La “Profecía de los Papas” se atribuye a San Malaquías (Maelmhaedhoc O´Morgair (1094-1148), monje de Bangor y obispo de Armagh (Irlanda).
Se cuenta que subió con sus monjes a la colina del Janículo para orar y agradecer a Dios por el éxito de su peregrinación a Roma. De pronto, mientras contemplaba la ciudad, se puso a llorar. Luego, se quedó dormido y en ese estado expresó frases en latín que fueron volcadas a un pergamino por un monje que lo acompañaba. Al despertar, explicó a su gente que Dios le dio una visión de los Papas que gobernarían la Iglesia desde Inocencio II, el Sumo Pontífice en aquel momento, hasta el del Fin de los Tiempos.
El texto abarca 112 dísticos latinos, lemas o frases simbólicas -de sólo dos o tres palabras cada uno- que caracterizan a los distintos Papas que se sucederán hasta el Juicio Final.
No se discute la existencia de Malaquías. Además, es canonizado por el Papa Clemente III, el 6 Julio de 1199. Su fiesta se celebra el 3 de noviembre.
SE PUBLICAN LAS PROFECIAS
Recién 447 años después de la muerte de Malaquías (etimológicamente: “ángel del Señor”), el monje benedictino Arnoldo de Wion, publica en Roma “Lignun Vitae”, que contiene los lemas. Estos van acompañados por un breve comentario del historiador español Alonso Ciacconio (1540- circa 1601). Los escritos abarcan los 74 Papas que gobernarían a partir de Celestino II ( 1143) uno de los contemporáneos de S. Malaquías; hasta Urbano VII, muerto en 1590. Los comentaristas posteriores tomaron como base para sus investigaciones ésas explicaciones.
ALGUNAS INTERPRETACIONES
Damos una breve muestra de cómo, hoy, descifran “las profecías”. Tenga presente el lector que los “estudiosos” relacionan la frase o lema una vez que saben quién es el Papa y cuál es su biografía : “Yendo del presente al pasado, analizaremos algunos de los Papas post-1595 y buenamente dejaremos al lector que compruebe, por sí mismo, si la divisa latina es aplicable, clara y definitivamente al Papa correspondiente. Empecemos por la divisa 110a:
- De labore solis (Del trabajo del sol), aplicada a Karol Woityla, nacido en Polonia y elegido Papa el 16-10-1978 con el nombre de Juan Pablo II. No parece, sinceramente, que el sol sea un elemento que esté en la heráldica de Woityla ni que haya relación entre este cuerpo celeste y algún acontecimiento decisivo de su pontificado. Polonia, un origen distinto, tras la larguísima sucesión de papas italianos, podría y debería haber sido el signo clarificador en la profecía, pero no tenemos más que ese ya mentado sol y el trabajo. Realmente, Juan Pablo II ha trabajado duramente por la reimplantación del tradicionalismo en la Iglesia salida del Concilio Vaticano II y ha trabajado incansablemente en la "marcha atrás" del rito y la teología y ésta no es la mejor manera de reunir al sol, ligado con nuevo día y con renacimiento constante, a una persona empeñada en asegurar que las viejas ideas vuelven a triunfar en la doctrina católica por encima de los pasos dados por sus antecesores Juan XXIII y Pablo VI, ya que nada podemos decir del breve pontificado de Juan Pablo I, fallecido a los treinta y un días de haber sido elegido.
- De mediatate lunae es la divisa atribuida en la relación de Arnold de Wion a Juan Pablo I, el cardenal Albino Luciani. Hay quien dice que lo de la luna está justificado por haber sido él seminarista en Belluno y de esa terminación sale la luna profética, una vez que se ha cambiado la última vocal y se ha eliminado el "bel" del toponímico.
- Flos florum (La flor de las flores) es la divisa dada por las profecías al cardenal Montini, papa Pablo VI.
- Pastor et nauta (Pastor y marino o navegante) se aplicó al cardenal Roncalli, luego Juan XXIII. Se dijo que Roncalli había sido patriarca de Venecia y Venecia es ciudad de góndolas... De allí a ser marino hay una cierta distancia, pero la divisa se adoptó casi oficialmente en el Vaticano.
