En la vida sólo hay dos cosas en verdad irreversibles: la muerte y el
conocimiento. Lo que se sabe no se
puede dejar de saber, la inocencia no se pierde dos veces.
Asi como se sabe que Maria Julia ya
esta en casa y que Chaban fue absuelto por
jueces de un tribunal de segunda instancia en el cual uno de los integrantes
era "amigo y socio de", también se sabe que una joven de 20 años
en San Salvador de Jujuy esta hace dos años cumpliendo una condena
por homicidio en la Granja la carcel de mujeres de dicha provincia.
Esta chica llamada “Romina” que tenia una vida normal, como cualquier otra chica de su pueblo -iba al colegio secundario con las expectativas de vida de un futuro mejor, no tan sacrificado como el de sus padres y hermanos-, que soñaba con recibirse de bachiller, asistir al baile de graduación, etc, una noche -el 1º de agosto de 2002- fue violada por un vecino y quedo embarazada.
Enfrento dicho embarazo muerta de miedo, humillada, dolida escondiendo el vientre de sus padres, de sus amistades, de la gente en general y con las amenazas constantes del violador que la perseguía, con matar a su familia si lo denunciaba.
Siete meses después se produce el
parto y en un estado de desesperación,
locura y fuera de si “...cuando estaba
en el baño de su casa –muy precario – y en condiciones que no son las
normales, mientras su hermana mayor dormía y la menor le asistía sin saber
que hacer y solo atinaba a calmarle la
fiebre con trapitos de agua fría... como relata ella, mato a la bebe, por ver
reflejada en su carita la de ese tipo que no la dejaba en paz.
Mientras tanto el violador se encuentra en libertad, fue sobreseído con una celeridad que asombra, que no se puede creer en tan solo 22 días ya que paso rápidamente como una vuelta de pagina de victimario a victima y justifico su proceder en un programa de televisión de Jujuy , mostrándose dolido por la muerte de la bebe y jactándose de afirmar que estaba dispuesto a darle su apellido, como si todo fuera normal, como un padre arrepentido y no un violador que atormento todo el tiempo a su victima hasta convertirla a gusto y antojo en la única culpable y provocadora de este hecho lamentable. Es decir, paso de victimario a victima.
Nunca Romina recibió contención, ni sicológica, ni física ni de ninguna
especie, la justicia no hizo nada para remediar tal situación, los padres de
ella tampoco pudieron o quisieron... porque la matarían como dice ella cuando
se le pregunta. Ella hacia cualquier cosa con tal que ese embarazo no
existiera, el violador sabia como manejarla y chantajearla todo el tiempo. Por
otra parte la pobreza y la marginalidad fueron sus mayores aliadas en una
situación lamentable y diaria en las
que muchas Rominas como ella o como se las quiera llamar pasan lo mismo en
forma silenciosa y marginadas.
Los programas de asistencia a las mujeres violadas o de asistencia a la victima no existen en el interior del país, las asistentes sociales no pueden luchar contra una realidad que es moneda común, sobre todo en una provincia donde la franja de mortalidad infantil y materna es de 200 por cien mil que duplica y triplica los índices de las provincias del centro y sur del país y también esos índices son iguales a los que se registran en los países mas pobres del continente africano.
El que viola transita por la vida "en forma habitual" sin
problemas, como si nada hubiera
pasado, y si a ello se suma un poder adquisitivo importante del que cometió
el delito aberrante, la vara de la
justicia será pequeña , mediana y
larga. Los hechos nos muestran infinidad de casos que se han dado en estos
tiempos y en los cuales el violador de niños quedo libre después de un año
de carcel sin condena pagando una fianza determinada en dinero que le permite
esperar el juicio oral tranquilamente, volviendo en ese tiempo a hacer lo único
que sabe : VIOLAR, porque la recuperación de estos individuos jamás llega,
mas allá de que existan programas de recuperación social para insertarlos
nuevamente en la sociedad y darles una nueva oportunidad.
Romina esta a la espera de un juicio oral que se realizara en las primeras
semanas de junio en el cual el fiscal puede pedir la prisión
perpetua por su crimen, su abogada esta luchando por llevar la apelación
ante la corte Suprema y demostrar la
farsa que se monto para salvar al violador
con pruebas científicas y
contundentes que demostrarían la veracidad de los hechos tal como ocurrieron
y que el juez instructor negó la sustanciación de las mismas, fundamentales,
definitivas y contundentes en la violación y posterior embarazo de esta
chica.
Grupos de mujeres -diputadas y senadoras- y funcionarios del gobierno se
encuentran interesados en este caso y
se realizan al mismo tiempo marchas tanto
en su pueblo como en la Ciudad de Buenos Aires en las que se pide justicia y
carcel para el violador.
Si bien es cierto, que no se puede justificar y aprobar el homicidio
de esta beba y que las
comparaciones con Chaban , Maria Julia y demás
ladrones de guantes blancos famosos
y mediáticos, son odiosas y fuera de lugar.
Sin embargo es incomprensible admitir
la aplicación de un castigo anticipado
sin condena -inconstitucional por donde se lo mire- a una chica violada,
que en estado de locura y por no
comprender la criminalidad del acto que hacia,
llego a tal extremo de matar a
su hija
y que se haya dejado libre al
violador por falta de merito cuando fue
este el instigador y el que ejerció
violencia física y síquica en
una joven mujer, utilizando hasta el cansancio
el latiguillo de considerar que
“... las mujeres violadas mienten
y que son las culpables de
provocar al violador”.
Justifican el accionar del abusador sin importar que la mujer se siente indefensa, sola con terror de hacer la denuncia por miedo a que no le crean, en una sociedad machista, elitista, xenofoba, discriminadora y que distingue a las personas de acuerdo a la condición social y por ser portadoras de cara, y en la cual es valido aplicar el “por algo será”, olvidando que tal vez todos llevamos dentro a nuestro propio perseguidor, tal vez siempre termine por atraparnos, tal vez conocer esto y no asustarse sea el secreto mismo de nuestra existencia como seres humanos.
Graciela
Catalán Alvarez