A veces, la catarata de palabras tiene como objeto parcializar los hechos. Mutilarlos, sacarlos de contexto para simplemente desmentir todo y mirar para otro lado. Quienes compraron Clarín anteayer, seguramente les habrá llamado poderosamente la atención la enorme solicitada de Mc Donalds en la página 27. Justo enfrentada estratégicamente a la sección Clarín debate, espacio usado por algunos lectores para polemizar levemente, lleva un título de alerta general: “Aviso de utilidad pública”.

¡Alto!, la cadena de la hamburguesa podrida tiene la palabra: “En los últimos días, el tema de la seguridad alimentaria está siendo tratado y discutido por la prensa argentina. Por eso es que queremos unirnos a esta iniciativa de concientización y prevención y comunicar a la opinión pública que en Mc Donalds la tecnología trabaja al servicio de la seguridad alimentaria. En los locales de Mc Donalds Argentina, al igual que en los 30000 que hay en todo el mundo, la carne es cocida en equipos automáticos de última generación que cocinan hasta nueve hamburguesas a la vez, de acuerdo con los estándares más altos de seguridad. Nuestras parrillas tienen planchas que cocinan las carnes, de ambos lados a la vez y sólo se abren cuando las carnes están cocidas uniformemente por fuera y por dentro, a un mínimo de 71,1° C para asegurar lo mejor a más de 35000000 de personas que comen diariamente en los locales de Mc Donalds presentes en 120 países del mundo. Por esto y por todas las normas y procedimientos que efectuamos desde el origen podemos decir que, a la hora de comer, Mc Donalds es un lugar seguro para vos y tu familia. Para saber más sobre nuestros controles de calidad y conocer personalmente nuestros equipos de cocción hablá con el gerente de tu local más cercano o visitanos en nuestro website: www.mcdonalds.com.ar”.

Así, con un lenguaje de amigo, Mc Donalds se deslinda de cualquier responsabilidad con la muerte del pequeño Alejandro, ni con la intoxicación de otros chicos a causa de la desidia de la empresa. Y tiene la caradurez de anunciar “que queremos unirnos a esta iniciativa de concientización y prevención y comunicar a la opinión pública que en McDonalds la tecnología trabaja al servicio de la seguridad alimentaria”.

Lo que no esperaba la cadena es lo aparecido pocas horas depués de su solicitada, a través de un pequeño despacho de noticias que consignó que "Los análisis de laboratorio efectuados en hamburguesas crudas incautadas en locales de Mc Donald´s para detectar la presencia de la bacteria estherichia coli, causante del Sindrome Urémico Hemólitico, dieron positivos según informó hoy el subsecretario de Salud de la Municipalidad de la ciudad de La Plata, José Luis Mainetti. Los estudios, realizados en el instituto Malbrán, dieron positivo, explicó el funcionario y destacó que aún restan constatar en el informe algunas precisiones sobre el tipo de bacteria. Las hamburguesas fueron incautadas el mes pasado en locales de la cadena Mc Donalds, a raíz de denuncias tras la muerte de un menor de 7 años en la capital bonaerense.

Los resultados de los análisis de las hamburguesas ya fueron remitidos al fiscal platense Víctor Violini, quien deberá ahora decidir los pasos procesales"

No es de extrañar que, después de este llamamiento a la confianza pública por parte de Mc Donalds, el tema en cuestión desaparezca de sopetón de las páginas de Clarín. Y que el nombre de la cadena estadounidense, no sea registrado en ningún otro medio de comunicación masivo. Tampoco será de extrañar que, en cámara, se asista nuevamente al estúpido espectáculo de algún émulo de Daniel Hadad engullendo otra hamburguesa.