- Pastor angelicus (El pastor angélico), atribuida a Pío XII, antes cardenal Pacelli. La divisa es bella, pero vaga, como lo ha sido tantas veces a partir del final del siglo XVI. Al igual que la posterior divisa 108a, Flos floris, es una frase hermosa y que no puede herir a quien le toque en suerte, pero tampoco viene a añadir o quitar una sola nota a esa persona.
- Fides intrepida (La fe intrépida), atribuida a Pío XI, cardenal Ratti. Realmente el Papa Pío Xl fue un pontífice luchador y activo, con diecisiete años de trabajo constante y sometido a la fuerte tensión de los tiempos, ya que fue elegido en el 22, cuando el fascismo ganó el control de Italia, y murió en 1939, en vísperas de la II Guerra Mundial. Su muerte se ha rodeado de cierta intriga y no faltan autores que indican la posibilidad de una muerte inducida desde las esferas del poder. Incluso se cita el hecho de que el lector Petacci, padre de Claretta, amante del "Duce", fuera médico del Papa. Pero se trata de especulaciones y nada mayor que el secreto que rodea a la mínima ciudad del Vaticano.
- Religio depopulata (La religión despoblada), el cardenal della Chiesa, nombrado Papa en 1914, recibe esta divisa 104a. Los exegetas de Malaquías hablan que esa despoblación de la religión es la de los millones de muertos en la Gran Guerra. Pero los muertos eran también turcos (musulmanes), rusos (ortodoxos), ingleses, alemanes y de los muchos futuros países segregados de los Imperios Centrales (protestantes), aunque sí hay millares de fallecidos en el frente y en la retaguardia de naciones eminentemente católicas, como es el caso de Francia, Bélgica o Italia. Al papa Benedicto XV se le puede otorgar el beneficio de la duda, si se quiere, pero nada más que la duda sobre la adecuación de la divisa al acontecer histórico.
- Ignis ardens (El fuego ardiente), divisa aplicada al cardenal Sarto, elegido Papa con el nombre de Pío X en 1903. Muere en agosto de 1914, a las puertas de la Gran Guerra, la guerra que acabaría con todas las guerras, según se dijo al finalizar en 1918, sin que se consiguiera acertar mínimamente con tal augurio. En el año de 1954, Pío X fue canonizado en Roma. Indudablemente, fue un hombre santo y dio testimonio de su fe con sus actos, pero no hay un indicio -digamos racional- de que el fuego ardiente estuviera en sus armas o en su obra.
- Lumen in caelo (La luz en el cielo), aplicado a León XIII, cardenal Pecci, en cuyo escudo de armas hay un cometa. Es el primer Papa del siglo XX y una figura notable, enemigo de la francmasonería y autor de la encíclica "Rerum Novarum", la primera en la que se aborda la situación de los asalariados y la explotación del hombre por los poseedores de la fortuna.
Esta es la divisa 102a, la primera que entra en nuestro siglo y sí se produce la concordancia del detalle heráldico entre el cometa y el lema profético, pero que es una concordancia suficiente, la más extendida en los Papas anteriores a 1595, a pesar de muchos errores, fruto -sin duda- de una civilización en la que la imprenta todavía no había hecho más que empezar y las obras de consulta quedaban relegadas, en su mayoría, a los grandes archivos, distantes entre sí y de nada fácil acceso”. 1
REFUTACIONES
Según el padre Miguel Ángel Fuentes “la Profecía gozó de buena aceptación, tanto por parte del clero como de los fieles, hasta fines del siglo XVII, en que el padre Claudio Francisco Menestrier S. J. (muerto en 1705) -uno de los hombres más eruditos y autorizados de su tiempo- publicó el libro ‘Refutación de las Profecías, falsamente atribuidas a S. Malaquías, sobre la elección de los Papas’ (París, 1669). El autor, que era historiador y también cultor de la heráldica, pretendía -con gran aparato de conocimientos- demostrar la falsedad de la Profecía de S. Malaquías. Su argumentación se resume en los tres puntos siguientes:
1) El primer indicio de falsificación es el hecho de que, durante cerca de 450 años -a saber- desde S. Malaquías (1148) hasta ‘El Árbol de la Vida’ (1595), jamás autor alguno hizo la mínima alusión a la Profecía. El propio S. Bernardo no la menciona, aunque conoció de cerca al Santo Obispo, escribió su biografía y refirió otros vaticinios detallados de S. Malaquías (entre ellos la predicción del día y lugar de su muerte). Ninguno de los otros contemporáneos del santo irlandés, que tuvieron estrechas relaciones con él, menciona la Profecía. Tampoco es citada por los historiadores irlandeses posteriores a él. Ni los escritores medievales ni los renacentistas toman en cuenta ese documento, que de haberlo conocido hubieran ciertamente aludido a él. Y ¿por qué vía, qué ciudad o región, el texto profético habría caído en manos de Ciacconio, después de 450 años de ocultamiento? Todavía más: el propio Ciacconio, presentado por Wyon como autor de un comentario de la Profecía, no alude absolutamente a este documento en su libro de ‘Biografías de los Papas y Cardenales’, editado repetidamente en 1601, 1630 y 1677. ¿Habrá, tal vez, Ciacconio reconocido posteriormente la falsedad de los oráculos a los cuales inicialmente diera crédito?
