El  mes de marzo en la Argentina representa el comienzo de las actividades, en todos los campos, tanto administrativos, judiciales como educativos despues de un largo receso por las vacaciones de verano y en las cuales los ciudadanos buscan escaparse a distintos lugares del interior del país que son tradicionales y clásicos, en donde el mar, las sierras, las montañas esten presentes.

Así es como a dos meses del 2005, surgen las encuestas  en las cuales se toman en cuenta cómo se encuentra el país economicamente, qué  pasa  con la educación debido al  inicio  del ciclo escolar  a nivel primario, secundario como terciario  y es allí precisamente  donde se pone en evidencia qué pasa con los gastos  que tienen que efectuar  los padres para mandar a sus hijos  a la escuela y compararlos con años anteriores.

Los medios de comunicación  -radiales, gráficos y televisivos- recorren los negocios de librería, variadas casas de uniformes y demás, entrevistando y preguntando a los comerciantes "¿qué está pasando con las compras?" "¿Cuánto se gasta?". Las respuestas que se dan implican una disminución  de ventas, toda vez que -en efecto- se compra lo mínimo  indispensable, "...los precios están por las nubes ..." "... son exhorbitantes..." y se exhiben en las vidrieras  como si nada pasara, porque está presente el fantasma de la pobreza, de la carencia, del que tanto se habla, escribe y nada se hace.

Para que un niño pueda estudiar  necesita estar bien alimentado y esto es lo que siempre está ausente, no importa el gobierno que esté de turno  y el color político que tenga, ya que el círculo siempre se cierra de la misma manera y los discursos que los politicos  hacen sobre el tema es demagogia pura, con palabras movilizantes y  a las cuales el hombre común se encuentra escéptico y descreído.

Existen familias  en el conurbano bonaerense -a pocos kilometros de la Capital  Federal-  que viven con sueldos  miserables y que  apenas  les alcanza para mantener a sus familias, no pudiendo acceder a una canasta familiar básica. Si tienen  5 hijos, el único alimento  durante la cena es simplemente un sachet  de un litro de leche  que será compartido entre los chicos y los padres. Solamente pueden tomar mate cocido con pan u optar por ir a los comedores de las iglesias y  colegios que les brindan un plato de comida caliente debiendo soportar largas colas para poder comer. 

Es evidente que si  un niño no puede alimentarse como corresponde, tampoco puede asistir al colegio, por lo  tanto se lo estaria privando de los derechos que tienen consagrados  en la Convención de los Derechos del Niño, instrumento este  que fue incorporado  a la Constitucion Nacional en las condiciones de su vigencia ... y en cuyo articulado  establece  que "todo niño tiene derecho a las medidas de protección que su condición de menor requiere  por parte de su familia, de la sociedad y del estado....".

Y si bien es cierto que una familia tipo -con dos hijos- necesita por lo menos $ 760.54 para satisfacer las necesidades mínimas, sin embargo  a este salario muy pocas personas pueden cobrarlo, primero porque las fuentes de trabajo están saturadas y segundo porque lo  que tiene un jefe de familia en muchos casos son changas simples  que le pagan por día. 

El aumento de la canasta básica durante el mes de febrero ultimo pasado provocó que los índices de pobreza volvieran a subir, es decir que el incremento de los precios en el sector de los alimentos determinó el aumento del 2%  en la CANASTA BASICA TOTAL  -CNA), toda vez que establece el límite de la llamada .."línea de pobreza..." y en los ultimos doce meses el aumento de los precios en general fue del 8,1% que se traduce  en el costo de la canasta familiar, dado que es uno de los puntos  sensibles de la Argentina post convertivilidad, en virtud que los  índices de pobreza alcanzaron el 50%  tras la devaluación  y reducirlos no resulta tan sencillo. Por otra parte, se estima que unos  veinte millones de argentinos viven en la pobreza ya que ni siquiera cuentan con lo esencial para alimentarse  y se los llama indigentes. Palabra esta que es muy elegante para definirlos y que se ha hecho costumbre utilizarla  y hacer comparaciones que no tienen sentido alguno de existir. 

Desde el organismo oficial -Ministerio de Economía- se destacaron que los salarios  subieron mas que los precios mejorando el ingreso real  de los trabajadores, pero estas cifras sólo alcanzan  a quienes se desempeñan en relación de dependencia, mientras que un porcentaje superior  a la mitad de la población  economicamente activa  está en condiciones irregulares y sin aportes. 

Evidentemente estos dichos son incongruentes  y lamentables porque la realidad  es otra y no la que brindan  las autoridades  nacionales, máxime si se tiene en cuenta que en regiones del norte y noroeste del país la situación  y porcentajes de pobres asciende a un 60,3% y a un 30,4% de indigentes. 

Ante todo este panorama  tan negativo y triste por el que atraviesa  un país tan rico como la Argentina, las soluciones  no llegan  porque los razonamientos son vacios de contenido  adecuado  en el cual la calidad de vida, alimentación y educacion de un niño  es la base fundamental  para que pueda desarrollarse normalmente, sin privaciones y libre de todo daño  que pueda ser irreversible para su salud, crecimiento y futuro, conforme está establecido  en la  "Convención de los Derechos del Niño" que tanto se predica hasta el hartazgo y que muy pocos conocen e interpretan realmente, mas alla que la UNICEF  postula en la Argentina a traves de sus representantes ...... "la vida de un niño es el bien mas preciado y nada los puede perjudicar y que todos son iguales ante los ojos de Dios.......".