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Tres clases de economistas y lo mínimo que hay que hacer

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QUIÉN PAGA LA FIESTA POPULISTA
QUIÉN PAGA LA FIESTA POPULISTA

Luego de tantas crisis económicas que hemos vivido, la gente presiente que, más temprano que tarde, llegará algún ajuste. Por supuesto que el gobierno niega tal posibilidad, por otro lado buena parte de la oposición minimiza el problema económico diciendo que puede resolverse sin grandes sacrificios para la población y, finalmente, algunos economistas sostienen que si bien el panorama económico es complicado, la solución no tiene porqué ser dolorosa.

 

Que el gobierno niegue el ajuste no es ninguna novedad. Que los políticos opositores digan que la solución no es tan grave, también es entendible (digo entendible y no justificable) porque ellos no van a tener el control del Ejecutivo luego de las elecciones de octubre y, además, ¿para qué asustar a la gente y perder votos mientras el gobierno niega el ajuste? En todo caso que sea el oficialismo el que se haga cargo del ajuste llegado del momento.

Ahora bien, donde la gente puede tener más confusión es en las declaraciones de los economistas, lo cual es entendible porque hay tres tipos de discursos dependiendo del economista que hable.

Como no soy corporativo, me parece que hay que distinguir, al menos, entre tres clases de economistas. Están los que siempre van a hacer declaraciones light porque su negocio es hacer lobby o bien entretener a la gente con un discurso suave para que las empresas los sigan contratando. No vaya a ser cosa que advierta sobre los peligros económicos y la empresa deje de contratarlo por miedo al gobierno. Lo he padecido en carne propia.

Luego están los economistas cuya función es siempre estar metidos en los partidos políticos con mayores expectativas de llegar al poder. Esos economistas pueden un día estar con Menem, luego con Duhalde, después con Kirchner y hoy con Massa. ¿Cuál es su negocio? Generar la expectativa de que pueden estar en el poder o muy cerca del poder para que empresarios buscadores de privilegios los contraten con el solo objeto de tenerlos como “amigos” llegado el momento de pedir alguna protección, un subsidio o cualquier otro “beneficio”. Incluso tener información privilegiada. Estos economistas en realidad son traficantes de influencias y, por lo tanto, su discurso económico se va acomodando a las necesidades políticas del partido político en el cual recalen. Van saltando de partido político en partido político y acomodando su discurso de acuerdo al perfil de su nuevo socio político. Obviamente, en este caso, sus discursos no tienen nada que ver con las perspectivas económicas, y el lector habrá notado lo difusas que son sus respuestas al momento de responder cómo solucionaría determinado problema. Responden como políticos en busca de votos y no como profesionales de la economía.

Finalmente estamos los que nos dedicamos a la economía como consultores, profesores, investigadores, etc. En esta tercera clase de economistas hay de diferentes tendencias o escuelas económicas. Puede haber diferentes posiciones entre nosotros, pero decimos libremente lo que pensamos sobre lo que está ocurriendo y qué puede llegar a ocurrir. Obviamente que podemos equivocarnos tanto en el diagnóstico como en el pronóstico, pero lo que no hacemos es un discurso para entretener a la tribuna para no perder el contrato o bien hablar como políticos para traficar influencias.

Como pertenezco a esta última clase de economistas, al igual que muchos otros colegas, es que me animo a decir que luce muy difícil que pueda salirse de este embrollo económico con dos medidas menores y sin ningún impacto en la sociedad. Solo con ver los $ 110.000 millones en subsidios que se gastan anualmente para financiar  las tarifas artificialmente bajas de los servicios públicos y que dada la inflación existente ni siquiera pueden quedar congelados, uno tiene idea de la magnitud del ajuste tarifario que en algún momento habrá que hacer en energía y transporte público (trenes, subtes, colectivos, etc.).

El tema del tipo de cambio real es otro problema. Dado que difícilmente alguien se anime a hacer reformas estructurales profundas que permitan ganar productividad en la economía y hacer fuerte el peso en forma genuina, las probabilidades de una mega devaluación son altas. Solo un dato, si el dólar de $ 1,40 con el que se salió de la convertibilidad hubiese aumentado al ritmo de la tasa de inflación interna menos la inflación de EE.UU., para no caer en términos reales hoy tendría que estar en $ 9,30. Es solo un indicador para advertir cómo cayó el tipo de cambio real.