2) El argumento del silencio es corroborado por la comprobación de fallas históricas y teológicas en la presunta profecía. Pues no parece posible que un autor movido por Dios haya introducido en la lista de los Papas a antipapas como: Víctor IV (1159-64), Pascual III (1164-68), Calixto III (1168-78), Nicolás V (1328-30), Clemente VII (1378-94), Benedicto XIII (1394-1423), Clemente VIII (1423-39), Félix V (1439-49).
La finalidad misma de la Profecía -insinuar la época del fin del mundo- parece opuesta a la aserción de Cristo, que declaró solemnemente que no competía a los hombres conocer los tiempos y momentos dispuestos por la Providencia del Padre (cf. Hch 1,7).
Además, la aplicación de los dísticos a los respectivos Papas se basa en notas bastante accidentales, lo que le da un sabor de arbitrariedad. Así: Nicolás V (1447-55) estaría designado por ‘De modicitate lunae’ (‘De la pequeñez de la luna’) por haber nacido de una familia modesta en un lugar llamado Lunegiana; Pío II (1458-64) es llamado ‘De capra et albergo’ (‘De la cabra y del albergue’) ¡por haber sido secretario de los Cardenales Capranica y Albergati!, etc.
3) Las razones negativas: Menestrier y otros historiadores posteriores agregan la explicación probable de cómo pudo haberse dado la falsificación. Débese notar, en primer lugar, que todas las divisas de los Papas, hasta 1590, aluden a características concretas de cada Pontífice: lugar de nacimiento, origen de la familia, cargos ejercidos antes de la elección, símbolos de sus blasones, etc. Mientras que, desde 1590 en adelante, los dísticos se refieren solamente a cualidades morales, cuya aplicación es muy vaga y puede convenir a más de un Pontífice. Así, ‘Vir religiosus’ (‘Varón religioso’ ), ‘Ignis ardens’ (‘Fuego ardiente’), ‘Fides intrépida’ (‘Fe intrépida’). ¿Qué Papa, no siendo del todo indigno, no merecería estos calificativos?
Observada la diferencia entre los oráculos anteriores y posteriores a 1590, se presume háyase forjado la profecía justamente por entonces, con el propósito de atender a las dificultades de la elección del Cónclave de ese año, 1590, después de la muerte de Urbano VII.
La refutación del P. Menestrier alcanzó gran boga entre los estudiosos de nuestros días. Los adversarios de la profecía la consideran definitiva. No obstante, hay todavía autores contemporáneos de valía que prefieren suspender el juicio sobre el documento, cuando no lo reconocen auténtico”. 2
Se comenta que “en el siglo XVII, el Padre Menestrier, jesuita, presentó la hipótesis de que la profecía son un plagio para influenciar las elecciones de Gregorio XIV en el cónclave del 1590. El lema que le corresponde a este Papa en la profecía es "antiquitate urbis", que hace alusión a su ciudad natal y sede episcopal, Orvieto (Latín: Urbs vetus). (...) Pero el Padre Menestrier no ofrece pruebas para sus acusaciones. Por otra parte, uno de los más respetados historiadores del mismo siglo XVI, Onofrio Panvinio, corregidor y revisor de la Biblioteca Vaticana en 1556, parece aceptar completamente la autenticidad de la profecía de Malaquías”.3
El periodista Joaquín Albaicín le pregunta al sacerdote Rama P. Coomaraswamy, ortodoxo que aún da misa en latín y de cara al altar, opositor al Concilio Vaticano II y sus reformas (su sitio: http://www.coomaraswamy-catholic-writings-com/-catholic-writings-com):
” La percepción de la Iglesia tradicional de la Iglesia Romana como futuro trono del Anticristo, ¿extrae su inspiración en alguna medida de las profecías de San Malaquías sobre los Papas? ¿Considera los lemas De Gloria Olivae e In Persecutione Extrema... verdaderas profecías, merecedoras de atención e interpretación, o por el contrario- que emanan de instancias dudosas?”
