Finalmente, luego de los fuertes rumores que desde el domingo venían resonando sobre la posible venta de las acciones por parte de Globovisión, única señal independiente al gobierno de Venezuela, el canal emitió un comunicado donde confirmó los trascendidos.
Este lunes, el conductor del programa “Aló, Ciudadano”, Leopoldo Castillo, reveló que sí existen intenciones de vender Globovisión a Juan Domingo Cordero, presidente de Seguros La Vitalicia, protagonista de la escena financiera y bursátil venezolana y cercano al gobierno.
Castillo agregó que la venta se concretaría después del 15 de abril, luego de que haya finalizado el proceso electoral en Venezuela.
Por su parte, el vicepresidente ejecutivo de Globovisión, Carlos Zuloaga, anunció que el canal de noticias no ha sido vendido completamente, sino que hay "una oferta de compra formal" y "una intención obligada de venta".
Por estar horas, los más preocupados por la situación son los trabajadores del canal, a quienes Zuloaga se dirigió con una carta explicando la decisión de vender la firma.
“Cuando Hugo Chávez Frías gana las elecciones del año 1998, aquí en Globovisión decidimos darle el beneficio de la duda sin dejar de hacer periodismo y defender nuestros principios y valores. Durante dos años logramos trabajar bien y hasta nos ganamos el Premio Nacional de Periodismo. Logramos abrir las estaciones de Valencia y Caricuao. Pero a partir del año 2001, se comienzan a complicar mucho las cosas, desde que el presidente Chávez, en uno de sus actos, levantó nuestro micrófono y nos llamó enemigos de la revolución e insulto al padre de Alberto Federico Ravell”, aclara Zuloaga.
“Eso me obligó a hacer el primer editorial, reclamándole al presidente Chávez sus insultos hacia el padre de Alberto. A partir de ese momento, nos convertimos en enemigos de un Gobierno todopoderoso, que controla todas las instituciones y maneja un caudal de dinero inagotable”, sigue.
“Gracias a este gran equipo profesional, valiente y con una gran mística hemos soportado ataques físicos, insultos y todo tipo de vejámenes. Haciendo siempre un periodismo de gran altura y manteniendo una calidad de pantalla que es envidia de grandes canales. Gracias al gran equipo de abogados que nos han asistido y representado hemos logrado enfrentar todo tipo de juicios, averiguaciones, y procedimientos administrativos sin que nos hayan logrado sacar del aire”.
“Desafortunadamente, la situación del país, de nuestro entorno, y de nuestro campo de trabajo, en vez de mejorar en estos años se ha empeorado con creces. La situación política y la polarización ha hecho que los ataques a Globovisión sean cada vez más fuertes”, expresa el empresario en su carta.
“El año pasado, tomé la decisión de hacer todo lo que estuviera en nuestro poder, a riesgo del capital de los accionistas y conscientes de las implicaciones que esta actitud podría traer, para lograr que la oposición ganara las elecciones de octubre. Era la oportunidad, como venezolanos, para recuperar nuestro país. En Globovisión lo hicimos extraordinariamente bien y casi lo logramos, pero la oposición perdió. Eso nos puso en una situación muy precaria como canal y como empresa, sumándole a esto el cúmulo de procedimientos judiciales, y el tener una concesión que vence en dos años, sin que se vea posibilidad de renovación. Adicional a esto, el debilitamiento de la economía y su directa consecuencia sobre nuestro flujo de caja, nos convirtió el día de hoy en una empresa inviable”, enuncia.
“Somos inviable económicamente, porque nuestros ingresos ya no cubren nuestras necesidades de caja. Ni siquiera podemos subir los sueldos lo suficiente para compensar la inflación y mucho menos para compensar la devaluación. Somos inviables políticamente, porque estamos en un país totalmente polarizado y del lado contrario de un gobierno todopoderoso que quiere vernos fracasar. Somos inviables jurídicamente porque tenemos una concesión que termina y no hay actitud de renovárnosla”, indica.
“Estamos acosados por las instituciones del Estado, apoyadas en un TSJ cómplice que las ayuda y colabora en todo aquello que nos pueda perjudicar”, prosigue la misiva.
“Muchas gracias. Daría lo que no tengo para poder estar allá y verlos a todos a los ojos. Los quiero mucho y entiendan siempre que el bienestar de ustedes es mi mayor preocupación”, dice la carta al finalizar.
Globovisión transmite en señal abierta sólo en Caracas y la ciudad de Valencia, aunque llega a todo el país a través de los sistemas de televisión por suscripción.
Es el único canal al que no asisten portavoces del Gobierno, y el único que replica la información que surge de la opositora Mesa de la Unidad, la coalición de 20 partidos que eligió como candidato presidencial a Henrique Capriles.
Globovisión fue acusado por el chavismo de manipulación, conspiración, dar voz a la oposición pero no al gobierno, y hasta de racismo. Según Chávez, el canal se negó a mostrarse a favor de él durante las manifestaciones para exigir la dimisión de Pedro Carmona, durante el gobierno de facto de este último.
En mayo de 2007, el ahora fallecido mandatario afirmó durante un discurso que el canal había estado alentando activamente a los disturbios civiles en Venezuela, así como su asesinato.
En agosto de 2009, un pequeño grupo de militantes de un partido chavista, el Partido Unido de Venezuela (UPV), atacó la sede de Globovisión y se enfrentaron con la policía.
A una semana de la muerte del principal embestidor de la señal, Globovisión se dio por vencido.
José María González