La enorme carga tributaria que soportamos en el sector formal de la economía es la contrapartida de un gasto público récord, tanto en cantidad cómo en baja calidad. Encima ni siquiera alcanzan los impuestos para financiarlo y el BCRA sigue aplicando el impuesto inflacionario para sostener al tesoro. Esa situación no se arregla con maquillaje o dos curitas y una aspirina. Se arregla con cirugía mayor en el gasto público.

No nos engañemos, si bien no soy keynesiano, el economista inglés propuso su fórmula de aumentar el gasto público para reactivar la economía cuando el gasto representaba el 10% del PIB. Jamás se le hubiese ocurrido sugerir semejante receta con un gasto público que orilla el 50% del PBI. A mi juicio Keynes estaba equivocado pero no era un delirante como para formular semejante disparate.

Y la disciplina monetaria depende, en gran medida, de la disciplina fiscal. Para frenar este creciente proceso inflacionario hace falta poner orden en las cuentas públicas.

Pero el tema más complicado va a consistir en recuperar la confianza en las instituciones, entendiendo por instituciones respeto por los derechos de propiedad, estabilidad en las reglas de juego, etc. Si CFK se va a fines del 2015 sin que le explote la economía antes, el que venga tendrá que asumir el costo de poner orden económico y recuperar la confianza de una Argentina que hoy es una marginada en el mundo.

Arreglar el tema energético, la infraestructura (rutas, trenes, puertos, etc.) va a requerir de grandes inversiones que solo vendrán cuando tengan la certeza de que aquí se acabó esta locura confiscatoria, reguladora y apretador. Cuando sepan que pueden girar sus utilidades y dividendos. Cuando no haya más cepo cambiario, lo cual es todo un tema eliminarlo porque ya se transformó en otro corralito. Si la salida del corralito era traumática, la del cepo también lo será. Por lo menos con este nivel de dólar oficial.

El listado de problemas económicos a arreglar es muy importante y nada fácil de esquivar los costos de 11 años de populismo desenfrenado. Pero atención que no se puede arreglar la economía si no se recupera la confianza en el respeto por las reglas de juego.

No estoy diciendo que nos espera un tsunami económico luego del kirchnerismo, pero a diferencia de las otras dos clases de economistas que mencionaba anteriormente, ningún economista serio puede afirmar que de esto se sale suavemente.

Sí reconozco que del total de medidas económicas que yo tomaría, muchas de ellas serían inviables políticamente. Ahora bien, aun aceptando ciertas restricciones políticas a las medidas económicas que personalmente considero óptimas, hay un mínimo de medidas que sí o sí habrá que tomar.

Cuando tomaba examen a mis alumnos en los post grados, mi principio era que había un mínimo de conocimientos de la materia que tenían que saber sí o sí. Si no conocían ese mínimo, no podían pasar. El resto  de lo que sabían era el lujo de la excelencia académica. Pero había un mínimo que no podía no conocer.

Con las medidas económicas para salir de este berenjenal pasa lo mismo. Hay un óptimo que dudo que alcancemos, pero ojo que el mínimo de medidas a adoptar es cada vez más elevado porque la destrucción económica va avanzando a medida que se profundiza el “modelo” y va pasando el tiempo.

Muchos no podrán estar de acuerdo con lo que acabo de expresar. Otros creerán sinceramente que puede salirse suavemente. Pero de lo que puede estar segura la gente es que acabo de escribir estas líneas cómo economista y no como traficante de influencias que se hace pasar por economista.

No se deje engañar, de esta fiesta populista no se salen sin pagar costos.