La respuesta de Coomaraswamy: “ El problema con las profecías es que son maravillosas en retrospectiva, pero arriesgadas como fuente de confianza antes del cumplimiento de los hechos. He escuchado las profecías de San Malaquías explicadas en una diversidad de modos. Es comprensible, por supuesto, que en vista del presente caos de la Iglesia, la gente busque una guía en las apariciones y profecías. Sin embargo, si uno se adhiere a una doctrina segura, hallará en la enseñanza de la verdadera Iglesia y en sus acciones históricas toda la guía necesaria para permanecer verdaderamente católico”. 4
José Luis Calvo, en el Boletín electrónico de Ciencia, Crítica a la Pseudociencia y
Escepticismo de la ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico dice que “el estudio de los lemas que se les atribuye es especialmente interesante. Hasta Urbano VII (del 15 al 27 de septiembre de 1.590) la correspondencia entre las divisas y la historia de cada Papa es casi perfecta. El ‘casi’ corresponde a Juan XXII de que dice la profecía ‘De
surore osseo’ (Del zapatero Ossa). ‘Curiosamente’ las historias del papado publicadas en el S XVI recogían la leyenda de que el padre de Juan XXII, perteneciente a la familia Ossa, tenía como profesión la de zapatero. Hoy, la crítica histórica mediante el estudio de los
documentos originales niega que eso sea cierto ya que el padre de Juan XXII era comerciante (y no de zapatos precisamente). Según esto, San Malaquías no sólo habría predicho a los pontífices sino también los errores de la historia del papado. La otra explicación, bastante más racional, es que alguien escribió en 1.590 las ‘profecías’ copiando los datos de las historias del papado con sus aciertos y sus errores.
¿Por qué habría nadie de hacer una cosa así? Pues para (...) forzar la elección de (...) un Papa. Tras el breve pontificado de Urbano VII había que elegir un nuevo Papa. Al cónclave concurría el cardenal Simoncelli -uno de los favoritos para calzarse las sandalias del pescador porque ya había participado en las cinco elecciones anteriores- que había nacido en Orvieto, ciudad cuyo nombre deriva del latín ‘Urbs Vetusta’ que significa Ciudad Vieja. Según la ‘profecía’ de San Malaquías el sucesor de Urbano VII llevaría el lema de ‘Ex antiquitates urbis’ (De la ciudad antigua) (...) un partidario del cardenal Simoncelli (...) quiso presentarle como el designado por la profecía. El tiro le salió por la culata. El elegido fue Gregorio XIV que había nacido en Milán. A partir de esa fecha, la perfecta adecuación entre lemas y papas hace aguas por todas partes”. 5
Para el sitio “Lo inexplicable, una puerta a lo desconocido, lo oculto y paranormal”: “la última parte de la profecía, la que se refiere a los papas que fueron elegidos después de la impresión del libro en 1595(...) efectivamente, no cabe ninguna posible falsificación: no se puede pensar más que en un bromista que habría elaborado sus predicciones una vez acaecidos los hechos.” 6
SOBRE DE GLORIAE OLIVAE, RATZINGER Y LOS OPINÓLOGOS
Agustín Cabré Rufatt, en el sitio web de los Misioneros Claretianos, opina que :“Según ellas,-las profecías- el próximo Papa tiene un título latino muy curioso:’ De gloriae olivae’, es decir, el fruto glorioso del olivo: o sea: la aceituna. ¿Qué querrá decir Malaquías con esto? ¿Será el color aceitunado del rostro? ¿Será originario de un país olivarero? ¿Será un hombre o un estilo de gobierno ‘aceitoso’ en contraposición con el gobierno firme y hasta duro de Juan Pablo II en los puntos de doctrina y costumbres? Nadie lo sabe. Y creo que Malaquías tampoco”. 7
