El humor cruel de Sendra, refleja con gran certeza el duelo enconado en el que se trenzaron Hilda Chiche Duhalde y Elizabeth Fernández de Kirchner, disputándose palmo a palmo el ríspido terreno bonaerense. De cara a las elecciones del domingo 23 de octubre, el pinguinerismo está poniendo toda la carne al asador en la candidatura de la primera ciudadana. Pero no obstante tanto ruido, amagos de agarrarse de las mechas y tirarse con el botox, aún siguen las versiones cruzadas. Porque todavía no se concretó el cacareado encuentro cumbre Duhalde-Kirchner, mientras que todavía no se oficializó formalmente la candidatura de Cristina como senadora bonaerense. ¿Se estará haciendo rogar, especulando con un último cambio de opinión de Chiche?.
Esta semana se vio como el presidente venido de la Patagonia, se metió de lleno, portando un poncho en Santa Fe, en la campaña con los bolsillos llenos de promesas y platita. Mucha platita, puesto que prometió poner en esa provincia la friolera de 1450 millones de pesos en obras públicas. En un acto acontecido el jueves 9, donde el mandatario nacional estuvo acompañado por medio gabinete, no quiso opinar sobre la candidatura de su mujer, se mostró comprensivo con los sectores disidentes, y fiel a su estilo, la emprendió de nuevo contra el cuco sempiterno del FMI.
El lunes 6 se había reunido con los intendentes bonaerenses que pudo rescatar de la laguna duhaldista, para sumarlos a la empresa cristianiana y seguir avanzando de cara a los cruciales comicios de octubre. Mientras que su lenguaraz ladero, el ministro del Interior Aníbal Fernández volvió a descartar la intervención federal a la Capital Federal, dándole una bocanada de oxígeno al semihundido Aníbal Ibarra. Este recibió un espaldarazo impensado de su archirival Mauricio Macri, quien en aras de preservar la institucionalidad porteña se mostró tajante en contra de cualquier injerencia del Ejecutivo. En la madrugada del miércoles 8, un grupo ¿parapolicial? irrumpió en unas oficinas del gobierno ibarrista en Chacarita y se llevaron casi todo lo que había. Aunque el mencionado jefe porteño minimizó el hecho, calificándolo como meramente un robo común, a todas luces parece que se trató de un pesado apriete que de suyo no quedará ahí. En la misma semana que Omar Chabán se decidió a romper su cerrado silencio, salta este raro suceso y demuestra a las claras que las contiendas políticas no solo las dirimen las atildadas señoras del principio de la nota, sino que también se juegan en terrenos nocturnos bastante sinuosos.
Eduardo Duhalde, quien evidentemente meditó bastante en su gira por Ecuador, echó una ojeada al tablero político y se convenció de tirar redes para gestar un acuerdo con Kirchner que no resulte una derrota consumada: “Duhalde les dijo a sus interlocutores con Kirchner -Curto es uno de ellos-, que si Cristina acepta finalmente hacer campaña en el conurbano, no tendría problemas en presionar a su mujer, "Chiche", a que renuncie a sus intenciones de competir con la Primera Dama. Eso sí: a cambio de eso pediría imponer la mayoría de los candidatos a diputados nacionales, y sobre todo al primero de la lista.
Duhalde repite ante sus íntimos que el nombre del primer candidato a senador no le quita el sueño: "Lo que está en juego es quien va a controlar el Congreso el año próximo". Claro que también aceptaría que Kirchner imponga a algunos de sus dirigentes para que entren al Congreso, siempre que quieran "jugar" dentro del PJ.
El ex mandatario repite en su casa de Lomas de Zamora lo que ya le ha hecho llegar al Presidente: una pelea entre ellos pondría en riesgo la gobernabilidad. A eso se le suma que Kirchner correría riesgos de poder mostrar un triunfo absoluto en las elecciones de octubre, ya que él mismo propuso que sería un plebiscito sobre su gestión: un enfrentamiento con Duhalde le restaría votos en la provincia de Buenos Aires, sumado a que no triunfaría ni en la Capital Federal, y que tampoco saldría ganador en Santa Fe, Neuquén, Río Negro, Corrientes, San Luis, entre otros importantes distritos”, según constató la Agencia Nova el pasado miércoles 8.
En la CGT, rueda que Rueda al final parece que a Susanita de ese apellido tan sugerente le darán las del olivo, puesto que a partir del próximo 14 de julio próximo Moyano y Lingeri serán ratificados como secretario general y adjunto respectivamente. No obstante el batacazo, la dama en discordia pontificó que se siente más que capacitada para conducir dicha central obrera. De ilusiones, también se vive.
Mientras tanto, en la Ciudad de Buenos Aires los acelerados candidatos se lanzaron a competir en miras a las próximas elecciones de octubre. El kirchnerismo "mandó al frente" -al Frente para la Victoria, ojo- a una de las figuras que aparece con mayor imagen positiva en las reservadas encuestas que se efectúa en los últimos meses.
Bielsa oficializó su candidatura a regañadientes, en un acto realizado en el teatro ND Ateneo, y aprovechó para lanzar una especie de distanciamiento del Gobierno respecto al jefe del gobierno porteño, Aníbal Ibarra, cuya impopularidad puede comprometer el deseo oficial de convertir las elecciones del 23 de octubre en un plebiscito.
"La tragedia de Cromagnon es la última postal del Estado jugando al distraído. A nadie le mostramos Cromagnon como una bandera fúnebre. Y si alguien la usa electoralmente no le responderemos", dijo Bielsa atajándose a futuro.
Sabe Bielsa que es imposible vencer a Elisa Carrió en la Capital y teme por la considerable baja de su imágen en lo que va del año 2005. Lo real -que no cuentan los diarios- es que, si hoy hubiera elecciones, el Canciller se ubicaría en tercer o cuarto lugar, ya que la presidenta del ARI le lleva no menos de 10 puntos de diferencia.
Mientras tanto, Mauricio Macri frota sus manos, le han servido en bandeja uno de los argumentos que más lo ayudará en la campaña: Carrió y Bielsa han sido "socios" en la alianza que llevó a Anibal Ibarra a ganar su reelección en la ciudad de Buenos Aires. Es todo un dato.
Finalmente, en el marco de la pelea en la provincia de Buenos Aires, algunos punteros y operadores aún conservan la esperanza de que Kirchner y Duhalde se reúnan a acordar cómo armarán la lista de candidatos de octubre.
Negocios son negocios... ¿La gente? Bien, gracias.
Christian Sanz y Fernando Paolella