Roberto Cachanosky

 
 

27 comentarios Dejá tu comentario

  1. Por las palabras que leo a Ironics, si el instinto no me falla, me deja la impresión de que es Economista o al menos tiene mucha formación en dicha materia. Espero que tanto el autor como Ironics no se ofendan de mis palabras pero ha decir verdad por la experiencia, aunque muy poca en realidad, que se me ha inculcado sobre Macroeconomía y cada vez que oigo a un experto hablando me deja un sabor un tanto amargo. La intención de pretender que se puede formular la conducta económica humana y la especulación del porcentaje de ahorro y consume a frias fórmulas (y lo dice alguien que tiene una formación de Ingeniería) me parece casi forzada y hasta traída de los pelos. Cuando leo Ciencias Económicas me vuelvo a preguntar donde comienza la ciencia y donde empieza el "arte". En Ingeniería del Software tenemos variadas técnicas de estimación, medidas, métricas e indicadores para variadas perspectivas sobre nuestros proyectos tecnológicos... pero se hace una adecuada bajada de línea y se pone mucho énfasis en que esos números números son, no más que eso. Que como toda estimación basada en ciertos supuestos no puede reflejar la absoluta realidad sino que cuanto mucho una estimación y parcial de la misma. Por esto mismo hay quienes dicen que a la Ingeniería en Informática no debiera de llamarse como tal y no merece ser caratulada en las ciencias cuando nuestro producto es muy influenciado por una buena pizca de "arte" aún cuando existan evidentes pruebas de que se procede con demasía lógica y análisis. Entonces bajo lo mismo invito a que no se le llame ciencias a la economía. Lo que hace falta no son expertos que digan esto si o esto no... ni estar criticando ni viendo en que perfil calza cada economista según la escuela de donde viene (y si se me permite el paréntesis aquí... si hay alguien que me pareció bastante absurdo es Keynes y sus concepciones. Espero no erir sentimientos) Lo que sobra es demasiado capitalismo, lo que sobra es demasiado el pensamiento basado en el dinero. Tenemos que ir quitándonos de la cabeza el billete y el valor que le damos. Quisiera con todo respeto finalizar con una frase: "Cuando se haya talado el último árbol, secado el último rio y cazado el último pez el hombre se dará cuenta de que no puede comerse el dinero" Ojo, tampoco estoy diciendo que el capitalismo es malo y debiéramos ir hacia el otro extremo. Lox extremos son malos. A ver si alguna vez pensamos más en grises y no tanto en binario. Saludos,

  2. Para DanielX: Desde la opinión privada basta con indicar que las políticas que implementan los gobiernos no son acartadas. Ud. no niega que las políticas del gobierno sean incorrectas. Sólo exige que quien las critique exponga cómo solucionar los problemas; y en caso de no hacerlo se calle la boca. A mi vez, estimado señor le pregunto: SI UD. HA HIDO AL MÉDICO, O A UN PROFESIONAL CUALQUIERA EN QUIEN HA CONFIADO, Y LOS RESULTADOS DE LAS MEDIDAS RECOMENDADAS POR DICHOS PROFESIONALES NO ARROJARON LOS RESULTADOS FAVORABLES QUE ESPERABA ¿UD. CREE QUE DICHOS PROFESIONALES Y LOS QUE EN ELLOS CONFÍAN TIENEN DERECHO A EXIGIRLE A UD. QUE SE CALLE LA BOCA Y NO CRITIQUE POR NO OFRECER MEDIDAS ALTERNATIVAS? Los problemas no los crean los empresarios, sino los políticos incompetentes. ¿Porqué los empresarios no remarcaban en el período 2003/7? ¡¡¡PIENSE!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

  3. Marcelo, yo toda mi vida fui un empresario que estudio economia y tambien la vivio (o sufrio) en carne propia, no soy un economista profesional. La economia no es una ciencia, estamos de acuerdo, si por ciencia entendemos las ciencias duras. Si se basa en muchas disciplinas, como la psicologia, las matematicas y la logica. Cada uno hace su interpretaion de la realidad economica de acuerdo a su formacion y su punto de vista, no hay una verdad absoluta e indiscutible, hay verdades. Todo se mide por los resultados, ahi no hay discusion posible, es logica pura. El Capitalismo fue una bendicion para la humanidad, solo que tiene mala prensa y la interpretacion equivocada de gente que no entiende nada de economia, que lo defenestra. Mucho del confort de vida que hoy podes disfrutar, se lo debes al Capitalismo, mal que te pese, y mucho de los problemas solucionados como el hambre y ciertas enfermedades tambien. Eso no quita que el sistema sea perfectible, porque tambien cambian las condiciones en que se desarrolla. Los demas sistemas solo dieron fracaso y dolor a la humanidad y mas aun, le quitaron libertad a millones de personas. Conclusion: El Capitalismo es el menos malo de los sistemas economicos conocidos. Saludos.