Para Rubén Alejandro Fraga “el olivo es el símbolo de Jerusalén, lo que hace pensar que el próximo Papa podría provenir de esa ciudad santa. Dicha interpretación ilusiona a los seguidores del cardenal italiano Carlo Maria Martini, quien reside en Jerusalén desde 2002. Pero al menos una docena de los 115 cardenales que participarán en el cónclave tienen alguna asociación con el olivo. Unos, los españoles, por ser su país de origen un gran productor de aceitunas. Entre ellos, el arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, surge como favorito. Otros, como el arzobispo de Florencia, Silvano Piovanelli, pues su familia siempre vivió del cultivo de las aceitunas. Una interpretación más elaborada es que el nuevo líder de la Iglesia Católica tendrá antepasados judíos como sucede con el purpurado francés Jean Marie Lustiger. Se dice que el judaísmo era identificado con el olivo y Lustiger contribuiría a acercar a esas dos religiones monoteístas(...) Pero el olivo también representa la paz, así que el elegido bien podría ser un cardenal ligado al diálogo con otras religiones como el nigeriano Francis Arinze. Y también es un elemento presente en los escudos de algunos de los purpurados como los italianos Dionigi Tettamanzi y Ennio Antonelli, quien nació en 1936 en una zona de cultivo olivar y cuya cruz episcopal tiene un sol y un olivo”.8
Ya en el 2001, José Manuel Vidal, expone que “ (...)ya hay quien dice que, en caso de que muera Juan Pablo II, el cónclave puede ir a buscar a Martini para sucederle. Aunque se encuentre en la Ciudad Santa o precisamente por ello. Muchos cardenales han leído y meditado las profecías de San Malaquías (...) Se trata, además, de un cardenal enamorado de Jerusalén, a la que define como «la ciudad más cargada de memoria religiosa de todo el mundo, la ciudad donde murió Jesús para la salvación del mundo y donde se venera su sepulcro vacío y se hace memoria de su resurrección». La ciudad a la que tendrán que ir a buscarle los cardenales, si se retira al Bíblico, para hacerle Papa. Para que se cumplan las profecías de Malaquías, que hasta ahora, nunca fallaron (...) 9
En un sitio web denominado Club de libros se vaticina que: “ El próximo Papa podría ser negro, italiano o judío. El cardenal nigeriano Francis Arinze podría cumplir tanto las profecías de Nostradamus como las de Malaquías (...) Las profecías en torno al papado son numerosas. Los discípulos del astrólogo francés Nostradamus (1503- 1566) aseguran por ejemplo que el próximo Papa será negro y centran las quinielas de la sucesión en candidatos como el cardenal nigeriano Francis Arinze (...) El olivo es por un lado uno de los tantos símbolos de la paz. También simbolizaba en el pasado la raza judía y es asimismo el emblema de los benedictinos. En el Colegio Cardenalicio no hay actualmente ningún representante de esta orden. Sin embargo, de ser el próximo Papa de procedencia judía, el título podría recaer por ejemplo en el francés Jean Marie Lustiger, a menudo citado como papable. Otros opinan que el sucesor del Papa podría ser también el arzobispo de Milán, Dionigi Tettamanzi, que tiene un olivo dibujado en su escudo episcopal, o su antecesor Carlo Maria Martini, quien en el pasado expresó sus deseos de retirarse en Jerusalén, ciudad muy asociada a los olivos. El nigeriano Arinze podría cumplir tanto las profecías de Nostradamus como las de Malaquías. Por un lado es negro. Por otra parte, es presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo entre las Religiones, por lo que podría ser un buen candidato si se busca un papa de la paz, un mediador, en momentos de tensión entre el mundo occidental y el árabe”. 10
Este interesante sitio hace un aporte al desconocimiento, la ignorancia y confusión que reina en la actualidad. ¡Los judíos no son una raza! No existe una raza judía, como tampoco hay una raza cristiana o una musulmana.
Para nuestra desdicha nadie menciona a Ratzinger. Se escapó hasta a Nostradamus.
