De esta forma se subestima el crecimiento de los ingresos públicos. Con ingresos públicos que crecían por encima de los valores presupuestados, se formaba un excedente que el Poder Ejecutivo Nacional manejaba con discrecionalidad. Por esta vía se bastardeaba el presupuesto público, una de las herramientas centrales con que cuentan las sociedades modernas para organizar y gestionar el Estado.
Como suele hacer el kirchnerismo, en el proyecto de Presupuesto del año 2013 que envió al Congreso Nacional utilizó el "viejo truco" de subestimar el crecimiento tanto de la economía como de la inflación.
Esto surge de un informe publicado en las últimas horas por el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA) donde se pone el foco en el hecho de que la Administración Pública Nacional cerrará el año 2012 según las siguientes proyecciones:
-Los ingresos públicos estaban originalmente presupuestados en $506 mil millones y el gasto público en $505 mil millones previéndose un superávit de $1,4 mil millones.
-La proyección para el año 2012 señala que los ingresos públicos serán efectivamente $506 mil millones pero el gasto público ascenderá a $540 mil millones generándose un déficit público del orden de los - $34 mil millones, muy por encima de lo previsto.
-El 89% del exceso de gasto público por encima de lo presupuestado proviene de un mayor gasto previsional (62 puntos porcentuales) y de mayor gasto de consumo del gobierno asociado al empleo público (27 puntos porcentuales).
Estas proyecciones oficiales muestran que el gasto público está creciendo a un ritmo muy superior a los ingresos fiscales y que los principales factores dinamizadores son las erogaciones previsionales y del gasto asociado al empleo público. "En cierta forma, lo que se observa es un efecto de inercia e inflexibilidad a la baja del gasto previsional y del empleo estatal, ambos alimentados por la inflación", según IDESA.
Para el año 2013 se prevé un superávit de $0,6 mil millones, bajo el supuesto de que el gasto previsional crecerá sólo un 22% y el consumo del gobierno apenas un 13%. Estas pautas no se condicen con el hecho de que las jubilaciones se ajustan con la formula de movilidad automática, la cual crece en función de los aumentos de salarios nominales y de recaudación impositiva, dos factores empujados por la inflación; ni con la dinámica de los salarios públicos que se determinan en negociaciones colectivas las cuales también se basan en la inflación real.
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Equipo de Economía de TDP