  4. Ironics, no es que le culpe al Capitalismo de todo. Porque como dije: tampoco es para irse al otro extremo. No me quejo de él, nomás me parece que en parte se está llgando a abusar de él. Por supuesto que es perfectible. A lo que pretendía ir con mis palabras es que se ha llegado al punto en que, en cierto punto y para algunas situaciones, el Capitalismo ya es demasiado. Y con todo respeto me animo a decir que el dinero y la forma en como nos estamos moviendo, y el sobrevalor que le estamos dando nos está llevando a perder el valor de cosas más importantes. Ya no hace falta seguir discutiendo de que economista la tiene más larga... a mi lo que me importa es que se empiece a quitar tanto vicio por ese pedazo de papel... un pedazo por el cual hasta se ha derramado sangre. Lo repito: los extremos son muy malos. Que el Capitalismo sea el menor mal de otros modelos o paradigmas económicos tampoco nos debiera de llevar a alabarlo por exceso porque esto llevará a que nos quedemos pasivos y no se haga el muy sano ejercicio de criticarlo y de proponer ideas que tiendan a formar nuevas formas de hacer economía.... Una economía más ética, moral, y fundamentalmente sustentable. Saludos,

  5. Marcelo, tu desilucion es con la politica, no con el sistema economico, entonces hay que poner las cosas en orden. Un sistema economico funciona cuando produce la mayor cantidad de bienes al menor costo posible, es competitivo y satisface casi todas las necesidades del hombre (y la mujer tambien diria Cristina). Digo casi todas, porque el hombre es demandante eternamente insatisfecho, siempre quiere mas, esa es su naturaleza y el sistema economico enancado en esa demanda produce lo mejor que puede. La politica es la que pone equidad, entendiendo por equidad, no quitar a unos para darle a otros, sino darle a todos las oportunidades de progreso a que cada uno quiere arribar, de acuerdo con su mejor saber y entender. Eso se llama creacion de riqueza, no repartir arbitrariamente lo creado. Ya que no todos somos iguales, habra siempre ganadores y perdedores, esas son las reglas del Capitalismo y de la Realidad Real tambien en cualquier tipo de sistemas, por mas que se disfrace el resultado. La parte humana y civilizadora de la sociedad, la tiene el Estado en cuanto organizacion Administrativa y Politica, hara que la caida no sea tan dura y la ascension no sea tan alta, pero en eso es la politica la responsable. Su arma mas eficaz es la politica impositiva y el presupuesto del Estado, y asegurar la absoluta libertad de trabajar y pensar, la libertad es fundamental en un sistema capitalista. A partir de ahi se ve en que direccion quiere gobernar la sociedad. Pero en lo economico un empresario esta para ganar dinero, no le pidas que haga politica o beneficiencia, porque no le sirve ni a el, ni a la sociedad. Cuanto mas eficaces sean las empresas de un pais, es decir cuanto mas competitivas, cuanto mas dinero ganen, mejor vivira la sociedad de esos paises, incluso los mas pobres. Acaso un pobre de USA, no vive mejor que un pobre Latino o de Africa ? Hablo en terminos generales, no hablo de casos particulares o ghetos especificos. No se si me explique bien !! Saludos. PD: Un pais necesitan empresarios que quieran y sepan ganar dinero, lo mismo que militares bravios, o cientificos que siempre esten alcanzando nuevas metas. Es decir en cada disciplina obtener la excelencia sin piedad. Son los politicos, los sociologos y otros de disciplinas afines, quienes deben modelar la sociedad para que haya mas oportunidades para todos y asistencia a quien la necesite. No me gusta el termino justicia social, me parece que no dice nada concreto y cada uno la interpreta como quiere, y tiene un tufillo a discrecionalidad y orrupcion que no va con mi filosofia liberal, bastante anarquica por otra parte.

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