Y si hablamos de desconcierto y confusión no podemos omitir lo expuesto por Tomás Eloy Martínez, quien manifiesta que “Hasta no hace mucho, las profecías de un santo irlandés del siglo XII, Malaquías de Armagh, indicaban con un ligero margen de error quién iba a ser el próximo papa”. 11
Es evidente que el autor de “La pasión según Trelew” no se detuvo a leer los “ligeros” errores de las profecías atribuidas a Malaquías. Para colmo, remata con que “los vaticinios de San Malaquías han caído en desgracia en estos tiempos escépticos”. 12 No es así. Un escritor tan informado como él, con acceso a los reportes de la C.I.A. 13 y becario del “Woodrow Wilson Internacional Center dor Scholar” 14 ,EUA, debería saber que Francis Bacon, en 1625, a los treinta años de la publicación de la relación de Papas, que casi todas las profecías, siendo de número infinito, son obra de cerebros ociosos, tras haber ocurrido el hecho”. 15
Tomás Eloy Martínez cae en el desconcierto de los opinólogos expuestos con anterioridad: “el próximo será Gloria Olivae, "gloria del olivo", un nombre con demasiados sentidos como para vislumbrar alguno. Podría indicar que el nuevo papa vendrá de un país con olivares, como Italia, Argentina, España, o que tendrá la piel olivácea, o ninguna de esas cosas. 16 Sin embargo, el autor de “Santa Evita” es innegable que acierta en su pronóstico al declarar “ninguna de las cosas” Algo es algo. Así apuesta a: Dionigi Tettamanzi, Christoph Schönborn, Jorge Mario Bergoglio, Cláudio Humees, Francis Arinze, Oscar Rodríguez Maradiaga, Ivan Dias, Angelo Scola y Joseph Ratzinger.
Para la inmensa grey cristiana, “es importante tener en cuenta que estas profecías no integran el magisterio de la Iglesia ni son necesarias para la salvación. La validez de su contenido no está garantizada por la Iglesia. Recordemos que una profecía vale tanto y cuanto nos ayude o anime a vivir la fe ya revelada. Estas profecías podrán tener su interés pero ayudan poco para lograr esa meta. Por algo la Iglesia oficialmente les ha dado tan poca importancia”. 17
OTRO “PROFETA”. OTROS “ACIERTOS”
Georges Barbarin, (de quien ya hablamos en ” FUTUROLOGÍA EN LA GRAN PIRÁMIDE DE EGIPTO DE PROFECÍAS Y MENTIRAS VARIAS”) en su libro "El secreto de la pirámide (o El fin del mundo adámico)”, da muestras de su “saber” cuando expone tomando como base cálculos sobre la Gran Pirámide de Egipto que: el zar Nicolás II revista las fuerzas navales de Cowes; comienzo de la batalla de Lule-Bargas, que pone fin a la dominación turca en Europa; la fundación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas Rusas; la huída de Guillermo II a Holanda. 18 ¡Maravilloso! Es notable que el ”estudioso” pronostique sucesos anteriores a 1930 con tanta exactitud. El detalle, y vaya detalle, es que los “pronostica” muchos años después de acontecidos.
Con respeto a las profecías de Malaquías considera que su mérito es que han sido verificadas varias veces.??????????? 19
Nos preguntamos: ¿Es posible que la Gran Pirámide no pronostique nada de la Argentina? ¿No merecemos que se nos mencione?, ¿No anuncia “la mano de Dios” de Maradona?, y ¿la Ciudad Deportiva que iba a levantar Alberto J. Armando?
Pero Barbarin, también, tiene algo que decir de Malaquías. Sin reparos, larga una lista con los nombres que, según “el religioso de Padua” ?????? tomarán los últimos Papas hasta ‘De gloria olivae’:
“Pastor Angélicus será Gregorio XII
Pastor y Nauta será Pablo VII o Pablo VI
De mediatate lunae será Pío XII
De labore solis será León XVIII
De gloriae olivae será León XIV” 20
Lamentablemente no acertó ni uno.
Desasnémoslo:
106: “Pastor angelicus” . Pío XII (1939-1958).
107: “Pastor y nauta”. Juan XXIII (1958-1963)
108: “Flos florum”. Pablo VI (1963-1978).
109: “De medietate lunae” . Juan Pablo I (1978).
110: “De labore solis” .Juan Pablo II. (1978-2005)
111. “De gloriae olivae”. (Benedicto XVI)
Sabemos de la sapiencia de nuestros lectores. Pero, por las dudas, aclaramos que de ninguna manera el Papa que asume se relaciona o simboliza al lema. Son los “estudiosos” los que confunden y desorientan haciendo creer al distraído que por ejemplo: Juan Pablo II es “De laboris solis” o Juan Pablo I, “De mediatate lunae”.
Y LA ACEITUNA ¿QUÉ?
