta de ellas. Automáticamente, los seguidores de Cristina en Internet, dejaron su marca en la web para atacar a los jóvenes estudiantes —en formación— con el objetivo de descalificar con el golpe bajo: algunos estaban nerviosos y leían las preguntas.
Sin embargo hicieron lo que, humildemente, tenían que hacer: preguntar y aprender. La defensa a ultranza del discurso de CFK, con datos erróneos o exagerados, lo puede todo y deja un vendaval de agresión sin sentido. Con el cliché clasista de los ´ nenes bien ´ de Harvard mantenidos por sus padres, los militantes K criticaron vía Facebook, a la misma red social creada con el apoyo de estudiantes de Harvard, generando una paradoja absurda.
Mark Zuckerberg nació en EEUU en 1984, es programador, empresario y creador de Facebook. Desarrolló la red conjuntamente con sus compañeros de estudios: Eduardo Saverin, Dustin Moskovitz y Chris Hughes.
Zuckerberg ingresó a esta universidad en 2003 y progresó fugazmente, creó diferentes programas que posibilitaban la interacción con sus propios compañeros, como el Facemash.com que permitía “calificar” a las estudiantes. Pero como se refleja en la película Red social (2010), no todo sería fácil para Mark ya que dos estudiantes se adjudicarían inventar Facebook. Los hermanos Tyler y Cameron Winklevoss denunciaron a Mark por un supuesto robo de idea que terminaría con un juicio multimillonario.
Más allá de la controversia, la red social se agigantó con el paso de los años desde su nacimiento en 2004 hasta la fecha, alcanzando alrededor de 900 millones de ´ amigos ´ en todo el planeta y transformando el modo de utilizar Internet, canalizando nuevas formas de expresión y vínculos entre las personas.
Es tal la magnitud de Facebook que para denostar a los de Harvard nada mejor que utilizar un medio inventado en la misma matriz de una de las universidades más prestigiosas del mundo. Siempre discutible, el modelo de estudios superiores de EEUU ha generado academias del saber reconocidas por su gran nivel. Para los cibernautas K, tal vez, será sólo un dato más, como la falta de humildad que mostró la Presidenta antes jóvenes que inician su interminable recorrido en la construcción del saber.
Sebastián Turtora
Seguir a @sebiturtora