Cuentan las malas lenguas que al cardenal italiano Carlo Maria Martini los ultraortodoxos lo apodan peyorativamente: “Martini Rosso”. ¿No será que las profecías están acertadas y el nuevo Papa debía ser éste cardenal? Qué mejor que un buen Martini con una aceituna...!!!!
Y si queremos que el lema o dístico se relacione con el nuevo Papa: ¿ por qué no enviarle a Joseph Ratzinger una colección de la historieta “Clemente” del dibujante argentino Caloi?
No es forzar la profecía. Acaso “Clemente”¿ no come aceitunas? Y... ¿Dios no es argentino?
Néstor Genta
MATERIAL DE INVESTIGACION
1 www.diccionariosdigitales.com
2 www.iveargentina.org
3. www.Corazones.org
4. www.svabhinava.org/spanish/joaquinalbaicin
/default.htm
5.Calvo José L. Ponga un fin del mundo en su vida. El escéptico digital. Boletín electrónico de Ciencia, Crítica a la Pseudociencia y Escepticismo. ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico. Número 69. 15 de Noviembre de 2000.
6. www.lo-inexplicable.com.ar
7.Cabré Rufatt Agustín.¡Malaquías, Juan Pablo II y las aceitunas.
8. elciudadano.net. Fraga Rubén Alejandro. Martini, el gran Papa que no fue. El Ciudadano. Rosario 17.4. 2005. 9 Vidal José M. El sucesor de Juan Pablo II. Carlo María Martini, ¿el Papa del olivo?.Número 310. 23 de septiembre de 2001
10. Club de Libros.
11.12. Martinez Tomás Eloy. Un Papa bajo el signo del olivo. La Nación. Opinión.16 de abril de 2005. www.lanacion.com.ar
La Gloria del Olivo y la Destrucción Repentina La “gloria del olivo” está en su propio aceite de oliva, usado desde la antigüedad para ungir reyes y sanar heridas, pero también para pudrir yugos, imperios, autoridades (Isaías 10:27); este aceite es también símbolo de la unción del Espíritu Santo, sobreunción profetizada para la última generación cristiana gentil (no judía), el apóstol Pablo llama esta fase histórica, plenitud de los gentiles (Romanos 11:25 y Habacuc 2:14); y Daniel le denomina el último reino, que no tendrá fin, (Dn 2: 44-45, Ap 17:10). Dios Padre, amó tanto al mundo que entregó su único hijo por este; y Cristo dijo al respecto, que su reino no era de este mundo, pero también aclaró que él no vino a juzgar al mundo y que tampoco rogaría por el mundo; entonces a quien le toca llevar a cabo estas funciones y responsabilidades, de reinar, juzgar y rogar por el mundo: ¿No es a su iglesia? Recuerde que aun en el milagro de los panes y los peces, Jesús, les menciona a sus apóstoles, que eran ellos los que tenían la responsabilidad de darles de comer a las multitudes. Porque si la iglesia finalmente no establece el reino de Dios y su justicia en toda la tierra, entonces el cristianismo vendría a ser la estafa más prolongada y monumental en toda la historia universal del hombre. Repárese entonces, que muy pronto se reeditará la era apostólica y los pueblos tendrán y entenderán la necesidad de que una iglesia renovada, unida, llena de verdades y soluciones sociales, finalmente dirija este mundo. Esta iglesia reinante establecerá en el mundo la paz y la seguridad, por la misma unción espiritual que contendrá, y cuando sea quitada de la tierra vendrá la destrucción repentina (1ª Ts 5:3); su reino no tendrá fin, porque esta iglesia reinante será arrebatada por Dios, para regresar siete años después con el Rey de Reyes y Señor de Señores, para restablecer este reino en la tierra por mil años más. Después del arrebatamiento, aquí en la tierra se culminará la dispensación gentil de la gracia y se reiniciará el trato con los judíos, a través de los 144.000, pero esto último ya será en la gran tribulación de siete años, que es la misma destrucción repentina. El Vaticano o la ciudad en medio de las siete colinas sigue representando al imperio romano, El apóstol Juan detalla su final en la historia, antes de todos estos acontecimientos proféticos (apocalipsis capítulos 17 y 18). Le invito a leer los textos y capítulos bíblicos sugeridos y “La Subestima de la Biblia, del Calendario Maya y de sus Ciclos Históricos” en http://www.lucasblancoacosta.com/maya-biblia.php